Otra vez tenemos a nuestros políticos con la eterna discusión de si son galgos o podencos.
Ante la amenaza yihadista los partidos políticos más importantes de España han llagado a un acuerdo para poner todos los medios posibles con objeto de vigilar y controlar a los potenciales asesinos para que nos causen el menor mal posible, pero tanto Pedro Sánchez como los dirigentes de otras formaciones están de acuerdo con este pacto siempre que no se mermen las libertades individuales.
A los ciudadanos normales que componemos casi el cien por cien de esta País lo que más nos preocupa es nuestra seguridad. Queremos tener la tranquilidad de que si entramos en un supermercado, iglesia, autobús, tren o en cualquier otro lugar lo podemos hacer sin miedo y sin preocupación de que algún malvado terrorista cargado de explosivos se inmole en nombre de Alá, al mismo tiempo que acaba con la vida de la mayoría de los que estemos en su entorno.
Parece ser que nuestros dirigentes no se dan cuenta, o no quieren, de que les pagamos el sueldo con nuestros impuestos para que, entre otras cosas, yo la considero la más importante, velen por nuestra seguridad.
Ciertamente los españoles tenemos muchos, graves y grandes problemas: paro, en primer lugar, la anhelada salida total de la crisis, corrupción, el hacha de ETA, que, aunque ahora está tranquila, siempre la encontraremos amenazante, etc. etc..
Creo que la mayoría de los españoles estamos dispuestos a sacrificar parte de nuestras libertades en aras de una seguridad lo más firme y contundente posible.
Cualquier ciudadano normal y de sanas intenciones utiliza los medios de comunicación para hablar con sus familiares, amigos u otras personas para intercambiar impresiones, gustos, preguntas y cosas así, por lo que supongo que le dará un bledo que escuchen lo que habla ya que no tiene nada que ocultar.
A las que preocupa que las vigilen es a las personas de mal vivir: terroristas, traficantes de drogas, ladrones de guante blanco y negro, en fin a todos aquellos que se mueven fuera de la ley, y por ello no quieren ser objeto de vigilancia de las Fuerzas del Orden Público.
Cuentan que a Otto Bismarck le preguntaron que qué país era el mas fuerte del mundo. Contestó para extrañeza de todos que España, porque los españoles llevaban cincuenta años queriendo destruirla y no lo habían conseguido. Eso fue en el siglo XIX, hoy en el XXI seguimos igual.
Cuando veo a nuestros políticos discutir más por sus intereses de partido que por los nuestros se me viene ante los ojos el cuadro de Goya en el que dos mozarrones se pelean a garrotazos.
Los terroristas que han cometidos los últimos crueles asesinatos se han paseado impunemente por nuestra España, se han movido con entera libertad, pudiendo si hubiese sido su objetivo cometer un desastre irreparable, cualquier día lo harán.
Hemos visto, lo han repetido varias veces, por televisión a un terrorista diciendo que tienen que conquistar España porque es la tierra de sus antepasados. Ese es un mandato expreso de Mahoma al que cierta ocasión lo vieron mirando a Occidente, y, al preguntarle que qué observaba, contestó que en el Algarbe había una tierra que era voluntad de Alá que perteneciese a los islamitas.
Lo consiguieron, pero fueron expulsados, aunque siguen con la misma obsesión.
A ver si nuestros políticos se enteran de una santa vez que el enemigo está dentro de España, de Europa, que le pregunten a los Belgas, después de lo de Francia, que su misión es, por encima de todo procurarnos seguridad, pues sin ella no se puede realizar ninguna otra actividad.
Que tomen ejemplo de Francia, se unan en piña y dejen de discutir si son galgos o podencos.
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