Social
El momento de la tenebrosidad en escena
Hay mucho pregonero sin conciencia. También abundan los gobernantes mundanos, sin sabiduría alguna. Deberíamos aprender de nuestra propia historia y ser más honestos con nosotros mismos.
Nada dura para siempre
A pesar de los muchos enfrentamientos que nos dividen, puesto que los conflictos parecen propagarse y los desastres naturales, como terremotos y huracanes, tampoco dejan de sorprendernos, siempre hay motivos para abrirse a la esperanza y trabajar unidos por un futuro mejor.
Somos historia y esperanza
Hoy más que nunca necesitamos hazañas conjuntas para rescatarnos unos a otros de las muchas cruces impuestas en el diario de nuestra vida, puesto que ha de ser más armónico, para poder reflexionar y hacer memoria.
Por un estado de ánimo más armónico
No puede fermentar esa tensión de aborrecimiento y venganza por mucho tiempo. Lo prioritario, a mi juicio, radica en la entrega de armas y en volcarse hacia otros horizontes, con otros abecedarios más del corazón que del cuerpo.
¿Progresamos?
Durante mucho tiempo creí que la marcha del mundo era un avance imparable hacia el progreso, hacia una convivencia cada vez más fraterna en la que iban superándose los enfrentamientos de otras épocas, de otros momentos.
Tocando fondo: la degradación de lo humano
Precisamente, esa fuerza transformadora de los corazones, radica en el ropaje interior de cada cual, por lo que es ineludible cohesionar latidos desde todas las culturas y buscar la manera de fraternizar actitudes, sobre todo activando el culto a la coherencia con la autenticidad de lo que somos.
Asistir es un deber humanitario
La identidad humana halla su pujanza en el testimonio, en el quehacer diario que nos trasforma y ensancha el corazón, en la vida misma que nos hace crecer y resistir a las muchas cruces que nos sembramos unos hacia otros, para desgracia de todos.
La perspectiva del yo junto a los otros
A veces quemamos nuestra vida en inutilidades, no en auxiliar o en ser agentes fundamentales del cambio social, tampoco en repensar la manera de estimular otros horizontes más armónicos o en ver el modo de crecer como seres pensantes.
Las ruedas del poder nos trituran
Una de las mayores amenazas de esta época que vivimos es la falta de horizontes, el cúmulo de sensaciones desesperantes que a diario nos tejemos unos contra otros y la ausencia de diálogo verdadero.
Una España a dos velocidades
Sin lugar a dudas, el proceso de rescisión vivido en nuestro país desde el inicio de la crisis económica ha traído consigo cambios profundos en la estructura territorial, transformaciones que han venido así a potenciar las diferencias entre clases y a impulsar la diferenciación entre regiones del norte y del sur generando una realidad desigual con la que hoy convivimos.
Privilegios para unos, olvidos para otros
El acontecer de los días está crecido de hechos que nos desbordan, de sombras e incertidumbres que nos dejan sin aliento, donde nadie respeta a nadie y los asuntos humanitarios apenas nos ponen en movimiento.
Purificar el pasado para hermanarse
Quizás deberíamos hacer memoria, al menos para entusiasmarnos y rescatar sabiduría, pues son las vivencias las que nos hacen recobrar los referentes y las referencias.
La ausencia de una cultura humanizadora
La solidaridad no logra instaurarse en el mundo para asegurar a todos, ya no sólo el pan de cada día, sino también servicios tan básicos y esenciales como el derecho a un trabajo decente, a una vivienda, a los servicios sanitarios, o a la misma educación.
La esclavitud tecnológica
Ya se ha dicho muchas veces, pero me gustaría insistir en ello. Nos estamos convirtiendo en esclavos de la tecnología.