La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) urge a los países de la Unión Europea (UE) a que abran sus fronteras a los refugiados sirios que huyen de la guerra civil que golpea al país desde marzo de 2011, según ha declarado este viernes el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados, Adrian Edwards.
En una rueda de prensa celebrada en Ginebra, Edwards ha salido al paso de las informaciones que indican que países como Grecia, Bulgaria o Chipre han expulsado o denegado la entrada a cientos de refugiados sirios.
"Si se están llevando a cabo prácticas para impedir la entrada al territorio y los procedimientos a los solicitantes de asilo, ACNUR reclama a estos países que las pongan fin de forma inmediata", ha enfatizado Edwards.
En este sentido, ha pedido una "moratoria global" y un "gesto de solidaridad" hacia los refugiados sirios por parte de la UE. Bulgaria, Grecia y Chipre, los países europeos que están afrontando con mayor parte de la oleada de refugiados, acogen en total a unos 2,2 millones de ciudadanos de nacionalidad siria, según Edwards.
"La vuelta atrás o impedimento de entrada podría exponer a los solicitantes de asilo ante un mayor riesgo y traumas adicionales", ha recalcado el portavoz de ACNUR, que ya ha iniciado una investigación para esclarecer estos hechos.
Las autoridades búlgaras han extraditado a un centenar de refugiados sirios durante el pasado fin de semana y ha desplegado a unos 1.200 policías en la frontera para impedir la entrada ilegal de inmigrantes sirios, según informan medios locales.
Al respecto, Edwards ha señalado que "erigir barreras, como vallas y otros elementos disuasorios podrían empujar a la gente a recurrir pasos más peligrosos y a lugares en el que los refugiados (quedarían) a la suerte de los traficantes".
En Grecia, unos 150 sirios, entre ellos varios niños, no pudieron entrar en la ciudad de Evros el pasado martes después de ser detenidos por la Policía y trasladados a un lugar desconocido, según el relato de testigos presenciales.
Mientras que en Chipre, según ACNUR, refugiados sirios que viajaban en una embarcación que arribó en el norte del país fueron expulsados a Turquía tras permanecer brevemente detenidos, al tiempo que los refugiados sirios instalados en el sur están sufriendo mayores dificultades para recibir ayuda de las autoridades y ONG.
Turquía, con más 516.000 personas refugiadas en los diversos campos de acogida desplegados en el sureste del país, y Alemania son otros de los principales países receptores.
Edwards ha instado a los Veintiocho a arrimar el hombro con los países vecinos de Siria y acoger a refugiados sirios a fin de evitar que algunos gobiernos como el de Turquía se vean sobrepasados por la marea de refugiados.
No obstante, ACNUR ha agradecido la discreción ejercida por algunos países de la UE al no enviar de vuelta a todos aquellos que han pedido el amparo internacional a su llegada a un país de la Unión.