Ya llevamos casi una semana de campaña electoral y todavía no hemos visto nada nuevo, ni una sola propuesta innovadora, en los parlamentos de los políticos. Es normal, al fin y al cabo se presentan con los mismos “caretos” y con el mismo programa que llevaban hace seis meses. Nada nuevo bajo el Sol, y los ciudadanos, cada día más, tenemos la impresión de que hemos perdido seis meses discutiendo si eran galgos o podencos, seis meses en los que la ciudadanía no hemos notado para nada la falta de un Gobierno estable, y, siempre con una mirada irónica, seis meses en los que, tal vez, España ha funcionado sin necesidad de unos gobernantes que, con Rajoy a la cabeza, durante los últimos cuatro años para lo único que han servido ha sido para llevar el país a la mayor cuota de endeudamiento público conocida. En eso, en endeudarse, Mariano Rajoy y toda la muchachada de la gaviota carroñera han demostrado ser unos campeones.

Y a pesar de que durante toda una legislatura el Partido Popular ha sido el perejil de todas las salsas de la corrupción patria, sus fieles votantes, ciegos, mudos y sordos seguirán ofrendándoles sus votos en las urnas. En España todavía queda una parte importante de la ciudadanía, incluidos obreros, inmersos en el franquismo sociológico que, aunque cada día desde las filas comandadas por Mariano Rajoy se les meen encima y les digan que está lloviendo, seguirá votando a la derecha, y en España la derecha más recalcitrante, franquista y más derechona sigue estando representada por la muchachada de la gaviota carroñera.

Tal vez las encuestas que estos días se vienen publicando se equivoquen, lo veo difícil, aunque en época electoral todo es posible. Y los sondeos nos dicen que el triunfo electoral volverá a ser para el PARTIDO POPULAR, lo mismo que pasó hace seis meses, luego vienen los segundones, esos de los que nadie se acuerda pasado un tiempo. Y estos segundones son PODEMOS y el PSOE, tanto monta monta tanto Sánchez como Iglesias porque los de la rosa marchita y el puño abierto se puedan dar con un canto en los dientes si quedan como quedaron el 20-D, es decir deteniendo la caída en picado que sufrieron en las últimas elecciones, mientras que los del sosias del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, siguen intentado conseguir los votos de la izquierda, e incluso los del nacionalismo valenciano, gallego, vasco y catalán- últimamente su líder presume de ser el único que ha “derrotado” a los nacionalistas- ofreciendo como muleta torera y engañosa en unos casos un referéndum que es consciente y sabedor que nunca se podrá celebrar y en otro la constitución de grupos propios como ofreció a catalanes y valencianos el 20-D sabiendo que la legislación y el reglamento de las Cortes lo prohibía. Pero siempre hay tontos útiles a los que engañar.

Ciudadanos es la marca blanca del PARTIDO POPULAR, a pesar de sus intentos de disfraz que nadie cree, pagará su intento de llegar al poder mediante un extraño matrimonio con la socialdemocracia y el PSOE, cada vez más en declive, pagará caro su intento de gobernar el país con la ayuda de CIUDADANOS, un partido sin ideología y situado a la extrema derecha aunque se disfracen de liberales.

Por tanto, o se produce un milagro y el PSOE, su virreina de Andalucía y los “barones” provinciales se ponen de acuerdo y, si las encuestas son ciertas, forman un Gobierno con PODEMOS o España volverá a tener al frente durante cuatro años más a ese ínclito y fiel lector del MARCA llamado Mariano Rajoy.

Sé que hay mucha gente de izquierdas que, harta de que le tomen el pelo, no quiere acudir a las urnas el próximo 26-J, yo les aconsejaría que, aunque tengan que votar tapándose la nariz vayan a votar, costó mucho, incluso muertos, que en España se pudiera votar libremente y no podemos dejar de ejercer este poder democrático ni dejar en manos de los herederos del franquismo, el PP y Ciudadanos, las riendas de este país. Hagamos con los votos que las elecciones no sean un nuevo día de la marmota y que “o Rajoy, o Mariano” tan sólo haya sido el título de este artículo.