Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Internacional
Etiquetas | Armenia | Azerbaiyán | Fascismo | GOBIERNO
Es evidente de que la máquina de propaganda de Armenia en Ereván y hacia el mundo han constantemente violado y acosado al pueblo trabajador y honesto de Azerbaiyán

​Propaganda fascista de Armenia en contra de Azerbaiyán

|

El 18 de febrero del 2019, Hyperallergic, un periódico digital con base en Nueva York, ha publicado un ensayo bien largo, glorificando, y valorando la supuesta arquitectura religiosa y cultura de Armenia en la tierra antigua de Azerbaiyán, República Autónoma de Nakhchivan. En realidad dichos elementos – mencionados en esta publicación – de la arquitectura religiosa y de otros objetos culturales le pertenecen a la milenaria cultura de Azerbaiyán y a los pueblos autóctonos de Azerbaiyán, llamados los Albaneses del Cáucaso. Los autores de esta publicación, lleno de falsa información, Sarah Pickman y el Sr. Simon Maghakyan han apuñalado una serie de graves ofensas hacia el pueblo y el gobierno visionario de la República de Azerbaiyán. Ambos autores tienen como objetivo principal en humillar al pueblo de Nakhchivan y falsificar los datos históricos de la antigua República de Azerbaiyán; ellos están insultando al Gobierno de Azerbaiyán y por sobre todo dañando la memoria colectiva de los pueblos del Cáucaso.

A parte de las reformas dinámicas hacia el empoderamiento de la economía nacional, la República de Azerbaiyán ha prestado una gran atención hacia la preservación de los monumentos de cultura y religión que le pertenecen al pueblo Armenio. Justo en el centro de la Ciudad de Bakú, se encuentra una iglesia de comunidad Armenia que tiene preservada una biblioteca de más de 5,500 volúmenes, y el gobierno de Azerbaiyán ha invertido muchos recursos para mantener este monumento religioso; mientras las Fuerzas Armadas de Armenia que siguen ocupando más de veinte por ciento del territorio soberano de la República de Azerbaiyán, han destruido todo los monumentos culturales y religiosos que le pertenecen al pueblo autóctono de Azerbaiyán que fue exterminado y violentamente expulsado de su tierra ancestral en Nagorno – Karabakh y sus siete distritos limítrofes.

Pickman y Maghakyan lo llevan al lector en un abismo de mis-información, atentan en contra de la historia antigua de Azerbaiyán, abiertamente intentan de destruir y manchar los hechos bien conocidos sobre la historia de República Autónoma de Nakhchivan y monstruosamente dañando la información científica. Con sus referencias falsificadas y las fotos acomodadas con photoshop en todo su artículo, los dos autores (abrazando la propaganda fascista) aspiran de adquirir un prestigio internacional a costa de la cultura e historia milenaria de Azerbaiyán; abiertamente atacando y denegando la rica historia de Nakhchivan, tratando de cubrir esta región de Azerbaiyán con el mantel de cultura Armenia, mientras ignorando el multiculturalismo que existe en el Cáucaso y promoviendo la hostilidad, la expansión del pueblo Armenio en tierras de Azerbaiyán, en vez de abrazar la paz y prosperidad. Ambos autores se olvidan que el pueblo de Azerbaiyán ha sufrido en el aspecto social, institucional y económico durante los últimos treinta años, más de un millón de ciudadanos de Azerbaiyán fueron desplazados desde la región de Nagorno-Karabakh y tuvieron que asentarse hacia otras regiones de Azerbaiyán.

Según el historiador y periodista de Bélgica, Prof. Dr. Jetón Kelmendi: la cultura pre-histórica de Azerbaiyán ha dejado raíces profundas en el actual territorio de Nakhchivan; así también en varias partes de lo que hoy es República de Armenia (que es reconocida por la comunidad internacional); en forma contundente se han observado rasgos de la cultura de Azerbaiyán en la capital de Armenia y otros sitios. Las tendencias de perjudicar al pueblo y la historia de Azerbaiyán son simplemente iniciativas que carecen el respaldo de la ciencias sociales y de pruebas contundentes en el terreno arqueológico.”

El discurso ahorrante de Pickman es una ilustración de la confrontación cultural entre Armenia y Azerbaiyán que existe hace muchas décadas, asimismo brinda una genuina introducción a la guerra de información que esta fomentada por la diáspora de Armenia, con el único objetivo, el de destruir la milenaria cultura de Azerbaiyán y desbaratar los valores del pueblo de Nakhchivan (Azerbaiyán). Los dos autores hacen la vista gorda hacia los actuales problemas sociales, económicos y políticos que existen dentro del sistema socio-político de Armenia, y se ponen en ofensiva hacia Azerbaiyán a pesar de que el gobierno del Presidente Ilham Aliyev ha demostrado una impresionante apertura hacia las Américas, fortalecido la economía nacional y abrazado una dinámica política exterior que defiende la paz y prosperidad en Europa y en todo el Mundo.

La publicación de Pickman, le trae más daños que beneficios a la realidad cultural y religiosa de Armenia en la región; publicar datos falsos y tratar de dañar el contexto cultural y arquitectónico en el Cáucaso es dañino en igual manera a las fuerzas armadas de Armenia que siguen contaminando el medio-ambiente y cortando bosques nativos del territorio soberano de Azerbaiyán y destruyendo la arquitectura antigua de la cultura de Azerbaiyán en Nagorno-Karabakh y sus siete distritos limítrofes.

Por otro lado, el gobierno de Armenia ha dejado abandonado las comunidades rurales que se encuentran en los puntos fronterizos con la República Autónoma de Nakhchivan (Azerbaiyán), es suficiente observar y comparar la organización urbana y el impresionante desarrollo de la Ciudad de Heydarabad (Nakhchivan) con el pueblito que se encuentra al otro lado de la frontera, por el territorio Armenio. Para aquellos que defienden los derechos humanos y religiosos (como Pickman y Maghakyan) van a poder apreciar el desarrollo impresionante de la Ciudad de Heydarabad y por otro lado verán la total humillación que el Gobierno de Armenia le hace a su propio pueblo ubicado en la frontera con Azerbaiyán; este es realmente un tema que merece atención internacional en vez de contaminar el mundo digital con falsa información sobre la propensa existencia del cementerio armenio en la antigua tierra de Azerbaiyán, utilizando fotos y datos falsificados.

Es evidente de que la máquina de propaganda de Armenia en Ereván y hacia el mundo han constantemente violado y acosado al pueblo trabajador y honesto de Azerbaiyán. No vale la pena de encarar cada disparate promovido por la ‘investigación’ de Pickman (pues sería una lectura bien aburrida para el público), mientras todas estas pruebas están manipuladas y mis-representadas, no es justo invitar al lector en tratar de entender hechos delictivos que nunca existieron, durante la antigua y moderna historia de Julfa en Nakhchivan – Azerbaiyán.

Simon Maghakyan y otras fuentes han certificado de que durante el régimen de la Unión Soviética, todas las piedras de pocos cementerios fueron llevadas por los Armenios desde la región de Julfa de Azerbaiyán hacia Armenia, aunque los símbolos de la mayoría de estas piedras angulares le pertenecen a la cultura de Albania del Cáucaso que fueron autóctonos de estos territorios. Asimismo, un ejemplo que demuestra la tradición de armenios en llevar las piedras de cementerios son las piedras que se encuentran actualmente en la Planta de bebidas alcohólicas de Ereván y en el Museo Nacional de Historia de Ereván.

​Propaganda fascista de Armenia en contra de Azerbaiyán

Es evidente de que la máquina de propaganda de Armenia en Ereván y hacia el mundo han constantemente violado y acosado al pueblo trabajador y honesto de Azerbaiyán
Peter Tase
jueves, 28 de marzo de 2019, 16:49 h (CET)

El 18 de febrero del 2019, Hyperallergic, un periódico digital con base en Nueva York, ha publicado un ensayo bien largo, glorificando, y valorando la supuesta arquitectura religiosa y cultura de Armenia en la tierra antigua de Azerbaiyán, República Autónoma de Nakhchivan. En realidad dichos elementos – mencionados en esta publicación – de la arquitectura religiosa y de otros objetos culturales le pertenecen a la milenaria cultura de Azerbaiyán y a los pueblos autóctonos de Azerbaiyán, llamados los Albaneses del Cáucaso. Los autores de esta publicación, lleno de falsa información, Sarah Pickman y el Sr. Simon Maghakyan han apuñalado una serie de graves ofensas hacia el pueblo y el gobierno visionario de la República de Azerbaiyán. Ambos autores tienen como objetivo principal en humillar al pueblo de Nakhchivan y falsificar los datos históricos de la antigua República de Azerbaiyán; ellos están insultando al Gobierno de Azerbaiyán y por sobre todo dañando la memoria colectiva de los pueblos del Cáucaso.

A parte de las reformas dinámicas hacia el empoderamiento de la economía nacional, la República de Azerbaiyán ha prestado una gran atención hacia la preservación de los monumentos de cultura y religión que le pertenecen al pueblo Armenio. Justo en el centro de la Ciudad de Bakú, se encuentra una iglesia de comunidad Armenia que tiene preservada una biblioteca de más de 5,500 volúmenes, y el gobierno de Azerbaiyán ha invertido muchos recursos para mantener este monumento religioso; mientras las Fuerzas Armadas de Armenia que siguen ocupando más de veinte por ciento del territorio soberano de la República de Azerbaiyán, han destruido todo los monumentos culturales y religiosos que le pertenecen al pueblo autóctono de Azerbaiyán que fue exterminado y violentamente expulsado de su tierra ancestral en Nagorno – Karabakh y sus siete distritos limítrofes.

Pickman y Maghakyan lo llevan al lector en un abismo de mis-información, atentan en contra de la historia antigua de Azerbaiyán, abiertamente intentan de destruir y manchar los hechos bien conocidos sobre la historia de República Autónoma de Nakhchivan y monstruosamente dañando la información científica. Con sus referencias falsificadas y las fotos acomodadas con photoshop en todo su artículo, los dos autores (abrazando la propaganda fascista) aspiran de adquirir un prestigio internacional a costa de la cultura e historia milenaria de Azerbaiyán; abiertamente atacando y denegando la rica historia de Nakhchivan, tratando de cubrir esta región de Azerbaiyán con el mantel de cultura Armenia, mientras ignorando el multiculturalismo que existe en el Cáucaso y promoviendo la hostilidad, la expansión del pueblo Armenio en tierras de Azerbaiyán, en vez de abrazar la paz y prosperidad. Ambos autores se olvidan que el pueblo de Azerbaiyán ha sufrido en el aspecto social, institucional y económico durante los últimos treinta años, más de un millón de ciudadanos de Azerbaiyán fueron desplazados desde la región de Nagorno-Karabakh y tuvieron que asentarse hacia otras regiones de Azerbaiyán.

Según el historiador y periodista de Bélgica, Prof. Dr. Jetón Kelmendi: la cultura pre-histórica de Azerbaiyán ha dejado raíces profundas en el actual territorio de Nakhchivan; así también en varias partes de lo que hoy es República de Armenia (que es reconocida por la comunidad internacional); en forma contundente se han observado rasgos de la cultura de Azerbaiyán en la capital de Armenia y otros sitios. Las tendencias de perjudicar al pueblo y la historia de Azerbaiyán son simplemente iniciativas que carecen el respaldo de la ciencias sociales y de pruebas contundentes en el terreno arqueológico.”

El discurso ahorrante de Pickman es una ilustración de la confrontación cultural entre Armenia y Azerbaiyán que existe hace muchas décadas, asimismo brinda una genuina introducción a la guerra de información que esta fomentada por la diáspora de Armenia, con el único objetivo, el de destruir la milenaria cultura de Azerbaiyán y desbaratar los valores del pueblo de Nakhchivan (Azerbaiyán). Los dos autores hacen la vista gorda hacia los actuales problemas sociales, económicos y políticos que existen dentro del sistema socio-político de Armenia, y se ponen en ofensiva hacia Azerbaiyán a pesar de que el gobierno del Presidente Ilham Aliyev ha demostrado una impresionante apertura hacia las Américas, fortalecido la economía nacional y abrazado una dinámica política exterior que defiende la paz y prosperidad en Europa y en todo el Mundo.

La publicación de Pickman, le trae más daños que beneficios a la realidad cultural y religiosa de Armenia en la región; publicar datos falsos y tratar de dañar el contexto cultural y arquitectónico en el Cáucaso es dañino en igual manera a las fuerzas armadas de Armenia que siguen contaminando el medio-ambiente y cortando bosques nativos del territorio soberano de Azerbaiyán y destruyendo la arquitectura antigua de la cultura de Azerbaiyán en Nagorno-Karabakh y sus siete distritos limítrofes.

Por otro lado, el gobierno de Armenia ha dejado abandonado las comunidades rurales que se encuentran en los puntos fronterizos con la República Autónoma de Nakhchivan (Azerbaiyán), es suficiente observar y comparar la organización urbana y el impresionante desarrollo de la Ciudad de Heydarabad (Nakhchivan) con el pueblito que se encuentra al otro lado de la frontera, por el territorio Armenio. Para aquellos que defienden los derechos humanos y religiosos (como Pickman y Maghakyan) van a poder apreciar el desarrollo impresionante de la Ciudad de Heydarabad y por otro lado verán la total humillación que el Gobierno de Armenia le hace a su propio pueblo ubicado en la frontera con Azerbaiyán; este es realmente un tema que merece atención internacional en vez de contaminar el mundo digital con falsa información sobre la propensa existencia del cementerio armenio en la antigua tierra de Azerbaiyán, utilizando fotos y datos falsificados.

Es evidente de que la máquina de propaganda de Armenia en Ereván y hacia el mundo han constantemente violado y acosado al pueblo trabajador y honesto de Azerbaiyán. No vale la pena de encarar cada disparate promovido por la ‘investigación’ de Pickman (pues sería una lectura bien aburrida para el público), mientras todas estas pruebas están manipuladas y mis-representadas, no es justo invitar al lector en tratar de entender hechos delictivos que nunca existieron, durante la antigua y moderna historia de Julfa en Nakhchivan – Azerbaiyán.

Simon Maghakyan y otras fuentes han certificado de que durante el régimen de la Unión Soviética, todas las piedras de pocos cementerios fueron llevadas por los Armenios desde la región de Julfa de Azerbaiyán hacia Armenia, aunque los símbolos de la mayoría de estas piedras angulares le pertenecen a la cultura de Albania del Cáucaso que fueron autóctonos de estos territorios. Asimismo, un ejemplo que demuestra la tradición de armenios en llevar las piedras de cementerios son las piedras que se encuentran actualmente en la Planta de bebidas alcohólicas de Ereván y en el Museo Nacional de Historia de Ereván.

Noticias relacionadas

Los hogares de todos los continentes desperdiciaron más de mil millones de comidas al día en 2022, mientras que 783 millones de personas se vieron afectadas por el hambre, según se expone en un nuevo informe el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Del total de alimentos desperdiciados en 2022, un 60 % se produjo en los hogares, el 28 % en los servicios de alimentación y el 12 % en los comercios minoristas.

Las tensiones relacionadas con el agua exacerban los conflictos a escala mundial y, para preservar la paz, los Estados deben fortalecer la cooperación y los acuerdos transfronterizos, según se señala en un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Los gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron sostener la lucha contra el hambre y mejorar la gestión agrícola con base en cuatro guías de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de la 38 conferencia regional de la entidad en esta capital guyanesa.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto