Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Internacional
Etiquetas | Israel - Palestina | Gaza
¿Dónde están las pruebas del periodista del Post?

The Washington Post distorsiona la verdad

|

Un titular destaca en la edición del Washington Post de hoy: "Netanyahu descarta alto el fuego en Gaza".

Pero en realidad, como muestra un despacho de Reuters esta mañana, el que impide un alto el fuego es Hamás. En lugar de dejar de disparar docenas de proyectiles contra civiles israelíes cada jornada, los terroristas de Hamás prometen seguir adelante. "El brazo armado del movimiento Hamás ha decidido responder a las agresiones israelíes, y advertimos a los vuelos del aeropuerto Ben-Gurión que serán uno de nuestros objetivos hoy, por albergar una base aérea militar", reza la circular citada por Reuters que facilita el grupo islamista Brigadas Izz el-Din al-Qassam.

Así que aquí está Hamás, afirmando claramente que no va a detener el lanzamiento de proyectiles contra Israel, y que en la práctica va a escalar sus ataques terroristas hasta llegar a intentar abatir aparatos de la aviación civil israelí. Además, durante todo el tiempo en que estuvieron secuestrados los tres adolescentes israelíes, el Post mantuvo una constante cantinela exigiendo conocer las pruebas exactas que demostrarían según el gobierno israelí que Hamás estaría detrás del atentado, como si el gobierno israelí fuera a responder al orgulloso Washington Post. Cuando durante el mismo periodo las autoridades palestinas y los responsables de Hamás explicaban que Israel había "montado" el secuestro y también la ejecución de los adolescentes, apenas se pudieron encontrar las declaraciones incendiarias en el Post, probablemente porque el Post quiso proteger a los palestinos de la acusación de diseminar propaganda, cosa que perjudicaría a su credibilidad (y que daría al traste con la capacidad del Post de recoger sus declaraciones en el futuro).

Pero en la crónica de la jornada, el Post da por válidas las explicaciones de terceros de un presunto ataque israelí a una residencia de Gaza que habría costado la vida a civiles, sin dar ninguna prueba. Israel "tumba domicilio" de Gaza matando a familia de siete miembros, reza el titular. ¿Y las pruebas? "Según un vecino, el ejército israelí habría llamado por teléfono al objetivo, un ingeniero balístico de Hamás llamado Yassir al-Haj, y le habría advertido de que el domicilio estaba a punto de ser destruido. Pero Haj estaba fuera. Llamó a su familia, que estaba durmiendo, pero no pudo despertarlos, y según el vecino un proyectil israelí mató a los siete miembros de la familia... '¿Por qué matar a todos los del interior del domicilio por un único tipo?' dice el vecino, Fahad al-Dali".

¿Qué falla en esta imagen?" El periodista del Post no cuestiona el motivo de que un ingeniero de Hamás tenga destacados a los siete miembros de su familia como escudos humanos en el interior de su lugar de trabajo, crimen de guerra reconocido internacionalmente. El periodista da por buena la explicación más que extraña de que el terroristas de Hamás "no pudo despertar" a su familia.

¿Dónde están las pruebas del periodista del Post para sustentar esa versión? Hemos visto a los responsables de Hamás instar a la población civil a ignorar las advertencias israelíes de un ataque inminente y poner en peligro sus vidas como escudos humanos. Esto no se menciona en la crónica del alto el fuego.

Sí se reconoce que Hamás "oculta sus arsenales dentro de barrios civiles y lanza proyectiles desde patios y explotaciones agrícolas", pero no ofrece al lector ningún motivo de escepticismo a tenor de la versión de lo sucedido con el responsable de Hamás según un tercero.

Sabemos que Hamás miente todo el tiempo. Al Washington Post parece no interesarle mostrarlo.

The Washington Post distorsiona la verdad

¿Dónde están las pruebas del periodista del Post?
Steven Emerson
viernes, 18 de julio de 2014, 05:01 h (CET)
Un titular destaca en la edición del Washington Post de hoy: "Netanyahu descarta alto el fuego en Gaza".

Pero en realidad, como muestra un despacho de Reuters esta mañana, el que impide un alto el fuego es Hamás. En lugar de dejar de disparar docenas de proyectiles contra civiles israelíes cada jornada, los terroristas de Hamás prometen seguir adelante. "El brazo armado del movimiento Hamás ha decidido responder a las agresiones israelíes, y advertimos a los vuelos del aeropuerto Ben-Gurión que serán uno de nuestros objetivos hoy, por albergar una base aérea militar", reza la circular citada por Reuters que facilita el grupo islamista Brigadas Izz el-Din al-Qassam.

Así que aquí está Hamás, afirmando claramente que no va a detener el lanzamiento de proyectiles contra Israel, y que en la práctica va a escalar sus ataques terroristas hasta llegar a intentar abatir aparatos de la aviación civil israelí. Además, durante todo el tiempo en que estuvieron secuestrados los tres adolescentes israelíes, el Post mantuvo una constante cantinela exigiendo conocer las pruebas exactas que demostrarían según el gobierno israelí que Hamás estaría detrás del atentado, como si el gobierno israelí fuera a responder al orgulloso Washington Post. Cuando durante el mismo periodo las autoridades palestinas y los responsables de Hamás explicaban que Israel había "montado" el secuestro y también la ejecución de los adolescentes, apenas se pudieron encontrar las declaraciones incendiarias en el Post, probablemente porque el Post quiso proteger a los palestinos de la acusación de diseminar propaganda, cosa que perjudicaría a su credibilidad (y que daría al traste con la capacidad del Post de recoger sus declaraciones en el futuro).

Pero en la crónica de la jornada, el Post da por válidas las explicaciones de terceros de un presunto ataque israelí a una residencia de Gaza que habría costado la vida a civiles, sin dar ninguna prueba. Israel "tumba domicilio" de Gaza matando a familia de siete miembros, reza el titular. ¿Y las pruebas? "Según un vecino, el ejército israelí habría llamado por teléfono al objetivo, un ingeniero balístico de Hamás llamado Yassir al-Haj, y le habría advertido de que el domicilio estaba a punto de ser destruido. Pero Haj estaba fuera. Llamó a su familia, que estaba durmiendo, pero no pudo despertarlos, y según el vecino un proyectil israelí mató a los siete miembros de la familia... '¿Por qué matar a todos los del interior del domicilio por un único tipo?' dice el vecino, Fahad al-Dali".

¿Qué falla en esta imagen?" El periodista del Post no cuestiona el motivo de que un ingeniero de Hamás tenga destacados a los siete miembros de su familia como escudos humanos en el interior de su lugar de trabajo, crimen de guerra reconocido internacionalmente. El periodista da por buena la explicación más que extraña de que el terroristas de Hamás "no pudo despertar" a su familia.

¿Dónde están las pruebas del periodista del Post para sustentar esa versión? Hemos visto a los responsables de Hamás instar a la población civil a ignorar las advertencias israelíes de un ataque inminente y poner en peligro sus vidas como escudos humanos. Esto no se menciona en la crónica del alto el fuego.

Sí se reconoce que Hamás "oculta sus arsenales dentro de barrios civiles y lanza proyectiles desde patios y explotaciones agrícolas", pero no ofrece al lector ningún motivo de escepticismo a tenor de la versión de lo sucedido con el responsable de Hamás según un tercero.

Sabemos que Hamás miente todo el tiempo. Al Washington Post parece no interesarle mostrarlo.

Noticias relacionadas

Los hogares de todos los continentes desperdiciaron más de mil millones de comidas al día en 2022, mientras que 783 millones de personas se vieron afectadas por el hambre, según se expone en un nuevo informe el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Del total de alimentos desperdiciados en 2022, un 60 % se produjo en los hogares, el 28 % en los servicios de alimentación y el 12 % en los comercios minoristas.

Las tensiones relacionadas con el agua exacerban los conflictos a escala mundial y, para preservar la paz, los Estados deben fortalecer la cooperación y los acuerdos transfronterizos, según se señala en un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Los gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron sostener la lucha contra el hambre y mejorar la gestión agrícola con base en cuatro guías de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de la 38 conferencia regional de la entidad en esta capital guyanesa.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto