En los últimos años, las iniciativas de “emprendimiento” o “emprendedores” han tenido un intenso auge. Este fenómeno se ha producido principalmente por varios factores. En primer lugar, la reducción de empleo, y por tanto, el aumento de la competitividad en el mercado laboral, lo que ha llevado a que muchos jóvenes -con escasas posibilidades- hayan desarrollado sus propios negocios. En segundo lugar, porque trabajadores que han perdido sus empleos y procedentes de distintos sectores también se han convertido en autónomos o en sus propios jefes para garantizar su empleo. Esto ha llevado a que un recurso de conocimiento especializado -el de los antiguos empleados y los emprendedores más jóvenes- se haya puesto a disposición del mercado de bienes y servicios en multitud de ámbitos y sectores.
Si bien, la decisión sobre el sector y el tipo de negocio a desarrollar representa un paso crucial, es decir, el momento de alumbramiento de un proyecto y su puesta en práctica. A lo que también hay que añadir el valor añadido que se intenta ofrecer a través de las plataformas de las redes sociales. Un buen ejemplo de cómo adoptar dicha decisión y su posterior implementación se ha observado recientemente en empesas como Valor Top, donde un grupo de jóvenes entusiastas del mercado tecnológico y de las redes sociales han aportado -y aportan- lo mejor de ambas vertientes para satisfacer distintas necesidades de los consumidores.
Esta empresa no sólo decidió ofrecer un servicio de venta de productos electrónicos, sino que además ha rentabilizado la red con la edición de un blog divulgativo sobre las características, sistemas tecnológicos y diferencias de precios de dichos productos. De esta forma, Valor Top pone al alcance de los consumidores una información que, dispersa en la red, permite mejorar la decisión de compra, a qué precio y enfocados a satisfacer unas necesidades cada vez más concretas. Y es que, el mercado tecnológico se caracteriza fundamentalmente por satisfacer las mismas necesidades, pero con una metodología distinta. El mercado de teléfonos móviles y el mercado informática son claros ilustradores de esta dinámica.
En este sentido, emprender o aventurarse en el emprendimiento no puede ser interpretado -como se ha hecho creer muchas veces- como un salto de trampolín hacia un posible vacío. Al contrario, la fase de decisión y la inteligencia aplicada a la pertinencia del proyecto y su futurible éxito son claves fundamentales. Algo que se puede mostrar con el ejemplo de los compañeros de ValorTop. Lo que ha valido para que haya sido seleccionados para la tercera edición del programa de la Lanzadera, dirigido por Juan Roig.