Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Sociedad
Etiquetas | Valencia | Comunidad Valenciana | Riada | Afectados | Inundación | Catastrofe

​No nos olvidemos de Valencia (V): “No se puede normalizar algo que sigue mal”

A seis meses de los estragos de la DANA, Natalia Ro y muchas familias más conviven con las huellas que dejó el paso de la gran riada de barro que arrastró lo que era Catarroja
Patricia Lucía Pérez Martínez
jueves, 1 de mayo de 2025, 13:14 h (CET)

IMG 20250327 WA0046


A seis meses de los estragos de la DANA, Natalia Ro y muchas familias más conviven con las huellas que dejó el paso de la gran riada de barro que arrastró lo que era Catarroja. Las autoridades gubernamentales siguen sin ofrecer apoyo psicológico a las vecinas y vecinos, que a diario tienen que convivir con un barrio en reconstrucción.


Seis meses han transcurrido desde que la DANA cambió la vida de muchas familias en Valencia. Ha transcurrido el tiempo y también la convivencia con un entorno que recuerda, todos los días, lo que ocurrió. Manchas de barro, rastros de la subida del agua, ascensores fuera de servicio, rutinas truncadas, fachadas en el suelo y otras a medio hacer, pagos que no llegan, portales sin puertas, basura y uno de los aspectos más alarmantes de todo: la huella psicológica no atendida.


Natalia Ro vive en Catarroja y ha sido voluntaria en la zona desde entonces. Su voz, que he escuchado para conocer su historia, es reflejo del coraje, la lucha frente a la adversidad, pero también de una mezcla de emociones que abarca la rabia, el enfado, la incertidumbre y el cruel hecho de no dar crédito ante tanto abandono por parte de las autoridades competentes. Sí, la voz de muchas personas que sobreviven después de aquel día.


“Lo fuerte es que aquí (en Catarroja) no llovía”, comenta con voz tensa mientras cuenta. Ella explica lo que muchos vecinos y vecinas ya conocen, cuando en Chiva llueve ya saben que esa agua llega hasta todos los pueblos, barriadas y demás lugares ubicados cerca del barranco. “Si en Chiva ya a las 4 de la tarde estaban desbordados, sabían que esa agua ya bajaba a mares”, comenta.


IMG 20250327 WA0048


Natalia recuerda que ese día hubo una alerta para que los niños no asistieran al colegio, pero no para el resto de las personas de a pie. “Estaban avisados. Es una irresponsabilidad. Se activaron las alarmas cuando ya estaba todo perdido. Imagínate yo, cuando le suena la alarma a mi hijo (que a mí ni me suena) digo: - ¿Y esto? Me asusté más porque pensaba que venía otro. No entendía lo que estaba pasando. ¿Esta alarma por qué? Ya estaba viviendo todo el trauma”.


“Desde mi balcón, que es calle San Vicente, estoy a dos calles del barranco. Estaba con mi hijo haciendo los deberes y salgo al balcón y ya veo la ola. Una ola que ya tapaba los entresuelos del frente y pensé en esas personas, no entendía nada. Una ola grande, la gente tirándose de los coches en marcha, porque la velocidad los arrastraba, yo nunca lo había visto”, recuerda Natalia.


“Hay muchas personas que la están pasando mal”


“Tengo millones de fotografías de todo lo que hemos tenido que vivir. No se podía salir casi a la calle, te quedabas enganchado en el barro, un metro y medio de barro, no podíamos movernos, no teníamos agua, no teníamos luz, nosotros tuvimos prácticamente 15 días bajando al garaje, al hueco de la escalera, y en un agujero que quedó como un poco justo al lado del ascensor, allí bajamos a coger agua que olía a gasolina y eso lo usábamos para poner en el váter, no teníamos para ducharnos y salíamos a buscar comida”, evoca Natalia.

         

IMG 20250327 WA0045


“Fue una pesadilla y no se habla de ello. Todos estos traumas a fecha de hoy siguen en muchísimas personas que viven en terceros, cuartos y quintos pisos que no tienen ascensor, son personas mayores que están atrapadas, gente con minusvalía, bajar y subir les cuesta la vida. Nuestros ascensores siguen sin ponerse en pie. Todos los garajes llenos de todo, en condiciones pésimas, las   escaleras, los patios, tengo una galería inmensa de cómo están los portales de la zona de La Rambleta”.

         

“Vivir así es recordarse día a día de lo que ha pasado porque no se ha arreglado. No existen los portales, hay algunos que están con vigas de contención, ladrillos caídos, maderas rotas, algunos no tienen buzones, los plafones rotos, escalones rotos, barandillas con reflejos de las marcas de agua, un fin de casos”.

        

“He estado de voluntaria ya que no podía trabajar, hemos estado ayudando en todo lo que hemos podido, sobre todo a personas mayores que no tenía seguro para la reconstrucción y los voluntarios sigue ayudando. Hay mucha necesidad a nivel de comida, es un encarecimiento de todo. Los que han perdido su casa, las ayudas para alquileres tampoco han sido suficientes, es indignante, vergonzoso y de normalidad poco, seguimos sin semáforos”.


“No se ha dado ninguna ayuda psicológica a nadie, ni a las personas afectadas ni a nadie, lo único algunos voluntarios que iban y venía, pero eso ya no es así, los organismos públicos tuvieron que ofrecer apoyo psicológico desde los médicos, fortalecernos, porque todo eso ha quedado en nuestras mentes y se convive con ello, no se puede normalizar algo que se ha quedado grabado en el cerebro y que causa pesadillas, yo las tengo, porque esos chillidos no se olvidan nunca, porque hemos gente conocida que en patio del frente murieron atrapados, otro que conocías que murió en el ascensor. Son muertos y haber convivido con un peligro extremo”.


IMG 20250327 WA0050


“Nada de esto se dice. La ayuda psicológica debería ofrecerse, ya que la cagaste al principio, pero no han venido ni durante, ni después. Mucha negligencia, hay muchas personas que la están pasando muy mal. No tenemos autónomos, no es como tener una baja. A ver quién nos paga a nosotros estar parados y vivir”, sentencia Natalia y el audio donde explica todo va incrementando un tono de enfado, frente a la adversidad que revive. 


IMG 20250327 WA0049



Fotos: cortesía de la entrevistada

Noticias relacionadas

Madrid se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para los amantes del buen comer, el abanico es amplio, desde cocina internacional a la española más tradicional. Para los amantes del sabor andaluz, también aquí encontramos locales donde disfrutar de un rico 'pescaíto', ya que por mucho que lo intentemos, esa fritura crujiente como la preparan los andaluces es difícil de igualar.

Cada año, miles de estudiantes en España se enfrentan a una realidad frustrante: no superar la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o quedarse a las puertas de la nota exigida para la carrera de sus sueños. Otros muchos terminan el bachillerato con la convicción de que la universidad no encaja en su proyecto vital.

Las entidades que forman parte de la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTBI+) han convocado más de una treintena de manifestaciones, marchas y concentraciones en distintos municipios del país para reivindicar la igualdad y los derechos del colectivo LGTBI+, en un contexto marcado por el auge de los discursos de odio y la amenaza creciente de retrocesos en derechos. Estas movilizaciones se desarrollarán desde este 14 de junio hasta el próximo 19 de julio.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto