Cada periodo de vacaciones de Semana Santa, la Dirección General de Tráfico estrena sus osadas y originales campañas de prevención en carretera, sus presentaciones anuales están avaladas y justificadas por el centenar de muertos que cada año se cobran las imprudencias y los accidentes de tráfico en sólo una semana.
Los creativos creadores publicitarios contratados por la DGT han hecho historia en la última década con sus miedosas, dramáticas o prudentes lemas e imágenes, pero en todo caso llamativas campañas de prevención de la accidentalidad. Lemas alusivos a la velocidad inadecuada como “Los excesos se pagan”, “No circule a toda pastilla”, “Ya basta, por favor, cumpla las normas”, se basan en la prohibición y en el duro aviso. Otros como “Abróchate a la vida” quiere concienciarnos en el uso habitual del cinturón, los referidos al alcohol como causa principal de los accidentes como “Conductor: Siempre con una copa menos” o “Si bebes, no conduzcas”, mostraron como enemigos al alcohol y al volante. Otros se inspiraron en las matemáticas, en esas matemáticas que no hacen sino sumar cifras a la desgracia, “Conductor, ayúdenos a restar” o “Las llamadas pueden restar vidas” o aquél tan gráfico que ilustraba un coche, le sumaba una copa y tras el igual de los sumandos daba como resultado una ambulancia, ¿recuerdan? Otros lemas hubo referidos a concienciar a los peatones que en algún momento no lo eran como “Todos somos peatones”, a destacar las ganas de vivir con “Únete a la vida” o “Vive y deja vivir”, y ya puestos, podemos recordar las pasadas fechas navideñas con el lema “Eres el mejor regalo para los que te esperan”. Igualmente, uno de los más recientes nos recuerda sobre la máxima responsabilidad en carretera con ese genérico, ”No podemos conducir por ti”, porque los de la DGT, que nos vigilan con más de 2000 cámaras no pueden ponerse por nosotros el casco, ni abrocharse el cinturón, ni disminuir la velocidad en un momento dado. La prohibición de fumar no sólo afecta a edificios públicos, restaurantes, y cajetillas de tabaco, se ha subido al coche para asegurarnos que “Fumar conduciendo también puede matar”.
El último lema inventado no es una invención propiamente dicha, pues hasta los creadores están de vuelta. Cansados de inventar lemas creativos optan por recurrir a una canción antigua de los años 60 dentro del lema “Ya no sabemos como decírtelo”, titulada “Amigo conductor”. La famosa canción compuesta por el gaditano Felipe Campuzano, autor también del pegadizo y repetitivo “Achilipú”, estuvo interpretada por Perlita de Huelva acompañada por el guitarrista, hoy octogenario, Vicente Fernández “el granaíno” esta canción era escuchada a diario en las secciones de discos dedicados de las tardes de radio, muchas veces para felicitar a los nuevos conductores por la obtención del permiso de conducir. Otra versión de la canción la interpretaría el popular Juanito Valderrama con el mismo éxito y ésta es la versión que la DGT ofrece a los jóvenes y menos jóvenes conductores en este año para que mejoremos la conducción.
Suena a nostalgia la canción cincuentenaria, suena con extrañeza en el siglo XXI este tema ya olvidado, aunque tan escuchado por nuestros padres y abuelos, melodía recuperada ahora por la DGT con la intención de que su publicidad llame la atención y los conductores de una vez por todas hagamos caso. Por si les llama la atención o puede servir de algo a los viajeros que ruedan o rodarán por las carreteras traemos aquí la famosa letra de Felipe Campuzano.
Amigo conductor
A todos los conductores
mi voz sirva de compañía.
Al ritmo de los motores
por vuestras rutas de España.
Y le pido a San Cristóbal
nuestro patrón tan divino,
que con sus manos os guíe
salvos a vuestros destinos.
Precaución, amigo conductor.
La senda es peligrosa,
y te espera tu madre o esposa
para darte su abrazo de amor.
Precaución, amigo conductor,
tu enemigo es la velocidad.
Acuérdate de tus niños
que te dicen con cariño:
No corras mucho papá.
Pulso firme en el volante.
Al peligro desafía.
Su lema: siempre adelante sin descanso noche y día.
Pero al fin de la jornada
te esperan con alegría.
Y te llenarás de orgullo
al decir: misión cumplida. Precaución, amigo conductor.
La senda es peligrosa,
y te espera tu madre o esposa
para darte su abrazo de amor.
Precaución, amigo conductor,
tu enemigo es la velocidad.
Acuérdate de tus niños
que te dicen con cariño:
No corras mucho papá.
Homenaje a mi amigo conductor.
Es mi cante un homenaje.
Le deseo de corazón
buena suerte y buen viaje.
Y vaya en gracia de Dios.
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