Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Buñuelos de viento

La decadencia de Jiménez Losantos

Pedro de Hoyos
Pedro de Hoyos
jueves, 31 de julio de 2008, 09:33 h (CET)
A veces hasta parece que la Justicia funciona y todo. Bueno, en realidad funcionará siempre, supongo, menos para los que pierden. El caso es que sentencias como la que condena a Federico Jiménez Losantos me reconforta. Jamás nadie manipuló los micrófonos como él, jamás nadie tronó tan fieramente como él, jamás nadie osó ofender a la profesión periodística como él, jamás nadie utilizó tan torticeramente los micrófonos como él.

Lo que él hacía y seguirá haciendo durante un tiempo, me temo, es cualquier cosa menos periodismo serio y objetivo. Periodismo basura, vaya. Pretender que un partido político evolucione como a ti te da la gana, vote como tú quieras y decida lo que tú quieras es pretensión demasiado grande para tal personaje. Más, mucho más poder que Jiménez tiene la familia Polanco y siempre supo disimular taimadamente pretensiones semejantes a las del ¿periodista? turolense. Incluso a ellos, después de tantos años, empieza a irles mal, Zapa les ha hecho un feo y ellos corresponden de vez en cuando con, todavía, pequeñas andanadas contra el Gobierno.

España es país de grandes comunicadores radiofónicos, que la justicia coloque en su sitio a quien ha pervertido su función, endiosándose y creyéndose con posibilidades de dirigir un país desde los micrófonos es cosa buena y reconfortante. Que tomen nota sus superiores. Me gustaría escuchar por las ondas de su emisora la lectura del texto de la sentencia. Afortunadamente tengo mejores cosas que hacer. Me conformaré con ser testigo de la decadencia del personaje, amén Jesús, o al menos de sus salida de la emisora episcopal.

Alabada sea la Justicia.

Noticias relacionadas

La escritura es un acontecimiento ontológico o, lo que es lo mismo, una expresión de realidades y a la vez es una forma de fijar el pensamiento, el conocimiento, las sensaciones, las emociones, etc. También es una especie de archivo de la memoria, con todo lo que eso supone. En realidad, como se sabe ya desde la antigüedad es una extensión del lenguaje hablado. Además, es una forma de ser en el mundo.

Migrantes. Es lo último en apelativos orientados a retorcer el lenguaje para tornarlo ariete ideológico. Parecen no venir ni emigrar desde ningún lado, ni dirigirse, inmigrando, a otro lugar concreto y delimitado, como si estuviesen sometidos a una suerte de movimiento pendular perpetuo que solo se detendrá al legalizarlos en algún sitio. Existen asuntos sensibles sobre los cuales parece que está prohibido debatir, o al menos hacerlo con racionalidad y argumentos.

¿Qué supone eso de enfrentarse cada día a los sucesivos retos de la vida? La versión de la respuesta siempre será personal, aunque los matices particulares aparezcan entreverados con las oleadas procedentes de la comunidad. Son tantos los factores implicados, que la rutina atenúa el sofoco de atender a todos ellos; con el inconveniente de prescindir de algunos conocimientos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto