Me parece interesante destacar esa ambivalencia en la que nos empeñamos en movernos, en muchas ocasiones vamos de un lado a otro, sin ton, ni son. Pareciese que somos guiados por una fuerza extraña a la que somos incapaces de vencer. Esa inestabilidad es apetecible para los falsos gurús que promueven la felicidad fácil, aquellos que dicen sonríe y observa la vida. Esos que dicen que la fórmula de la felicidad está en la actitud únicamente, y se quedan tan anchos, aunque la ciencia diga otras muchas cosas.
Esos falsos profetas de la felicidad que venden un aluvión de mensajes que promueven una actitud destinada a la negación del malestar, el sufrimiento y todo aquello que está relacionado con el vivir.
Aquellos que te indican cómo vivir, esos entrenadores que te señalan la cultura y el ocio que debes de consumir, que te marcan las soluciones que debes aplicar y que te plantean que seas extremadamente egocentrismo para así ser feliz.
Esos, en definitiva que te insinúan que lograr la felicidad es tarea fácil. Sin dudarlo, yo te diría que si alguna persona te plantea que la felicidad es fácil, huyas de él y le digas que no sabe de lo que habla.
Sin embargo la ciencia te puede contestar a esa pregunta, la psicología positiva como disciplina dentro de la psicología que estudia todos esos factores que hacen que la vida merezca la pena y aborda temas como la felicidad, afirma que lograr la felicidad es una tarea muy difícil y que implica entender tu vida como un proceso de construcción constantes, es decir, la felicidad de pico y pala.
Sin duda es importante quizás dar dos guías que nos muestren que debo de acercar a mi vida que aporte valor a ese reto diario que es querer ser felices.
Es curioso cómo la gente constantemente da lecciones de cambio instantáneo e inestable, tanto es así, que en ocasiones te sientes obligado a vivir de una manera en la que pareciese que lo ideal es coger la vida de otros, cuál traje de neopreno y calártela. Ante esta situación pueden caber dos posibilidades, que sea de tu talla y lo disfrutes o que no sea de tu talla y estés cada momento pensando en ello.
Un primer paso a dar es potenciar en tu vida los momentos de saboreo y presencia en tu integración con el mundo, es decir, experimentar la posibilidad del placer te permite vivir desde la generación de las emociones positivas. Esa felicidad propia de una gran traca de fuegos artificiales. Importante, maravilla, pero tras cada momento de felicidad hedónica debemos de potenciar otros elementos que nos vinculen con las vivencias y la entrega en lo que hago y deseo. Es decir, potenciar elementos cargados de sentido.
Dicen los grandes investigadores de la psicología positiva, disciplina a la que me honra pertenecer: que la felicidad en el vacío, esa felicidad propia de la vivencia presente y la emoción positiva únicamente no nos aporta valor si no termina aportándonos sentido vital. Por esa razón potencia todos los elementos que aporten valor y sentido a aquello que haces.