Carrera muy interesante la vivida en el GP. de Singapur, el único nocturno de la temporada (con el anochecer de Abu Dhabi), y el más complicado del año para los pilotos por su alto desgaste físico tanto para ellos como para los propios coches. La carrera comenzó con problemas para Nico Rosberg y Kamui Kobayashi, el primero de ellos logró salir desde el pitlane mientras que el japonés no pudo llegar a tomar la salida.

Alonso atacó a muerte durante la salida saltándose incluso la primera curva tras bloquear, se puso segundo aunque devolvió la posición a Vettel para evitar una posible sanción, que de hecho evitó. Trató de contener como pudo al Red Bull de Ricciardo y comenzó la lucha de estrategias. En la primera parada todos pusieron el neumático blando que a priori era el que marcaba mejor ritmo. Los equipos pudieron observar el paupérrimo rendimiento que estaba teniendo Jenson Button con los duros.

En la segunda parada se vio la diferencia entre las estrategias. Los Red Bull optaron por poner el neumático duro tratando de hacer tan solo dos paradas, mientras, Fernando Alonso sabedor de que era más rápido que Sebastian trató de poner el superblando para ganarle la posición, aunque ello significaría hacer una parada más. Hamilton, líder indiscutible de la prueba decidió imitar la estrategia del español ya que no tenía la necesidad de forzar con el neumático duro tantas vueltas. La carrera continuaba con grandes luchas como la de Checo Pérez con Adrian Sutil en la que el alemán cerraba en exceso al mejicano provocando un toque con su alerón que provocó la salida del Safety Car que no falta nunca a la cita nocturna.

El Safety Car hizo a los pilotos variar sus estrategias. Fernando Alonso se vio obligado a entrar sin haber podido conseguir su objetivo por lo que perdió la posición con los dos Red Bull, por contra, Hamilton decidió no entrar y durante muchas vueltas temió perder la victoria (debía lograr un espacio de veintisiete segundos con Vettel con unos neumáticos blandos usados durante veinticuatro vueltas). También Valtery Bottas logró una hazaña similar.

La carrera se relanzó con el inglés metiéndole dos segundos por vuelta al piloto alemán y aunque logró estirar los neumáticos durante treinta y un vueltas, la ventaja no fue suficiente como para salir delante de Vettel, aunque si para hacerlo antes de Ricciardo y Alonso. El inglés logró adelantar al Red Bull en apenas dos vueltas y caminar hacia una nueva victoria que le daría el liderato del mundial por el abandono de su compañero. Por contra, Fernando Alonso atacó a unos Red Bull con los neumáticos sumamente desgastados pero la dificultad de adelantar en el circuito singapurense le impidió subir al cajón del podio, una carrera entretenida marcada por la diversidad de estrategias y en la que una vez más, Alonso, nos hizo soñar.