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Etiquetas | Poesía

Los pollitos inquietos existen

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Los pollitos inquietos existen
en los diversos trabajos de San Nuegwirt,
¿será culpable la crisis actual?…
Pájaro solitario, pero alegre,
lobo hambriento pero sonriente,
río que se va quedando muy seco…
tristemente. Árbol elegante,
se le ve en el movimiento de las ramas,
camino que se encierra mis pasos,
¿para qué darlos entonces?
luna menguante,
cielo cubierto de nubes amenazantes,
que anuncian lluvias torrenciales,
agua estancada en un hueco terráqueo,
pozo que no da agua, así me siento hoy...

Ciega, muda, sorda,
así me voy a la iglesia de Bhriuns a rezar
un “Gloria al Padre muy nuestro”,
pero con una sonrisa inquieta
en mi interior, la perteneciente al amor,
la misión cumplida y la protección divina.
Sin plumas en mi cuerpo,
para poder elevar “peor” el vuelo
de mil metros de altitud,
sin pensamientos ni sueños de ingratos,
con sólo tres o cuatro malos recuerdos
que olvidaré con el nuevo sol.
Así estoy hoy cinco de marzo de 1999,
flor cortada antes de tiempo,
estrella que cae del cielo peregrino
y que nadie desea llevar
para su casa de piedras nacionales.

(De Tsunami de Rosas).

Los pollitos inquietos existen

Aurora Sánchez
sábado, 25 de agosto de 2018, 10:56 h (CET)
Los pollitos inquietos existen
en los diversos trabajos de San Nuegwirt,
¿será culpable la crisis actual?…
Pájaro solitario, pero alegre,
lobo hambriento pero sonriente,
río que se va quedando muy seco…
tristemente. Árbol elegante,
se le ve en el movimiento de las ramas,
camino que se encierra mis pasos,
¿para qué darlos entonces?
luna menguante,
cielo cubierto de nubes amenazantes,
que anuncian lluvias torrenciales,
agua estancada en un hueco terráqueo,
pozo que no da agua, así me siento hoy...

Ciega, muda, sorda,
así me voy a la iglesia de Bhriuns a rezar
un “Gloria al Padre muy nuestro”,
pero con una sonrisa inquieta
en mi interior, la perteneciente al amor,
la misión cumplida y la protección divina.
Sin plumas en mi cuerpo,
para poder elevar “peor” el vuelo
de mil metros de altitud,
sin pensamientos ni sueños de ingratos,
con sólo tres o cuatro malos recuerdos
que olvidaré con el nuevo sol.
Así estoy hoy cinco de marzo de 1999,
flor cortada antes de tiempo,
estrella que cae del cielo peregrino
y que nadie desea llevar
para su casa de piedras nacionales.

(De Tsunami de Rosas).

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