Desalentados por tener que revelar su identidad, pocos uruguayos se han
apuntado este miércoles en el nuevo registro oficial de
autocultivadores de cannabis que habilitó el país sudamericano para
regular su producción y comercio, un experimento sin antecedentes para
combatir el narcotráfico.
Unas 30 personas se habrían apuntado en la capital, Montevideo, y poco
más de 10 en el resto del país de 3,2 millones de habitantes, de acuerdo
con un sondeo telefónico realizado por la agencia Reuters en las sucursales
estatales del correo uruguayo, donde se tendrán que realizar todas las
inscripciones.
Pese a que la nómina será confidencial, son muy pocos los uruguayos que han rellenado en
este primer día de registro el certificado que los avala a tener hasta seis plantas en su hogar
para consumo con fines recreativos. En el país sudamericano unas 150.000 personas son
consumidores habituales de marihuana, según cifras oficiales.
"Integrar la nómina va desalentar un poco, sí. De hecho, lo está haciendo", dijo tras
inscribirse Gustavo Manfredi, integrante de la Red de Consumidores y Cultivadores de
Cannabis. "El registro no está siendo todo lo veloz que uno se hubiera imaginado", agregó.
Uruguay se convirtió el pasado mes de diciembre en el primer país en legislar sobre toda la
cadena, desde la producción hasta el consumo, al aprobar una ley que le otorga al Estado la
potestad de regular desde la plantación hasta la venta en farmacias a un precio de un dólar
por gramo.
La nueva normativa, una iniciativa del presidente y exguerrillero José Mujica, también
permitirá --además de la producción doméstica-- la conformación de clubes de cultivo de
hasta 45 miembros y un máximo de 99 plantas.
LEGALIZACIÓN
El presidente de Uruguay firmó en mayo el decreto que permite la entrada en vigor de la ley
que regula la producción, venta controlada y consumo de marihuana en el país.
Las autoridades uruguayas calculan que en el país se consumen entre 18 y 22 toneladas de
marihuana al año y el propio Mujica advirtió de que el objetivo no es aumentar estas cifras.
"No es para fomentar que la gente fume más, sino para decirle: acá tienes una ración, pero
no seas gil, cuanto antes sácate esta porquería", declaró el mandatario.
Quienes quieran consumir pueden cultivar en su propio domicilio, comprar en farmacias
habilitadas por el Ministerio de Salud Pública o ser miembros de un 'club cannábico'. Estas
elecciones son excluyentes, de tal forma que quienes planten para consumo personal o
formen parte de un club no pueden acudir a una farmacia.
Las farmacias no están obligadas a vender marihuana y, las que lo hagan, obtendrán un 30
por ciento del beneficio por la venta del producto. El producto no debe estar expuesto al
público. No está permitida la venta del cannabis fuera de los locales indicados ni la compra a
través de Internet.
Cada persona registrada puede comprar en las farmacias hasta 40 gramos al mes, en
envases de un máximo de diez gramos. Cada gramo cuesta entre 20 y 22 pesos uruguayos
(algo más de 60 céntimos de euro).