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Reflexiones

Lo armónico comienza por uno mismo

El mejor partido existencial es el que uno juega consigo mismo. Todos deseamos la paz, pero apenas trabajamos la justicia para defender la vida, ni tampoco abrazamos lo armónico que germina de lo auténtico y se desarrolla con un ánimo autónomo, despojado de intereses mundanos.

Nacimos para pensar y actuar con plena libertad

El dolor desgarra el alma, pero la esperanza venda sus heridas. En la actualidad es inevitable experimentar la desolación que habita en el corazón humano, es notable ver que frecuentemente nos enfrentamos a la carga y fatigas que acompañan nuestra permanencia terrenal.

Incógnitas ante el sufrimiento y la muerte

Sufre la mujer en el parto, el hijo ante la muerte de la madre, sufren los que están en guerra, o sufren una calamidad climática, sufren las personas que están en medio de una ley de la selva en la economía y sociedad, sufren los animales en su selva cuando unos se comen a otros. Hay muchos sufrimientos.

Ante una creación cambiante, una recreación en ejercicio

Nos movemos en la sorpresa que, nos sacude creativos, para recrearnos en la esperanza. Sin duda, es justo el momento de repensar los tiempos y la época de un cambio global transformador, que hemos de compartir de modo equitativo en su prosperidad, sin dejar a nadie atrás.

​Sobre la potencialidad transformadora de la gratitud

"Una cosa se llama necesaria o por razón de su esencia o por razón de la causa. En efecto, la existencia de una cosa se sigue necesariamente o bien de su misma esencia y definición o bien de una causa eficiente dada. Y por estas razones se dice también que una cosa es imposible, a saber, o bien porque su esencia o definición implica contradicción, o bien porque no se da ninguna causa externa que esté determinada a producir tal cosa", dice Spinoza en su Ética.

Anclajes perniciosos

No es infrecuente encontrarnos con personas que alardean de una determinada fijación en torno a sus convicciones o maneras de actuar. Si esa postura está basada en serios razonamientos pueden albergar un buen talante e incluso tratarse de la mejor solución. Sin embargo, los ambientes evolucionan y las circunstancias se mantienen en una constante efervescencia.

​Sostenido en el plexo

El domingo anterior, al regresar, nos alistamos y volvimos a salir; unos amigos nos esperaban. El camino estaba despejado y las nubes abiertas auguraban una buena tarde. Almorzamos entre la charla de los temas más variados: educación, espiritualidad y de cómo las estrellas podían ayudar a seducir.

Como radio dominical

Difícilmente sabemos hasta qué punto y en qué dimensiones ciertas personas nos influyen. A veces, la incidencia que tienen otros en nosotros no es cuestión de tiempo ni del número de repeticiones, sino de la confluencia de las condiciones y las circunstancias.

La eterna novedad del combate

En cada amanecer entramos a la vida, tras reponernos del cansancio y de los tormentos diarios. Lo cruel es dejarse envolver por el aislamiento y la búsqueda enfermiza de los placeres mundanos. Hoy más que nunca, necesitamos despertar, salir de nuestro territorio cómodo, activar la conciencia del acompañamiento y sonreír a corazón abierto, por una tierra de todos y de nadie en particular.

Horacios

Un apasionado militante de la “revolución”, Jacques Louis David (que después lo fue también de Napoleón), pintó “El juramento de los Horacios”, que acabó devenido en epítome gráfico, y propagandístico, de la Francia de la Convención, a pesar de haber sido un encargo de Luis XVI, cuando aún no se vislumbraba  la “toma de la Bastilla”.

Orden implicado

La deformación de las palabras o de los conceptos, suele hacerse realidad en la medida de su manoseo. Quizá por aquello de tantas idas y venidas, en un determinado momento ya no podemos precisar de qué estábamos tratando; desgajamos la idea por el camino y ya no somos capaces de recoger las migajas para volver a configurarla.

Cultura y política

Una confesión introductoria: siento que escribo a tientas, sin brújulas ni estrellas que me orienten, sin escatimar riesgos ni yerros. Estoy escribiendo desde la mera conjetura, porque las certidumbres escasean en estos tiempos y porque tal vez sea cierto que las expresiones artísticas se han fortalecido y socializado tanto que quizás se hayan convertido en un vallado difícil de sortear por el avance arrollador y espectral del neoliberalismo.

Tiempo de prueba, momento de opción

Nuestro mundo se ve afectado por un aluvión de crisis, que debe hacernos repensar y cuestionar nuestros modos y maneras de vivir, empezando por los sistemas económicos, sanitarios y sociales para acabar exponiendo nuestra fragilidad como criaturas en un orbe turbulento. Estamos, pues, en el momento de la opción.

Ante el aluvión de situaciones discordantes

Próximos entre sí, porque de este modo innato nos lo marca el itinerario viviente, hemos de reencontrarnos y querernos. El amor auténtico, es aquel que sale del alma, el único lenguaje que fomenta el hallazgo de los latidos entre el cielo y la tierra, las alianzas entre pueblos y sus moradores. Juntos afirmamos, igualmente, la incompatibilidad entre la esperanza y la violencia. La confianza nace de un corazón sincero, de una entrega generosa.

Saber ver en lugar de solo mirar, es un caudal emocional

La vida es caprichosa y en ocasiones  nos marca de forma decisiva, bien para bien, bien para mal. La realidad es que la vida nunca te golpea, aunque tú te creas que es así. No debemos ignorar que no es la persona y sus circunstancias sino el hombre y sus actitudes.

Incumplimientos y desolación

Salgamos de la tristeza. Es verdad que a veces cuesta despojarse de los condicionamientos del pensamiento común, pero lo que cuenta al fin, es no desperdiciar el mayor bien, que no es otro que una vida sensata. No existe un signo más real de debilidad, que esta nueva era marcada por la desconfianza entre análogos, lo que genera una violación permanente de derechos y obligaciones.

Ante el contagio de los inútiles enfrentamientos

La guerra entre nosotros es una enfermedad a la que hay que poner sanación. No tiene sentido caminar solos, cuando nos mueve el mismo andar y nos conmueve idéntico horizonte. Está bien conciliar aires y reconciliar navegaciones, para sumar remos y abrazar historias que nos fraternicen. Para desgracia nuestra, en diversos territorios resurgen pugnas y viejas divisiones que se creían en parte superadas.

La aceptación viene de comprender que todo es para bien

El estrés es una enfermedad de nuestros días, que no viene de la acumulación de trabajos sino de la pre-ocupación por ellos, es decir la sensación de que hay muchas cosas pendientes por hacer. En cambio, la paz viene de que en lugar de pre-ocuparnos simplemente nos ocupemos de lo que toca ahora, del día a día, pero sin pre-ocuparnos.

A veces veo zombis

No siempre. Solo a veces. Por ejemplo, en casa no suele sucederme; aunque confieso que procuro no mirar los espejos cuando paso frente a ellos, por evitar disgustos. Pero me ocurrió hace escasos días, en uno de esos centros comerciales a los que, por mor de las circunstancias, a veces uno debe acudir.

Placer o felicidad

“En nuestra búsqueda de la felicidad es bueno hacer una pausa de vez en cuando. Si los seres humanos no solo dejamos de creer en Dios, sino que permitimos que la misma idea de Dios desaparezca de nuestras conciencias nos convertimos en una serie de monos fantásticamente inteligentes el fin de los cuales será una masa horrible de contemplar” (Karl Rahmer). 

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