Lerma, la preciosa localidad burgalesa coronada por el soberbio palacio de su famoso duque y atravesada por el río Arlanza, es la capital de esta denominación de origen pequeña, pero tremendamente interesante.
Con tan sólo 11 años de vida ya da muchas muestras de vinos de calidad. A 30 kilómetros al norte de laRibera del Duero, pero con una mayor altitud y un clima más extremo, y con viñedos muy viejos salvados de la concentración parcelaria; la tempranillo, que es la variedad dominante, presenta una expresión diferente, elegante y compleja que merece la pena analizar.
Zamora, la recoleta ciudad castellana, de alguna manera es la capital de lo que toda la vida se ha llamado La Tierra del Vino, aunque con el paso del tiempo se le añadió lo de Zamora. Como su nombre indica el vino ha sido la base de su economía durante siglos; y por algo sería. Pegada a la zona de Toro, pero con características diferentes, la tempranillo es también la variedad dominante. Un clima continental típico con inviernos gélidos y veranos muy calurosos, da a sus vinos un carácter y una casta muy especial.
Dos denominaciones castellanas pequeñas, que por ello son poco conocidas, y que se han unido para poder acercarse al prescriptor, al amante del vino con curiosidad e interés, al que quiere saber más de unas jóvenes denominaciones, que están por descubrir y que tienen un gran futuro por delante.
El próximo jueves 31 de mayo en los salones del Hotel Miguel Ángel de Madrid C/ Miguel Ángel, 29 – 31) Horario: de 12:00 a 15 h. y de 17 a 21:00 horas.
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