Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | España | Sociedad
Comulgo con el honroso principio de creer que el periodismo es pilar fundamental en el ejercicio democrático

Medios de comunicación: cultura, progreso y libertad (II)

|

Los medios de comunicación han nacido con el solo propósito de ayudar a la sociedad, proporcionándole una información veraz, imparcial y objetiva a cada ciudadano. Cierto es que a nadie le gusta la mentira –más aún cuando es a él a quien mienten-. Los hechos construidos con medias palabras, alterando grotescamente la realidad de los casos basados en acontecimientos falsos, cuando lo suyo sería que atravesase la piel de la verdad. Sin embargo, no siempre ocurre así: “Al reportero su jefe no le pregunta si la noticia que trae es reveladora, sino si es interesante y la puede vender”, dijo en una ocasión Ryszaro Kapuscinki [periodista, escritor, ensayista y poeta]. Yo creo que serán pocos lo que apoyan esta teoría, aunque, aisladamente, pueda darse el caso de que suceda. La mayoría de los periódicos y de los Consejos de la radio y de la televisión trabajan en base a una ética que debe brillar siempre por encima de ese egoísmo que alimenta el deseo de que se hagan tiradas cada día con mayor número de ejemplares.

Pero sí es cierto que comulgo con el honroso principio de creer que el periodismo es pilar fundamental en el ejercicio democrático, hijo natural de su propia grandeza. No obstante lo dicho, existen medios de comunicación cuya objetividad se deja arrastrar cuando se declaran abiertamente partidarios de ciertos partidos o del propio Gobierno de turno, para cuyos planteamientos no existe ni la crítica, ni la objetividad, ni mucho menos la imparcialidad, sino su admiración y el apoyo de lo que se publica en el Boletín Oficial del Estado. Y este descarado y continuo asentimiento, hemos de hacernos eco de las palabras de Gabriela Caños: “La extrema debilidad de los medios perjudica a la libertad”. Así es. Pero el caso es que muchos ignoran hasta qué punto.

Nada hay nada nuevo bajo el sol. En la época romana ya existía la corrupción. E igualmente en el reinado de las muchas monarquías reinantes en Europa. Y, sin embargo, pese a los siglos que nos separan, mi convencimiento es que, frente a honrosas excepciones, cuando parece que más crecemos en libertades democrática, menos son los partidos y gobiernos trasparentes que actúan de acuerdo con los preceptos legales, aunque en apariencia los más controlados. Y nuevamente los medios de comunicación vuelven a jugar un papel de capital importancia –no solo en el amplio y repugnante campo de la corrupción-, en el intervencionismo de las políticas aplicadas por el gobierno de turno. Etcétera.

Sabido es por la mayoría de la ciudanía que no solo hay un gran desapego entre políticos y ciudadanos, sino que también han crecido mucho en este punto los medios de comunicación. Y eso no es bueno. Ni en lo mucho como en lo poco. Ni porque se trate de un medio de mucho poder mediático como si no.

“Puede decirse que sin comunicación no habría política moderna posible, aunque no debe hacerse necesariamente una identificación entre cantidad y calidad informativas”, apuntó José Luis Arceo.

De momento, casi todos los periódicos digitales subrayan que son independientes. Ojalá que así sea, porque una de las muchas cosas buenas que tienen estos medios digitales es uno se entera d de las noticias cuando ocurren, no al día siguiente.

Medios de comunicación: cultura, progreso y libertad (II)

Comulgo con el honroso principio de creer que el periodismo es pilar fundamental en el ejercicio democrático
Manuel Senra
martes, 29 de octubre de 2013, 09:13 h (CET)
Los medios de comunicación han nacido con el solo propósito de ayudar a la sociedad, proporcionándole una información veraz, imparcial y objetiva a cada ciudadano. Cierto es que a nadie le gusta la mentira –más aún cuando es a él a quien mienten-. Los hechos construidos con medias palabras, alterando grotescamente la realidad de los casos basados en acontecimientos falsos, cuando lo suyo sería que atravesase la piel de la verdad. Sin embargo, no siempre ocurre así: “Al reportero su jefe no le pregunta si la noticia que trae es reveladora, sino si es interesante y la puede vender”, dijo en una ocasión Ryszaro Kapuscinki [periodista, escritor, ensayista y poeta]. Yo creo que serán pocos lo que apoyan esta teoría, aunque, aisladamente, pueda darse el caso de que suceda. La mayoría de los periódicos y de los Consejos de la radio y de la televisión trabajan en base a una ética que debe brillar siempre por encima de ese egoísmo que alimenta el deseo de que se hagan tiradas cada día con mayor número de ejemplares.

Pero sí es cierto que comulgo con el honroso principio de creer que el periodismo es pilar fundamental en el ejercicio democrático, hijo natural de su propia grandeza. No obstante lo dicho, existen medios de comunicación cuya objetividad se deja arrastrar cuando se declaran abiertamente partidarios de ciertos partidos o del propio Gobierno de turno, para cuyos planteamientos no existe ni la crítica, ni la objetividad, ni mucho menos la imparcialidad, sino su admiración y el apoyo de lo que se publica en el Boletín Oficial del Estado. Y este descarado y continuo asentimiento, hemos de hacernos eco de las palabras de Gabriela Caños: “La extrema debilidad de los medios perjudica a la libertad”. Así es. Pero el caso es que muchos ignoran hasta qué punto.

Nada hay nada nuevo bajo el sol. En la época romana ya existía la corrupción. E igualmente en el reinado de las muchas monarquías reinantes en Europa. Y, sin embargo, pese a los siglos que nos separan, mi convencimiento es que, frente a honrosas excepciones, cuando parece que más crecemos en libertades democrática, menos son los partidos y gobiernos trasparentes que actúan de acuerdo con los preceptos legales, aunque en apariencia los más controlados. Y nuevamente los medios de comunicación vuelven a jugar un papel de capital importancia –no solo en el amplio y repugnante campo de la corrupción-, en el intervencionismo de las políticas aplicadas por el gobierno de turno. Etcétera.

Sabido es por la mayoría de la ciudanía que no solo hay un gran desapego entre políticos y ciudadanos, sino que también han crecido mucho en este punto los medios de comunicación. Y eso no es bueno. Ni en lo mucho como en lo poco. Ni porque se trate de un medio de mucho poder mediático como si no.

“Puede decirse que sin comunicación no habría política moderna posible, aunque no debe hacerse necesariamente una identificación entre cantidad y calidad informativas”, apuntó José Luis Arceo.

De momento, casi todos los periódicos digitales subrayan que son independientes. Ojalá que así sea, porque una de las muchas cosas buenas que tienen estos medios digitales es uno se entera d de las noticias cuando ocurren, no al día siguiente.

Noticias relacionadas

Después de la Segunda Guerra Mundial, con la trágica experiencia del Holocausto judío, la comunidad internacional tomó la decisión de restituir al pueblo hebreo un Estado propio. Este proceso culminó con la creación del Estado de Israel en 1948, un hecho que no fue aceptado por la mayoría de los Estados árabes circundantes.

Hoy quisiéramos invitarlos a reflexionar en torno a la tan bastardeada figura del padre, a saber, concretamente quien ejerce el rol de defensor y protector tanto de sus hijos como del “domus”, la casa, en su generalidad. Bien sabemos que el vocablo “padre” proviene del latín pater, que no sólo denota una relación biológica, sino que también implica una serie de responsabilidades, obligaciones y roles concretos en la sociedad en la que esté inserto.

La extrema derecha ha progresado en las elecciones al décimo Parlamento Europeo. Esta espera dar sorpresas en las legislativas francesas y parlamentarias británicas de inicios de julio y lograr que en EEUU Donald Trump vuelva a la presidencia. Del 6 al 9 de junio, 27 países fueron a votar para nominar a la Eurocámara. De todas los siete grupos parlamentarios, solo crecieron los tres de la derecha, mientras se estancaron los dos de izquierdas y retrocedieron los dos intermedios.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto