Los acreedores de Pescanova cuentan con un plazo de un mes a partir de este lunes para comunicar a la administración concursal el importe que les adeuda la firma.

Las comunicaciones deben remitirse a Deloitte, sociedad que ha sido designada como administradora concursal de Pescanova en representación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra declaró el concurso de acreedores de Pescanova el pasado 25 de abril y apartó al consejo de administración, presidido por Manuel Fernández de Sousa, de la gestión de la empresa, ya que "mantener las plenas facultades del deudor puede conducir a una situación de díficil gobernabilidad en absoluto compatible con el orden que debe presidir el proceso concursal".

"Las facultades de administración y disposición del deudor sobre su patrimonio quedan suspendidas, siendo el deudor sustituido por la administración concursal que se designará al efecto", según consta en el auto.

Así, entiende que, para mantener en lo posible la actividad y el empleo, y para satisfacer los intereses de los acreedores (más de 50, según reconoce la propia Pescanova), se exige una "voluntad única y eficaz" que "puede verse mejor desempeñada por la administración concursal".

Deloitte se encuentra inmersa en negociaciones con otras entidades financieras para que se sumen a la inyección de liquidez, por importe de 55 millones de euros, que la firma gallega necesita con urgencia para seguir operando, según han informado a Europa Press en fuentes financieras.

En concreto, la consultora se halla inmersa en reuniones con otras entidades, fundamentalmente nacionales, que no estaban dentro del 'steering committee' para ampliar el número de firmas involucradas en dicho crédito, que ya ha recibido el respaldo de Bankia, Sabadell, Popular, NCG Banco y Caixabank.

En este sentido, las mismas fuentes han explicado que Deloitte y la banca firmarán, previsiblemente, esta semana dicho crédito después de haber mantenido las negociaciones oportunas para sumar más entidades a este préstamo.

Dicho importe, que será necesario "como mínimo" para afrontar la gestión diaria de la empresa gallega y los pagos a proveedores o nóminas, figurará al margen de la deuda bancaria de la compañía, que se sitúa en unos 3.004 millones de euros.