Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Columna humo

Miembros y miembras

|

La política es pose, apariencia, es una foto detrás de una cinta de inauguración. Es vanidad, artificio; es voz impostada, palabra hueca. La política es un gesto de cara a la galería, es una sonrisa y una imagen para los seguidores.

Y todo ello, toda esa falsedad, toda ese truco, esas artimañas, van encaminada a deslumbrarnos y conseguir nuestro voto. Todo lo demás debe someterse a ello. Incluso la realidad. Incluso el lenguaje. Todo es utilizable, manipulable, para conseguir el resultado apetecido. El neolenguaje, Orwell, 1984.

Así la amnistía fiscal que hoy ha reconocido el despiste del gobierno se enmascara bajo el engaño verbal que apetezca, que venga bien o que pille más a mano del político con micrófono. Y si hay que destrozar el lenguaje para mantenerse en sus trece se le destroza. Aunque se trate del castellano, de “la más hermosa lengua que vieron los siglos”. Payasos baratos, demagogos de barrio.

Vuelve el PSOE por donde solía. “Miembras” ha dicho el que pretende regir la vida de España a partir de noviembre próximo. Y disimula el desliz, el error, la traición de subconsciente progre diciendo que era un juego, una bromita. Chabacano, barriobajero. Todo sea, incluso provocar la risa del ciudadano, por mantener el neolenguaje oficial de la hipócrita progresía. Se supone que si usamos este invento nos convertimos automática e inevitablemente en feministas, aunque al llegar a casa esclavicemos a “la propia” a base de “traeme las zapatillas que estoy muy cansado”. Feministas de salón. Fantoches de micrófono.

Son personajes fatuos, artificiosos, hueros, a los que no importan los medios con tal de alcanzar su fin. Todo vale, incluso manipular la inteligencia del votante que cree que Belén Esteban es una heroína, que Kiko Rivera y sus pantojos son seres humanos dotados de inteligencia, votantes mediocres que confunden el sentido común con los estereotipos más zafios e inteligencia con barriobajez emocional . Pero cuyo voto vale tanto como el de cualquier científico, investigador o lingüista.

Miembros y miembras, váyanse a paseo, respeten el castellano y dejen de manipular la memez emocional de aquellos votantes que no tienen dos dedos de frente. La política es una tarea mucho más seria que ustedes. Háganse a un lado.

Miembros y miembras

Pedro de Hoyos
miércoles, 22 de abril de 2015, 23:32 h (CET)
La política es pose, apariencia, es una foto detrás de una cinta de inauguración. Es vanidad, artificio; es voz impostada, palabra hueca. La política es un gesto de cara a la galería, es una sonrisa y una imagen para los seguidores.

Y todo ello, toda esa falsedad, toda ese truco, esas artimañas, van encaminada a deslumbrarnos y conseguir nuestro voto. Todo lo demás debe someterse a ello. Incluso la realidad. Incluso el lenguaje. Todo es utilizable, manipulable, para conseguir el resultado apetecido. El neolenguaje, Orwell, 1984.

Así la amnistía fiscal que hoy ha reconocido el despiste del gobierno se enmascara bajo el engaño verbal que apetezca, que venga bien o que pille más a mano del político con micrófono. Y si hay que destrozar el lenguaje para mantenerse en sus trece se le destroza. Aunque se trate del castellano, de “la más hermosa lengua que vieron los siglos”. Payasos baratos, demagogos de barrio.

Vuelve el PSOE por donde solía. “Miembras” ha dicho el que pretende regir la vida de España a partir de noviembre próximo. Y disimula el desliz, el error, la traición de subconsciente progre diciendo que era un juego, una bromita. Chabacano, barriobajero. Todo sea, incluso provocar la risa del ciudadano, por mantener el neolenguaje oficial de la hipócrita progresía. Se supone que si usamos este invento nos convertimos automática e inevitablemente en feministas, aunque al llegar a casa esclavicemos a “la propia” a base de “traeme las zapatillas que estoy muy cansado”. Feministas de salón. Fantoches de micrófono.

Son personajes fatuos, artificiosos, hueros, a los que no importan los medios con tal de alcanzar su fin. Todo vale, incluso manipular la inteligencia del votante que cree que Belén Esteban es una heroína, que Kiko Rivera y sus pantojos son seres humanos dotados de inteligencia, votantes mediocres que confunden el sentido común con los estereotipos más zafios e inteligencia con barriobajez emocional . Pero cuyo voto vale tanto como el de cualquier científico, investigador o lingüista.

Miembros y miembras, váyanse a paseo, respeten el castellano y dejen de manipular la memez emocional de aquellos votantes que no tienen dos dedos de frente. La política es una tarea mucho más seria que ustedes. Háganse a un lado.

Noticias relacionadas

Un 6 de mayo de 1931, se inició una controversia en Washington entre el representante diplomático paraguayo Pablo Max, y el boliviano Enrique Finot. La controversia era derivación de la llegada a Paraguay de dos cañoneras gemelas para fortalecer su Armada, procedentes de Génova, Italia.

Las protestas estudiantiles pro-palestinas en Estados Unidos, ¿harán caer la postura de Washington en la tierra de Israel-Palestina? Sin duda, puede influir en la no reelección de Biden, y en la política de Oriente próximo. Fruto de las acciones internacionales, Joe Biden y Estados Unidos aumenta la presión sobre su aliado Benjamin Netanyahu: ellos son los actores principales de esa tensión que se está produciendo.

Desde sus orígenes, los usuarios del poder, para reforzar su papel dominante, han acudido a la doctrina. Su efectividad ha quedado debidamente acreditada a lo largo de la historia. De tal manera que no ha habido poder duradero sin que intervenga la doctrina, aportando ese matiz legitimador que la caracteriza.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto