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Detenido uno de los mayores criminales del mundo: Mladic Ratko

A la caza del prófugo internacional

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Parece que la detención de Osama ha sido un gran golpe que ha reanimado la certeza de poder cazar a un criminal internacional, pase al tiempo que pase. Casualidad en el espacio temporal, seguramente. Pero si fuera así, perfecto. Aunque tan sólo fuese por pura competencia entre países de sus propias estructuras de espionaje, o de sus últimas innovaciones técnicas para ser los primeros en dar con sus enemigos públicos, conseguirían definir un poco más la seguridad y la paz en el mundo. Un poco que es mucho.

Mladic Ratko, 69 años. Siempre presunto, pero a la vez declarado prófugo por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya. Este cuerpo de la Organización de las Naciones Unidas establecido en cumplimiento de la Resolución 827 de su Consejo de Seguridad, se define textualmente más concretamente como “Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de los presuntos responsables de las Violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia desde 1991”. Este órgano ya puede juzgar a este individuo que tiene a su espalda múltiples acusaciones de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra. Entre todas sus atrocidades, la más fuerte desde el fin de la II Guerra Mundial fue la llevada acabo en Srebrenica, ciudad de Bosnia-Herzegovina, durante el verano de 1995. Mladic ordenó la matanza de más de 8.000 varones bosnios. Recordándonos desafortunadamente de alguna forma a un mítico dictador, Mladic dirigió esta brutal acción contra musulmanes bosnios.

Este ex general militar fue uno de los grandes protagonistas del desarrollo y fin de las guerras de Yugoslavia, a partir de 1991. Guerras de las que se derivaron los actuales estados que a día de hoy se han perfilado como Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, República de Macedonia, Montenegro y Serbia. Pero como asesino en la historia de la humanidad, Ratko reproduce el arquetipo de Hitler, como otros acusados de crímenes de guerra en el mundo. Derecha nacionalista radical.

Su cometido simplemente era intentar desde su posición en el ejército del país, que éste no se desmembrara en regiones según etnias, culturas o religiones. Se le encargó el objetivo de mantener la unidad entre su población, o al menos, conseguir las mínima desestructuración del territorio. Es más, durante su juventud, el bosnio comulgaba con las ideas políticas de Tito. Entre las más fundamentales, se encuentra la idea del estado multiétnico. Fueron pasando los años y su ideología cambió. Ya desde muy joven fue escalando cuotas de poder, así que pudo estar influido por otros militares del momento. También se dice que su personalidad estuvo muy influida por el asesinato de su padre por croatas aliados de los nazis. O un poco de las dos suposiciones, pero lo único cierto es que éste que podía haber sido más o menos un buen hombre a favor de la integración entre etnias, se posicionó directamente en el nacionalismo Serbio despreciando al resto. Radovan Karadžić, aliado suyo durante el mismo periodo y ya juzgado, también pudo ayudar a que este hombre radicalizara sus ideas. Le otorgó continuas promociones en el área militar de la República Serbia de Bosnia, establecida en 1992 por Radovan. Otro ingrediente más que pudo acercarle a este separatismo y en consecuencia llevar a la práctica sus directrices intentando exterminar del territorio servio a todo aquel que no lo fuera.

Pero ya y por fin pagará, si se puede pagar por tales actos. Esperemos que la justicia internacional demuestre que esta ahí para algo, como ya lo ha hecho en otras ocasiones. Cumplirá su función internacional.

A la caza del prófugo internacional

Detenido uno de los mayores criminales del mundo: Mladic Ratko
Kaik Espada Martín
viernes, 27 de mayo de 2011, 13:55 h (CET)




Parece que la detención de Osama ha sido un gran golpe que ha reanimado la certeza de poder cazar a un criminal internacional, pase al tiempo que pase. Casualidad en el espacio temporal, seguramente. Pero si fuera así, perfecto. Aunque tan sólo fuese por pura competencia entre países de sus propias estructuras de espionaje, o de sus últimas innovaciones técnicas para ser los primeros en dar con sus enemigos públicos, conseguirían definir un poco más la seguridad y la paz en el mundo. Un poco que es mucho.

Mladic Ratko, 69 años. Siempre presunto, pero a la vez declarado prófugo por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya. Este cuerpo de la Organización de las Naciones Unidas establecido en cumplimiento de la Resolución 827 de su Consejo de Seguridad, se define textualmente más concretamente como “Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de los presuntos responsables de las Violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia desde 1991”. Este órgano ya puede juzgar a este individuo que tiene a su espalda múltiples acusaciones de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra. Entre todas sus atrocidades, la más fuerte desde el fin de la II Guerra Mundial fue la llevada acabo en Srebrenica, ciudad de Bosnia-Herzegovina, durante el verano de 1995. Mladic ordenó la matanza de más de 8.000 varones bosnios. Recordándonos desafortunadamente de alguna forma a un mítico dictador, Mladic dirigió esta brutal acción contra musulmanes bosnios.

Este ex general militar fue uno de los grandes protagonistas del desarrollo y fin de las guerras de Yugoslavia, a partir de 1991. Guerras de las que se derivaron los actuales estados que a día de hoy se han perfilado como Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, República de Macedonia, Montenegro y Serbia. Pero como asesino en la historia de la humanidad, Ratko reproduce el arquetipo de Hitler, como otros acusados de crímenes de guerra en el mundo. Derecha nacionalista radical.

Su cometido simplemente era intentar desde su posición en el ejército del país, que éste no se desmembrara en regiones según etnias, culturas o religiones. Se le encargó el objetivo de mantener la unidad entre su población, o al menos, conseguir las mínima desestructuración del territorio. Es más, durante su juventud, el bosnio comulgaba con las ideas políticas de Tito. Entre las más fundamentales, se encuentra la idea del estado multiétnico. Fueron pasando los años y su ideología cambió. Ya desde muy joven fue escalando cuotas de poder, así que pudo estar influido por otros militares del momento. También se dice que su personalidad estuvo muy influida por el asesinato de su padre por croatas aliados de los nazis. O un poco de las dos suposiciones, pero lo único cierto es que éste que podía haber sido más o menos un buen hombre a favor de la integración entre etnias, se posicionó directamente en el nacionalismo Serbio despreciando al resto. Radovan Karadžić, aliado suyo durante el mismo periodo y ya juzgado, también pudo ayudar a que este hombre radicalizara sus ideas. Le otorgó continuas promociones en el área militar de la República Serbia de Bosnia, establecida en 1992 por Radovan. Otro ingrediente más que pudo acercarle a este separatismo y en consecuencia llevar a la práctica sus directrices intentando exterminar del territorio servio a todo aquel que no lo fuera.

Pero ya y por fin pagará, si se puede pagar por tales actos. Esperemos que la justicia internacional demuestre que esta ahí para algo, como ya lo ha hecho en otras ocasiones. Cumplirá su función internacional.

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