Las autoridades de Kenia se han incautado unos 300 colmillos de elefante listos para ser exportados desde la ciudad de Mombasa, situada en la costa, en el marco de una trama que supuestamente también incluía sobornos a funcionarios.
Agentes de la autoridad medioambiental (KWS) y de la Policía confiscaron el material --228 colmillos completos y otros 74 en piezas-- durante el registro de un almacén. Según el comisario regional, Nelson Marwa, "el marfil estaba siendo preparado para su carga y exportación a un destino todavía por determinar".
Las fuerzas de seguridad han detenido a un sospechoso y buscan a una segunda persona que se ha dado a la fuga. La persona arrestada habría intentado sobornar a funcionarios con 5 millones de chelines (unos 42.000 euros), ha informado Marwa en declaraciones a periodistas.
Un portavoz de KWS, Arthur Tuda, ha apuntado que, "por el color de los colmillos", el material incautado parece proceder de "fuentes diferentes". Así, parte al menos podría haber sido trasladado desde República Democrática del Congo.
Las autoridades kenianas se incautaron el año pasado en Mombasa de 13.500 kilos de marfil. Según un balance de KWS en marzo, los cazadores furtivos han matado en lo que va de 2014 a 18 rinocerontes y 51 elefantes, mientras que en 2013 murieron 59 y 302, respectivamente.
En enero, un tribunal keniano condenó a un ciudadano chino contrabando de marfil, un hecho inédito desde que entró en vigor la nueva ley contra la caza furtiva. El fallo establecía una pena de cárcel de siete años o el pago de una multa de 20 millones de chelines.
Las autoridades de Kenia se han incautado unos 300 colmillos de elefante listos para ser exportados desde la ciudad de Mombasa, situada en la costa, en el marco de una trama que supuestamente también incluía sobornos a funcionarios.
Agentes de la autoridad medioambiental (KWS) y de la Policía confiscaron el material --228 colmillos completos y otros 74 en piezas-- durante el registro de un almacén. Según el comisario regional, Nelson Marwa, "el marfil estaba siendo preparado para su carga y exportación a un destino todavía por determinar".
Las fuerzas de seguridad han detenido a un sospechoso y buscan a una segunda persona que se ha dado a la fuga. La persona arrestada habría intentado sobornar a funcionarios con 5 millones de chelines (unos 42.000 euros), ha informado Marwa en declaraciones a periodistas.
Un portavoz de KWS, Arthur Tuda, ha apuntado que, "por el color de los colmillos", el material incautado parece proceder de "fuentes diferentes". Así, parte al menos podría haber sido trasladado desde República Democrática del Congo.
Las autoridades kenianas se incautaron el año pasado en Mombasa de 13.500 kilos de marfil. Según un balance de KWS en marzo, los cazadores furtivos han matado en lo que va de 2014 a 18 rinocerontes y 51 elefantes, mientras que en 2013 murieron 59 y 302, respectivamente.
En enero, un tribunal keniano condenó a un ciudadano chino contrabando de marfil, un hecho inédito desde que entró en vigor la nueva ley contra la caza furtiva. El fallo establecía una pena de cárcel de siete años o el pago de una multa de 20 millones de chelines.
Todos los días 1,6 millones de personas en todo el mundo se enferman por comer alimentos contaminados, lo que causa 420 000 muertes cada año. Más de 200 enfermedades son causadas por comidas contaminadas con bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas como metales pesados, debido al mal manejo de los alimentos, situación sobre la que advierten constantemente diferentes agencias de las Naciones Unidas.
Chris Palusky: “Alrededor de 16.000.000 de personas, muchos de ellos niños y niñas, corren peligro con la destrucción de la presa de Nova Kakhova. Estas personas no son objetivos, son seres humanos atrapados en medio de esta guerra. El mundo debe actuar colectivamente para ponerle fin y salvar sus vidas”. Se calcula que 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente en Ucrania, de las cuales 5,4 millones son desplazados internos.
315.000 violaciones graves contra menores durante 18 años de conflictos armados, incluidos asesinatos y mutilaciones, pudo registrar el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), según un comunicado emitido por la organización. Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, dijo que “cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra los niños. La exposición al conflicto tiene efectos catastróficos que cambian sus vidas”.