| ||||||||||||||||||||||
|
|
¿Quién nos iba a decir a nosotros, los “españoles de nuevo cuño”, es decir, a los que fuimos protagonistas y testigos de la implantación de la democracia a partir de la Constitución Española de 1978 que estableció (con el 87’79 % de votos positivos) una monarquía parlamentaria, basada en la soberanía nacional y el estado democrático de derecho que, 47 años después íbamos a sufrir un “singular” gobierno repleto de antipatriotas y huidos?
Proliferan por doquier las banderas, pancartas y pegatinas con el lema FREE PALESTINE, en clara reivindicación de una supuesta «liberación» de la gente que vive en ese territorio que la historia ha dado en denominar Palestina. Y considera este autor que «liberar» dicha zona es una de las peores ideas contemporáneas, a menos, claro está, que se esté dispuesto a defender el genocidio (este sí) del contenido humano del Estado de Israel primero, y de todos los judíos después.
Cada verano, España vuelve a contar sus heridas en hectáreas quemadas, pueblos evacuados y ecosistemas destruidos. Este 2025 no ha sido la excepción, cientos de miles de hectáreas arrasadas en pocas semanas confirman que los incendios forestales se han convertido en la gran emergencia ambiental de nuestro país. Pero lo más grave no son solo las llamas, sino la sensación de sinsentido y abandono que rodea la gestión de esta tragedia.
|