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Psicología y sexualidad
Etiquetas | Pareja | Convivencia
Pequeñas dificultades

Qué causas marcan la convivencia en pareja

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Es bien sabido que ciertas personas se desempeñan bien si sus compañeros no les producen trastornos, y su sexualidad se deteriora con otros que les provocan angustia. Mientras que si una persona mantiene relaciones con una pareja frustrante, excesivamente exigente, demasiado inhibida o con alguien que le intimida, lo más fácil que sus reflejos sexuales no sean espontáneos, aunque no aparezcan desórdenes sexuales profundos.

Masters y Johnson (1970) contribuyeron notablemente a la sexología por eso llamaron la atención sobre la causa de la dificultad sexual que vive una pareja, y que tiene que ver con la comunicación que preside la armonía en su convivencia. Ellos llegaron a afirmar que "el paciente es siempre la pareja" dando a entender que los dos compañeros están igualmente involucrados en el asunto. Afirmaban que la terapia ha de ser de pareja, y se dirige a resolver los fallos sexuales de ambos como un todo.

Hay personas que padecen eyaculación precoz o no pueden conseguir el orgasmo a pesar de que entre ellos existe una buena relación con sus muchos compañe@s. Luego el síntoma no es un problema de la convivencia actual, nos habla de desarmonía y desarreglos que son de origen psíquico. En la mayoría de los casos son la causa de la disfunción sexual lo que no es raro, porque la persona afectada es víctima de problemas en sus relaciones de pareja y él mismo más tarde puede coartar la relación sexual.

Si una persona ha funcionado hasta ahora bien en el sexo pero un buen día, ocurre que un nuevo compromiso con un compañero desfavorable, frío... empieza a sorprenderle porque su erección no es tan firme como solía ser. Y no experimenta ninguna sensación erótica. Este caso es claramente atribuible a su relación convivencial, y representa al miembro de la pareja que no padece los síntomas pero tiene interés en sabotear la sexualidad de su compañero que sí los padece.

Hay parejas que se estiman y mantienen una convivencia agradable pero tienen desórdenes en la sexualidad. Su interacción amorosa no es apropiada. No tienen experiencia o su idea del sexo es errónea. El hombre no sabe cuánto tiempo dedicar a los juegos previos para que su mujer se excite o no conoce la importancia del clítoris y su estimulación para conseguir el orgasmo. Otras es la mujer la que no sabe que su compañero prefiere la felación o que él siente angustia ante su desempeño sexual, o es que vive el periodo refractario... que se da después de eyacular. También puede ser que la pareja se centre demasiado en el orgasmo y olvide su placer sexual.

Estas pequeñas dificultades se pueden agrandar y llegar a ser disfunciones sexuales graves si uno de los dos una carece de aptitudes para la comunicación, ni la información necesaria para impedir que con rapidez se deteriore el problema sexual. En estos casos el pronóstico de una Terapia Sexual es lo adecuado. Pero si después de la evaluación el sexólogo debe estar alerta porque lo que puede parecer una deficiencia técnica o de comunicación puede ser una forma de expresar hostilidades o angustias profundas que sólo se pueden resolver dentro de una Terapia Psicosexual.

Algunas veces entrevisto a parejas en la consulta que dicen estar en sincronía en sus fantasías sexuales. Los que responden a la fantasía sexual del otro suelen sentirse satisfechos con su vida sexual. Aunque si sus fantasías sexuales no son complementarias porque los dos quieren que les dominen... como si él desea sexo anal y a ella le repugna... Si la mujer es gorda y el varón ha idealizado una mujer delgada, si a la hembra le gusta el hombre activo pero su compañero es pasivo, si ella es monógama y él desea cambios de pareja, entonces peligra la convivencia en el aspecto sexual, aunque se lleven bien y la vida cotidiana sea armoniosa.

La Terapia Sexual puede establecer nuevos vínculos si la pareja está dispuesta a aceptarlos. Si se quieren se adaptarán a los deseos y apetencias respectivos. Pero si la mujer no se excita cuando él pone a veces una película erótica, y él la da el tiempo necesario y muestra su afecto y su cariño, y la acaricia lentamente aunque para él no sea tan satisfactorio... Además el Terapéuta debe asegurarse e informarse de las fantasías sexuales de cada uno dentro del marco de la vida en pareja, para que establezcan compromisos eficaces cuando las fantasías sexuales de una pareja, que es feliz, no sean complementarios.

Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
+34 639 555 994
Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo'

Qué causas marcan la convivencia en pareja

Pequeñas dificultades
Ana de Calle
martes, 19 de mayo de 2015, 22:58 h (CET)
Es bien sabido que ciertas personas se desempeñan bien si sus compañeros no les producen trastornos, y su sexualidad se deteriora con otros que les provocan angustia. Mientras que si una persona mantiene relaciones con una pareja frustrante, excesivamente exigente, demasiado inhibida o con alguien que le intimida, lo más fácil que sus reflejos sexuales no sean espontáneos, aunque no aparezcan desórdenes sexuales profundos.

Masters y Johnson (1970) contribuyeron notablemente a la sexología por eso llamaron la atención sobre la causa de la dificultad sexual que vive una pareja, y que tiene que ver con la comunicación que preside la armonía en su convivencia. Ellos llegaron a afirmar que "el paciente es siempre la pareja" dando a entender que los dos compañeros están igualmente involucrados en el asunto. Afirmaban que la terapia ha de ser de pareja, y se dirige a resolver los fallos sexuales de ambos como un todo.

Hay personas que padecen eyaculación precoz o no pueden conseguir el orgasmo a pesar de que entre ellos existe una buena relación con sus muchos compañe@s. Luego el síntoma no es un problema de la convivencia actual, nos habla de desarmonía y desarreglos que son de origen psíquico. En la mayoría de los casos son la causa de la disfunción sexual lo que no es raro, porque la persona afectada es víctima de problemas en sus relaciones de pareja y él mismo más tarde puede coartar la relación sexual.

Si una persona ha funcionado hasta ahora bien en el sexo pero un buen día, ocurre que un nuevo compromiso con un compañero desfavorable, frío... empieza a sorprenderle porque su erección no es tan firme como solía ser. Y no experimenta ninguna sensación erótica. Este caso es claramente atribuible a su relación convivencial, y representa al miembro de la pareja que no padece los síntomas pero tiene interés en sabotear la sexualidad de su compañero que sí los padece.

Hay parejas que se estiman y mantienen una convivencia agradable pero tienen desórdenes en la sexualidad. Su interacción amorosa no es apropiada. No tienen experiencia o su idea del sexo es errónea. El hombre no sabe cuánto tiempo dedicar a los juegos previos para que su mujer se excite o no conoce la importancia del clítoris y su estimulación para conseguir el orgasmo. Otras es la mujer la que no sabe que su compañero prefiere la felación o que él siente angustia ante su desempeño sexual, o es que vive el periodo refractario... que se da después de eyacular. También puede ser que la pareja se centre demasiado en el orgasmo y olvide su placer sexual.

Estas pequeñas dificultades se pueden agrandar y llegar a ser disfunciones sexuales graves si uno de los dos una carece de aptitudes para la comunicación, ni la información necesaria para impedir que con rapidez se deteriore el problema sexual. En estos casos el pronóstico de una Terapia Sexual es lo adecuado. Pero si después de la evaluación el sexólogo debe estar alerta porque lo que puede parecer una deficiencia técnica o de comunicación puede ser una forma de expresar hostilidades o angustias profundas que sólo se pueden resolver dentro de una Terapia Psicosexual.

Algunas veces entrevisto a parejas en la consulta que dicen estar en sincronía en sus fantasías sexuales. Los que responden a la fantasía sexual del otro suelen sentirse satisfechos con su vida sexual. Aunque si sus fantasías sexuales no son complementarias porque los dos quieren que les dominen... como si él desea sexo anal y a ella le repugna... Si la mujer es gorda y el varón ha idealizado una mujer delgada, si a la hembra le gusta el hombre activo pero su compañero es pasivo, si ella es monógama y él desea cambios de pareja, entonces peligra la convivencia en el aspecto sexual, aunque se lleven bien y la vida cotidiana sea armoniosa.

La Terapia Sexual puede establecer nuevos vínculos si la pareja está dispuesta a aceptarlos. Si se quieren se adaptarán a los deseos y apetencias respectivos. Pero si la mujer no se excita cuando él pone a veces una película erótica, y él la da el tiempo necesario y muestra su afecto y su cariño, y la acaricia lentamente aunque para él no sea tan satisfactorio... Además el Terapéuta debe asegurarse e informarse de las fantasías sexuales de cada uno dentro del marco de la vida en pareja, para que establezcan compromisos eficaces cuando las fantasías sexuales de una pareja, que es feliz, no sean complementarios.

Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
+34 639 555 994
Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo'

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