La galería SELTZ by Ritter Ferrer, espacio dedicado al arte contemporáneo recientemente inaugurado en la calle Balmes 54, presenta a partir del 26 de junio la exposición L’immagine che aspetta, del dúo artístico italiano Miaz Brothers. Esta muestra se inscribe en el programa doble expositivo de la galería, en paralelo con Timeless Landscapes del artista Mateo Maté. Ambas muestras están conectadas por la exploración de la percepción y la reinterpretación de imágenes del pasado desde una mirada contemporánea.

Roberto y Renato Miaz, hermanos y colaboradores, han construido una sólida trayectoria internacional a partir de una práctica artística que elude la definición concreta de la forma, apostando por imágenes evanescentes que desdibujan los contornos de lo visible. En L’immagine che aspetta (La imagen que espera), los artistas plantean una experiencia estética basada en “la indeterminación y la activación perceptiva” del espectador.
Su técnica, desarrollada mediante la aplicación de miles de micropartículas de color proyectadas con pistola de aire, evita el trazo lineal, dando lugar a figuras suspendidas entre la presencia y la disolución. Los rostros y cuerpos representados no son identificables: son figuras anónimas, ecos humanos apenas perceptibles, que resisten toda lectura unívoca. Como afirman los propios artistas: “Nunca quisimos mostrar un rostro. Nos interesa el movimiento que ocurre cuando intentas reconocerlo”.
Lejos de proponer una narrativa cerrada, los Miaz Brothers crean una zona de ambigüedad fértil, donde cada imagen se vuelve un espejo en el que quien mira proyecta sus propios recuerdos, deseos o errores de interpretación. Esta apertura convierte al espectador en “coautor”, desplazando el centro del arte desde la obra hacia el proceso de contemplación.

Según el comisario José Luis Pérez Pont, autor del texto curatorial que acompaña la muestra, el trabajo de los Miaz Brothers “representa un momento de transición. En su difuminación formal se esconde una crítica a la ideología del reconocimiento constante, del control absoluto y de la posesión como medida del valor humano”. En tiempos de hiperdefinición digital y vigilancia facial, los artistas optan por el “anonimato como resistencia estética”.
L’immagine che aspettaes una invitación a mirar sin esperar respuestas. A dejar que la imagen nos interrogue desde el silencio. A redescubrir, en la neblina de lo indeterminado, el poder transformador de la imaginación.
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