Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Desde la crítica
El próximo domingo miles de españoles votarán en las elecciones europeas sin saber a ciencia cierta cuáles son los programas ofertados por los líderes de sus partidos

Torpezas políticas

|

La campaña para las elecciones europeas ha sido un aperitivo de lo que serán las próximas generales. Digo esto porque tanto el PP de Cañete como el PSOE de Valenciano han centrado sus discursos en hablar de España en lugar de Europa. Por una parte, la derecha ha utilizado la campaña para vender la "supuesta" recuperación económica. Por otra parte, los socialistas han hablado del desmantelamiento del Estado del bienestar por parte del adversario. Las perlas de la campaña las han protagonizado Felipe González y Arias Cañete. El primero por invitar a un acercamiento - pacto o, como ustedes lo quieran llamar - entre el PP y el PSOE y, el segundo por ningunear a Elena por ser mujer. La invisibilidad de los otros, me refiero a los incipientes de la parrilla: Vox y Podemos, ha servido para que sigamos anclados en el bipartidismo galdosiano. Si a todo esto le añadimos que un eurodiputado cobra unos quince mil euros al mes por representarnos, debemos reflexionar sobre la viabilidad social de este chiringuito - o chollo - llamado Europa.

Las declaraciones de Felipe González acerca del pacto entre PP y PSOE ponen en evidencia la impotencia de los socialistas para defender su ideología en los foros merkelianos. Recordemos que desde el famoso "decretazo" de Zapatero, el partido socialista no ha levantado cabeza en la era Rubalcaba. Por ello pienso que no fueron inteligentes las palabras de Felipe. No lo fueron, les decía, porque con mensajes como ése, lo único que consigue el "militante socialista" es arrojar piedras contra su propio tejado. Las palabras de Felipe, a pesar de que está arrepentido, causarán un efecto nocivo en las filas de Valenciano. "Para qué votar al PSOE - se preguntaba esta mañana María, mi vecina del tercero - si dijo Felipe González, en el Objetivo de la Sexta, que su partido debería pactar con la derecha para sobrevivir en Europa". Flaco favor ha hecho el expresidente al "tenemos que movernos", el eslogan de su partido.

Otra torpeza de la campaña han sido, como les decía en el párrafo primero, las palabras de Cañete a su rival, Valenciano. Parece mentira que en los tiempos actuales aún existan "señores" que miren a la mujer como seres inferiores desprovistos de intelecto. Tales palabras: "la dejé ganar por ser mujer", probablemente compense los efectos inmovilistas de las palabras de Felipe. Gracias al desatino de Cañete, el PSOE ha conseguido despertar en los suyos un argumento para levantar de los sofás a miles de mujeres identificadas con Valenciano. Mujeres, les decía, que han visto en el líder de la derecha al representante de los valores retrógrados y machistas del régimen franquista. Así las cosas, la campaña socialista se han convertido en un refresco continuo de las palabras de Cañete para sacar la máxima tajada a la indignación femenina.

Así las cosas, el próximo domingo miles de españoles votarán en las elecciones europeas sin saber a ciencia cierta cuáles son los programas ofertados por los líderes de sus partidos. Tanto pepé como pesoe han hecho una campaña en clave nacional. Una campaña, les decía, alejada de Bruselas. Por ello, queridos amigos y amigas, los resultados del próximo domingo debemos celebrarlos como un anticipo o, dicho en la jerga sociológica, como una tendencia de lo que serán las generales dentro de dos años. Tanto es así que si gana Cañete habrá ganado Rajoy por su gestión en sacarnos del agujero. Si ganan los socialistas habrá que interpretarlo como un castigo ciudadano al desgaste del Gobierno por sus políticas de recortes. No olvidemos que tanto las torpezas de Felipe como las de Cañete pasarán factura a sus respectivos partidos.

Algunos votantes socialistas se quedarán en casa, luego no votarán, por miedo a que su partido pacte con la derecha. Muchas mujeres, por su parte, no votarán al PP para no sentirse identificadas con el machismo de Cañete.

Torpezas políticas

El próximo domingo miles de españoles votarán en las elecciones europeas sin saber a ciencia cierta cuáles son los programas ofertados por los líderes de sus partidos
Abel Ros
martes, 20 de mayo de 2014, 22:26 h (CET)
La campaña para las elecciones europeas ha sido un aperitivo de lo que serán las próximas generales. Digo esto porque tanto el PP de Cañete como el PSOE de Valenciano han centrado sus discursos en hablar de España en lugar de Europa. Por una parte, la derecha ha utilizado la campaña para vender la "supuesta" recuperación económica. Por otra parte, los socialistas han hablado del desmantelamiento del Estado del bienestar por parte del adversario. Las perlas de la campaña las han protagonizado Felipe González y Arias Cañete. El primero por invitar a un acercamiento - pacto o, como ustedes lo quieran llamar - entre el PP y el PSOE y, el segundo por ningunear a Elena por ser mujer. La invisibilidad de los otros, me refiero a los incipientes de la parrilla: Vox y Podemos, ha servido para que sigamos anclados en el bipartidismo galdosiano. Si a todo esto le añadimos que un eurodiputado cobra unos quince mil euros al mes por representarnos, debemos reflexionar sobre la viabilidad social de este chiringuito - o chollo - llamado Europa.

Las declaraciones de Felipe González acerca del pacto entre PP y PSOE ponen en evidencia la impotencia de los socialistas para defender su ideología en los foros merkelianos. Recordemos que desde el famoso "decretazo" de Zapatero, el partido socialista no ha levantado cabeza en la era Rubalcaba. Por ello pienso que no fueron inteligentes las palabras de Felipe. No lo fueron, les decía, porque con mensajes como ése, lo único que consigue el "militante socialista" es arrojar piedras contra su propio tejado. Las palabras de Felipe, a pesar de que está arrepentido, causarán un efecto nocivo en las filas de Valenciano. "Para qué votar al PSOE - se preguntaba esta mañana María, mi vecina del tercero - si dijo Felipe González, en el Objetivo de la Sexta, que su partido debería pactar con la derecha para sobrevivir en Europa". Flaco favor ha hecho el expresidente al "tenemos que movernos", el eslogan de su partido.

Otra torpeza de la campaña han sido, como les decía en el párrafo primero, las palabras de Cañete a su rival, Valenciano. Parece mentira que en los tiempos actuales aún existan "señores" que miren a la mujer como seres inferiores desprovistos de intelecto. Tales palabras: "la dejé ganar por ser mujer", probablemente compense los efectos inmovilistas de las palabras de Felipe. Gracias al desatino de Cañete, el PSOE ha conseguido despertar en los suyos un argumento para levantar de los sofás a miles de mujeres identificadas con Valenciano. Mujeres, les decía, que han visto en el líder de la derecha al representante de los valores retrógrados y machistas del régimen franquista. Así las cosas, la campaña socialista se han convertido en un refresco continuo de las palabras de Cañete para sacar la máxima tajada a la indignación femenina.

Así las cosas, el próximo domingo miles de españoles votarán en las elecciones europeas sin saber a ciencia cierta cuáles son los programas ofertados por los líderes de sus partidos. Tanto pepé como pesoe han hecho una campaña en clave nacional. Una campaña, les decía, alejada de Bruselas. Por ello, queridos amigos y amigas, los resultados del próximo domingo debemos celebrarlos como un anticipo o, dicho en la jerga sociológica, como una tendencia de lo que serán las generales dentro de dos años. Tanto es así que si gana Cañete habrá ganado Rajoy por su gestión en sacarnos del agujero. Si ganan los socialistas habrá que interpretarlo como un castigo ciudadano al desgaste del Gobierno por sus políticas de recortes. No olvidemos que tanto las torpezas de Felipe como las de Cañete pasarán factura a sus respectivos partidos.

Algunos votantes socialistas se quedarán en casa, luego no votarán, por miedo a que su partido pacte con la derecha. Muchas mujeres, por su parte, no votarán al PP para no sentirse identificadas con el machismo de Cañete.

Noticias relacionadas

Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto