La palabra con la que encabezo este trabajo la define el DRAE como “lugar en el que hay mucho ruido y confusión”.

No se puede escoger otro vocablo que exprese mejor la situación por la que discurre España desde el pasado veinte de diciembre.

En la fecha a la que me refiero se celebraron elecciones en nuestro País, pero los resultados fueron tan magros que no propiciaron la formación de un Gobierno.

Entre el “quítate tú, que me ponga yo” el “no quiero cuentas contigo” y “qué parte del no es la que no has entendido”, han propiciado unas segundas elecciones en las que los resultados para el POSE, Ciudadanos y Unidos Podemos, han sido más pernicioso y desastroso aún que las anteriores.

Pero algunos de nuestros políticos continúan con sus miserables mezquindades, contemplando embobados su mediocre ombligo y pensando más en cómo esquivar las puñaladas que desde dentro de sus partidos los amenazan, sin preocuparse por lo que de verdad nos interesa a los ciudadanos: que de una santísima vez, se pongan de acuerdo, tengan visión de verdaderos hombres de Estado (creo que todos carecen de ella) y lleguen, con todas las diferencias posibles a un acuerdo para gobernar a esta desventurada España. Sí desventurada, sí desgraciada, desafortunada, como queramos llamarle. Prefiero mejor esta última palabra, porque en mala hora hemos tenido la desgracia de que unos políticos de tan pésima catadura nos representen.

Ciudadanos se ha desplomado, El PSOE ha caído en picado obteniendo los peores resultados desde su fundación (Rodríguez Zapatero podrá decir ufano: “Otros vendrán que bueno me harán”). Unidos Podemos que aspiraba a adelantar el PSOE, se ha quedado, como se suele decir: “Con la miel en los labios pero sin probarla”.

De manera que a la situación que nos abocaron estos nefastos políticos, ha sido aún peor que la del 20 de diciembre.

Pero no hay manera, no hay forma de hacerles entender que están al servicio de los que les pagan el sueldo, es decir, de los que les consiguen su puesto de trabajo.

Los presupuestos están si aprobar, la inversión, por la inseguridad reinante, se retrae, la prima de riesgo no está tan boyante como en otras ocasiones. En resumen el País anda de manga por hombro.

¿Hay alguien que piense que esto les importa un comino a nuestros políticos? Nada de eso. Ellos van a su apaño, a su avío, a solucionar sus indignantes miserias, sin tener en cuenta que los ciudadanos, que son los que los mantienen en el pesebre, necesitan una urgente, pronta y rápida solución.

Pero a ellos ¿Qué más le da? Ellos a su artesa, a seguir disfrutando sus inmerecidas prebendas, y el pueblo que se fastidie, ¡que no los hubiesen elegido!

¿Qué significamos los ciudadanos para ellos? Solamente un voto que, una vez conseguido, quien se lo ha otorgado tiene el mismo poder que el papel que se utiliza para pulir las posaderas.

El Rey va nuevamente a iniciar la rueda de consultas, pero el PSOE, o mejor aún, Pedro Sánchez, sigue oculto y empecinado en que no se forme un Gobierno como España necesita. Ciudadanos deja caer la responsabilidad en el partido mencionado, y así, unos por otros, la casa sin barrer. En una palabra, estamos en la misma situación que después de las elecciones de diciembre ppdo. Por ello Rajoy ya ha manifestado que, si no cuenta con los apoyos suficientes y necesarios, ni intentará siquiera presentar candidatura.

Cosa, por lo demás, lógica, pues pensará que, para hacer el ridículo y ser el muñeco de Pimpampum al que le lluevan todos los pelotazos, no estará dispuesto a ello.

De continuar la situación así nos llevarán a unas terceras elecciones, por la cortedad de miras, el desprecio a los ciudadanos y, por ende a España, que serán desastrosas para nuestro País. Tan funestas que, según he oído, por una encuesta realizada por el Diario El Mundo, el cuarenta por cieno de los españoles no concurrían a las elecciones por el hartazgo de ruindad a la que nos tienen sometidos. ¿Eso es lo que desean estos hombres que se dicen de Estado?

Al Mahatma Gandhi se le atribuye la siguiente frase: “Si hay un idiota en el poder es porque los que lo eligieron están bien representados".

Yo creo que si hubiese conocido a los políticos que tenemos, jamás la hubiese pronunciado.