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Los socialistas valencianos incluyen en su lista autonómica por Valencia a Fernando G. Delgado y Carmen Amoraga. La número 1 será María José Mira, del sector de la Discapacidad

Tras Gabilondo, Fernando Delgado

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Es previsible que en breve arda el ‘Régimen’ valenciano, en el que durante los últimos 20 años ha valido casi todo; no será en las inminentes fallas, sino en la pira electoral preparada para el domingo 24 de mayo, de la que parece que Alberto Fabra no se podrá librar, ni siquiera, en calidad de ‘ninot indultat’.

Y a pesar de los negros nubarrones que amenazan al decadente Partido Popular valenciano, las cosas no pintan excesivamente bien, a fecha de hoy, para los tres partidos que hace un año parecían llamados a protagonizar el cambio, gobierno de progreso mediante: PSPV-PSOE, Esquerra Unida (IU) y Compromís; la irrupción primero de Podemos, y últimamente de Ciudadanos, nos está acercando a una realidad parlamentaria hasta ahora desconocida, y a los partidos de siempre, al abismo. Así de ingrata es a veces la política.

La decisión final está en manos de los electores, y la responsabilidad en los partidos políticos que concurrirán a las elecciones, que tienen la obligación de presentar programas y candidaturas que ayuden a cambiar la imagen exterior de la Comunidad Valenciana, para que en el resto de España lo valenciano deje de ser sinónimo de corrupción, despilfarro, amiguitos del alma, pijos insoportables con carísimos relojes que corren más rápido a bordo de su estulticia que de sus estupendos Infinitis, aeropuertos convertidos en disparate o ediles afectos al cohecho o al gin tonic.

En esta línea parece estar trabajando el secretario general del Partido Socialista valenciano y candidato a la Presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, que aunque ha decidido encabezar la lista de su formación a Las Cortes Valencianas por la provincia de Castellón, prepara una potente y renovada candidatura para la provincia de Valencia, en la que tendrán cabida algunos vips de reconocido prestigio, como el periodista y escritor, Fernando G. Delgado. El mensaje es claro: frente al latrocinio y la chabacanería, el compromiso, la profesionalidad, la creatividad y una intachable trayectoria.

Aunque tinerfeño de nacimiento y de madrileña carrera (RNE, Telediario de TVE, ‘A vivir que son dos días’ de la SER), Delgado lleva 20 años residiendo en Valencia, periodo en el que entre otros premios, ha obtenido el Planeta (1995) por ‘La mirada del otro’ y hace tan solo unos días, el Azorín de novela (2015), por ‘Sus ojos en mí’.

Junto a Fernando G. Delgado, Carmen Amoraga, periodista y escritora de indudable éxito, que ocupará la tercera posición de la lista socialista por Valencia. Amoraga resultó ganadora del Premio Nadal en 2014 con ‘La vida era eso’, después de haber sido finalista en 2007 de este mismo certamen y del Premio Planeta en 2010.

Pero el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que antes que político fue periodista, no solo ha encontrado la renovación en el campo de las letras; la cabeza de lista por la provincia de Valencia será María José Mira, economista de reconocido prestigio, que hasta ahora había trabajado como directora general de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE); su incorporación se me antoja de capital importancia en un momento como éste, por cuanto supone un destacadísimo guiño al sector valenciano de la Discapacidad, que se encuentra en pie de guerra contra el todavía presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a consecuencia del salvaje e insolidario copago-repago que éste ha impuesto al sector y que está atentando gravemente contra el patrimonio de muchas familias y contra la dignidad de no pocos dependientes; cada día se conocen nuevos casos de familias que sacan de las residencias a sus seres queridos, al no poder seguir pagando el necesario servicio que en ellas llevaban años recibiendo.

Pese a las incertidumbres que apuntan los estudios demoscópicos para los partidos tradicionales, los socialistas valencianos parecen estar dando pasos en la buena dirección. Era necesario abrir las puertas del partido a la sociedad, mirar más allá de las paredes de las sedes de las distintas agrupaciones locales; justo lo que pretende Ximo Puig, que considera imprescindible romper con la eterna y nociva endogamia que, para mal, ha encorsetado al PSPV-PSOE durante lustros. Sería bueno que la militancia siguiera al líder y comprendiera que un carné no hace a nadie ni mejor ni peor; y que los vocablos ‘independiente’ y ‘sospechoso’ nunca han sido sinónimos.

Tras Gabilondo, Fernando Delgado

Los socialistas valencianos incluyen en su lista autonómica por Valencia a Fernando G. Delgado y Carmen Amoraga. La número 1 será María José Mira, del sector de la Discapacidad
Rafa García
martes, 17 de marzo de 2015, 01:05 h (CET)
Es previsible que en breve arda el ‘Régimen’ valenciano, en el que durante los últimos 20 años ha valido casi todo; no será en las inminentes fallas, sino en la pira electoral preparada para el domingo 24 de mayo, de la que parece que Alberto Fabra no se podrá librar, ni siquiera, en calidad de ‘ninot indultat’.

Y a pesar de los negros nubarrones que amenazan al decadente Partido Popular valenciano, las cosas no pintan excesivamente bien, a fecha de hoy, para los tres partidos que hace un año parecían llamados a protagonizar el cambio, gobierno de progreso mediante: PSPV-PSOE, Esquerra Unida (IU) y Compromís; la irrupción primero de Podemos, y últimamente de Ciudadanos, nos está acercando a una realidad parlamentaria hasta ahora desconocida, y a los partidos de siempre, al abismo. Así de ingrata es a veces la política.

La decisión final está en manos de los electores, y la responsabilidad en los partidos políticos que concurrirán a las elecciones, que tienen la obligación de presentar programas y candidaturas que ayuden a cambiar la imagen exterior de la Comunidad Valenciana, para que en el resto de España lo valenciano deje de ser sinónimo de corrupción, despilfarro, amiguitos del alma, pijos insoportables con carísimos relojes que corren más rápido a bordo de su estulticia que de sus estupendos Infinitis, aeropuertos convertidos en disparate o ediles afectos al cohecho o al gin tonic.

En esta línea parece estar trabajando el secretario general del Partido Socialista valenciano y candidato a la Presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, que aunque ha decidido encabezar la lista de su formación a Las Cortes Valencianas por la provincia de Castellón, prepara una potente y renovada candidatura para la provincia de Valencia, en la que tendrán cabida algunos vips de reconocido prestigio, como el periodista y escritor, Fernando G. Delgado. El mensaje es claro: frente al latrocinio y la chabacanería, el compromiso, la profesionalidad, la creatividad y una intachable trayectoria.

Aunque tinerfeño de nacimiento y de madrileña carrera (RNE, Telediario de TVE, ‘A vivir que son dos días’ de la SER), Delgado lleva 20 años residiendo en Valencia, periodo en el que entre otros premios, ha obtenido el Planeta (1995) por ‘La mirada del otro’ y hace tan solo unos días, el Azorín de novela (2015), por ‘Sus ojos en mí’.

Junto a Fernando G. Delgado, Carmen Amoraga, periodista y escritora de indudable éxito, que ocupará la tercera posición de la lista socialista por Valencia. Amoraga resultó ganadora del Premio Nadal en 2014 con ‘La vida era eso’, después de haber sido finalista en 2007 de este mismo certamen y del Premio Planeta en 2010.

Pero el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que antes que político fue periodista, no solo ha encontrado la renovación en el campo de las letras; la cabeza de lista por la provincia de Valencia será María José Mira, economista de reconocido prestigio, que hasta ahora había trabajado como directora general de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE); su incorporación se me antoja de capital importancia en un momento como éste, por cuanto supone un destacadísimo guiño al sector valenciano de la Discapacidad, que se encuentra en pie de guerra contra el todavía presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a consecuencia del salvaje e insolidario copago-repago que éste ha impuesto al sector y que está atentando gravemente contra el patrimonio de muchas familias y contra la dignidad de no pocos dependientes; cada día se conocen nuevos casos de familias que sacan de las residencias a sus seres queridos, al no poder seguir pagando el necesario servicio que en ellas llevaban años recibiendo.

Pese a las incertidumbres que apuntan los estudios demoscópicos para los partidos tradicionales, los socialistas valencianos parecen estar dando pasos en la buena dirección. Era necesario abrir las puertas del partido a la sociedad, mirar más allá de las paredes de las sedes de las distintas agrupaciones locales; justo lo que pretende Ximo Puig, que considera imprescindible romper con la eterna y nociva endogamia que, para mal, ha encorsetado al PSPV-PSOE durante lustros. Sería bueno que la militancia siguiera al líder y comprendiera que un carné no hace a nadie ni mejor ni peor; y que los vocablos ‘independiente’ y ‘sospechoso’ nunca han sido sinónimos.

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