| ||||||||||||||||||||||
|
|
El cierre de Google News, letal para la democracia | |||
Los medios pequeños, que obtienen buena parte de su audiencia con esta herramienta, condenados al ostracismo | |||
| |||
El cierre de Google News el 16 de diciembre y la posible desaparición de Menéame y otros agregadores de noticias es el resultado de un atropello legislativo del Gobierno de consecuencias nefastas para nuestra salud democrática. La imposibilidad de comparar noticias y de obtener diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho de forma rápida y fácil merma la capacidad crítica del ciudadano y significa un menoscabo de su derecho fundamental a la información. Los grandes perjudicados Muchos diarios pequeños y blogs, que obtienen una parte importante de su audiencia gracias a estas herramientas, quedarán condenados al ostracismo y verán reducidos sus ingresos publicitarios. En Diario Siglo XXI un 15% de nuestros lectores procede de agregadores de noticias. Los grandes medios, que controlan las asociaciones de editores que no dudaron en celebrar la Ley de Propiedad Intelectual, serán los únicos beneficiados. Aunque ahora parece que se lamentan de la decisión del gigante de Sillicon Valley. Acuerdo complicado En otros países de nuestro entorno como Francia, Bélgica y Alemania las administraciones públicas, los editores y Google alcanzaron un acuerdo, pero la "irrenunciabilidad" de la tasa que deberán pagar los integradores a partir del uno de enero complica una solución dialogada. |
Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha sentido dentro de sí un anhelo infinito. Como si lleváramos una chispa divina, buscamos lo absoluto, lo eterno, lo perfecto. La Biblia lo expresa en aquella frase originaria: “Seréis como dioses”. Allí se encierra el primer objetivo de la autonomía humana: alcanzar una plenitud que sentimos como posible, aunque no sepamos bien cómo.
Nuestra única defensa contra todo es el amor verdadero. Hay que poner alma en la protección y abandonar las armas. Además, si nos tomamos en serio la concordia, debemos apoyar los nexos que nos unen y hemos de financiar a las instituciones que hacen posible la paz. Por desgracia, las tendencias actuales son alarmantes.
Durante años, a quienes padecen fibromialgia se les ha encasillado injustamente. Se les ha dicho que todo es “cosa del cerebro”, que su dolor es “emocional” o que no pueden rendir igual que antes en trabajos que requieran concentración, creatividad o toma de decisiones. Esta idea no solo es falsa, sino que también cierra puertas y genera un estigma innecesario.
|