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Etiquetas | Sexo | Hombres | Relaciones

Los hombres también fingen

El problema es una cuestión de falta de información y de comunicación sexual
Ana de Calle
lunes, 23 de mayo de 2016, 01:08 h (CET)
¿Entonces los hombres también fingen? Parece ridículo pero es así. Javier no es el único caso que he visto. No es muy frecuente, es mucho más difícil para ellos, pero en consulta he conocido hombres que lo han hecho a veces y otros que llegaron a ser verdaderos expertos.

No es tan fácil fingir, porque un hombre no puede estar en erección si no se excita antes. Quizá puede pero para eso necesita doping o algún artilugio mecánico. Claro, puede fingir que tiene un orgasmo, sobre todo si usa preservativo.

¿Es que sólo lo hacen los que tienen dificultades para llegar al orgasmo con su pareja? No. Conozco a hombres que lo hacen cuando sienten que pierden la erección, no están disfrutando de la relación o les duele. Como vemos los hombres y las mujeres no nos diferenciamos tanto. También ellos pueden estar tentados de mentir cuando quieren acabar con un encuentro que no les gusta o para dejar en paz a la pareja. Claro las desventajas de interpretar en la cama son similares a las nuestras.

Si la relación sexual es mecánica se hace aburrida, y si es larga puede que algunas mujeres decidan fingir. También si el hombre es eyaculador precoz y otra cuando tiene eyaculación retardada que la mujer no disfruta estimulando a su compañero con todo lo que se le ocurre y entra en un estado de ansiedad. El problema es una cuestión de falta de información y de comunicación sexual. Muchos de los hombres que acuden a la consulta y que no pueden eyacular, el problema lo tienen con sus parejas sexuales. Incluso algunos el problema aparece con algunas parejas y no con otras.

Pero lo más común es encontrar a hombres que sí eyaculan delante de sus parejas masturbándose o con sexo oral, y que sólo tienen problemas para eyacular durante el coito.

Recuerdo el caso de Andrés de 32 años y Marta llegaron a mi consulta tras seis años de relación, cinco de noviazgo y uno de casados. Él nunca ha disfrutado, me dice Marta. Durante las relaciones sexuales conmigo no le he visto nunca eyacular ¿Cómo lo vivo yo? Basta imaginarlo. Los comentarios con mis amigas son todo lo contrario... Y señala, para mi es muy frustrante tener sexo con Andrés. Yo no tengo problemas para llegar, pero luego la relación se eterniza y nada de nada. Andrés me comenta muchas veces que yo le gusto y disfruta de lo que hacemos, me cuesta creerle y yo creo que no disfruta. Me he aguantado mucho tiempo pero ahora quiero hijos, pero así no vamos a poder.

Él me dice no es que no quiera tener sexo normal, y poder a veces llegar con ella, y seguro que es más placentero que llegar solo. Reconozco que a menudo pienso que si queremos tener hijos de forma natural no me queda otra que eyacular dentro de ella. Yo me encontraba bien lo que quería es que ella me entendiera, que yo sólo quiero que ella disfrute, porque en realidad yo también disfruto con ella aunque no pueda eyacular.

Empecé a pasarlo mal cuando ella insistía en que eyaculara. Lo que teníamos ya no le valía. Yo entraba en un estado de ansiedad cuando en medio de una relación sexual ella me decía al oído "quiero sentir cómo eyaculas dentro de mí" y cosas parecidas. Y lo que ella creía que me excitaba provocaba en mi tensión, me agobiaba. Y llegó un momento en que Marta me dijo que no me entendía que le pasaba, si es que ella no le gustaba. Lo peor fué una época en la que se echaba a llorar cuando yo decidía parar.

Y continuaba Andrés: era terrible ver cómo cambiaba de postura o me hacía sexo oral durante mucho tiempo y continuaba diciéndome cosas al oído. Todo esto iba creciendo y cada vez yo estaba peor. Tenía muchas tentaciones de volver a fingir pero nos prometimos no volver a hacerlo.

Os cuento que más allá del sexo en la relación de Andrés y Marta había algo que llamaba la atención. Andrés decía que ella era toda su vida, lo repetía una y otra vez, no sólo con sus palabras. Era ella quién escogía el horario de las citas, la que le llamaba, incluso ponía palabras que él no había dicho. Al preguntarle por su día a día, reafirmó los roles que yo había percibido en la terapia. Andrés se dejaba llevar por ella todo le parecía bien. Marta corroboraba lo fácil que era estar con él.

Es curioso que por sistema los casos de anorgasmia masculina, que no tienen origen físico, suelen presentar modelos parecidos no sólo por ser algo tímidos, pero sí el ser claramente quien lleva los pantalones en la relación. Yo no pienso que sean ellas las culpables, ni que ellos no hagan valer su opinión. Sí sabemos que hay mujeres sargento y hombres pusilánimes, no me refiero a esto. Lo que ocurre es que ellas llevan el mando y ellos ceden a sus gustos porque aprendieron a dárselo todo. Todo, excepto su propio placer.

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