 En Briseis, la fábrica supone el corazón creativo donde se diseñan algunos de los productos más reconocibles de cuidado personal y fragancias del mercado—como los productos de la marca Tulipán Negro—. La innovación no se improvisa, sino que se investiga, se formula y se perfecciona. Es el laboratorio de I+D, el verdadero núcleo creativo de la Compañía.
Una convergencia entre ciencia y emoción
Lejos de ser solo un entorno técnico, el laboratorio de investigación y desarrollo de Briseis es una intersección entre ciencia y sensibilidad olfativa. Cada fórmula nace de un proceso exigente en el que se equilibran la eficacia cosmética, el respeto por la piel y la experiencia sensorial.
Aquí, las fragancias no se improvisan: se estudian, se testean y se afinan hasta conseguir un perfil olfativo que despierte emociones, evoque recuerdos y genere conexión con el consumidor final.
Rigurosidad, calidad y compromiso con la piel
Detrás de cada producto hay una toma de decisiones fundamentadas en cuestiones técnicas y fundamentadas en la ciencia. Solo se seleccionan materias primas del más alto nivel, en cuanto a su calidad se refiere, de proveedores certificados que cumplen los más altos estándares de la industria cosmética. El 80% la composición de los productos son de origen natural, incluyendo extractos vegetales como mango, fresa, cereza, semilla de algodón o aloe vera, entre muchos otros, elegidos por sus beneficios demostrados sobre la piel y el cabello.
Cada ingrediente es testado bajo estrictos controles microbiológicos, y supera diversos ensayos de estabilidad y compatibilidad, en ambientes controlados y protocolos de sala blanca que garantizan la pureza y estabilidad de las formulaciones. Además, todos los lotes se someten a rigurosos controles de calidad para descartar cualquier tipo de contaminación o anomalía antes de salir al mercado.
Tecnología, sostenibilidad y ética en cada fase
Todos los productos son 100% dermatológicamente testados, formulados para ser ultra suaves y respetuosos, incluso en las pieles más sensibles. No contienen ingredientes de origen animal, y son completamente cruelty-free. Las fórmulas se desarrollan con tensioactivos suaves derivados del coco y materias primas no modificadas genéticamente (non-GMO).
El agua, uno de los mayores recursos para la fabricación de estos productos y parte fundamental de las formulaciones, es agua de manantial tratada específicamente para cumplir con los más altos estándares cosméticos, garantizando así una base pura y respetuosa con la piel.
Fragancias con alma, fórmulas con propósito
Las colecciones de Tulipán Negro destacan por su carácter dulce, envolvente y sofisticado. Estas fragancias no solo perfuman: cuentan historias. Además, el uso de humectantes como la glicerina ayuda a retener la hidratación natural de la piel, previniendo la deshidratación y reforzando la función barrera cutánea.
En el caso de los champús, todos sus ingredientes son de origen natural, seleccionados por su capacidad para nutrir, proteger y resaltar la belleza natural del cabello, y asi sucesivamente en el resto de productos del portfolio de la Compañía.
Donde la innovación se convierte en cotidiano
El equipo de I+D está formado por formuladores, microbiólogos, técnicos de laboratorio, especialistas en control de calidad y seguridad, que, junto a perfiles creativos, trabajan de forma transversal para anticiparse a las tendencias, responder a las nuevas exigencias del consumidor y transformar ideas en productos que ya forman parte de la rutina diaria de miles de personas.
En Briseis, la innovación no es una tendencia pasajera: es una práctica constante. Una forma de entender el cuidado personal y la perfumería como un equilibrio entre seguridad, sensorialidad, ética y eficacia.
Todo empieza con una idea, y acaba con un producto bien desarrollado.
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