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Amy Goodman
Democracy Now
Amy Goodman es una locutora, periodista y escritora progresista estadounidense que nació el 13 de abril de 1957 en Washington. Licenciada por la Universidad de Harvard en 1984, Goodman esconocida por ser la directora del programa de Pacífica Radio "Democracy Now!" (¡Democracia Ya!). Los Angeles Times la describe como "la voz de radio de la izquierda no alineada". Da cobertura a movimientos de paz y en pro de los derechos humanos, así como apoyo a los medios independientes. Como periodista investigadora ha sido reconocida por exponer violaciones a los derechos humanos en Timor y Nigeria. Amy Goodman es judía pero no se declara practicante.
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El 7 de marzo de 1965, día que se conoció como “Domingo Sangriento”, 600 afroestadounidenses y activistas del movimiento por los derechos civiles partieron de la ciudad de Selma, en el estado de Alabama, en una marcha hacia Montgomery, capital del estado, para exigir el derecho al voto.
En Estados Unidos, paramilitares vestidos con ropa de camuflaje han estado aterrorizando a la ciudad de Portland, en el estado de Oregón, y han detenido extrajudicialmente a una gran cantidad de personas que protestaban contra el racismo y la brutalidad policial, metiéndolas en camionetas sin identificación oficial con rumbo incierto. Ahora sabemos que estas tropas de choque itinerantes.
En Estados Unidos, la rebelión está creciendo día a día e irradia sus demandas a todo el territorio: desde Minneapolis, donde los llamados a recortar los fondos para la policía se propagan desde el lugar del asesinato de George Floyd, a ciudades en todo el país, donde se derriban monumentos de generales confederados, colonizadores y otros símbolos de la opresión.
El peso de la historia se está sintiendo en Estados Unidos, donde masivas manifestaciones de protesta están haciéndole frente al duradero impacto del racismo sistémico. Millones de personas han tomado las calles a raíz de los asesinatos a manos de la policía de los afroestadounidenses George Floyd en Minneapolis, Breonna Taylor en Louisville, Kentucky, Tony McDade en Tallahassee, Florida, Rayshard Brooks en Atlanta, y por el asesinato de Ahmed Arbery en Brunswick, Georgia cometido por un oficial de policía retirado y su hijo.
Las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos, que ya llevan más de dos semanas ininterrumpidas, están comenzando a generar cambios. El asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis impulsó a cientos de miles —o quizás millones— de personas a salir a las calles, para exigir justicia para Floyd y otras víctimas de la policía, así como un cambio fundamental en el sistema policial.
El miércoles por la tarde, Keith Ellison, primer fiscal general afroestadounidense de Minnesota, expresó en conferencia de prensa: “Estamos aquí hoy porque George Floyd no lo está. Debería estar aquí. Debería estar vivo, pero no lo está”. Luego anunció que elevaría a asesinato en segundo grado la acusación contra el exoficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, que fue separado de su cargo luego de la conmoción que generó la muerte de Floyd.
Chris Cooper, afroestadounidense, se encontraba observando aves en el Central Park de Nueva York el Día de los Caídos cuando respetuosamente le pidió a una mujer que también paseaba por allí que siguiera las reglas del parque y le pusiera la correa a su perro.
Actualmente estamos entre dos épocas históricas: AC y DC; antes de la Covid-19 y después de la Covid-19. Las instituciones ya establecidas, los regímenes arraigados y las corporaciones poderosas se encuentran bien posicionadas para navegar por las aguas desconocidas de este tiempo intermedio, el del “durante la Covid-19”.
En Dakota del Sur, Estados Unidos, se viene intensificando un enfrentamiento en torno a la seguridad y la soberanía. Dos comunidades indígenas de ese estado, la tribu sioux del río Cheyenne y la oglala sioux, establecieron puestos de control en las carreteras que conducen a sus territorios para asegurarse de que todos aquellos que procuren ingresar a tierras tribales viajen por una razón aprobada y esencial, y no presenten síntomas de Covid-19.
La pandemia de Covid-19 ha afectado duramente a la nación indígena diné/navajo dentro de Estados Unidos, con la tasa de infección per cápita más alta del país después de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Massachusetts. La Nación Navajo es la mayor reserva indígena del país
Esta semana se cumplieron 50 años de la primer manifestación por el Día de la Tierra y la humanidad celebró este hito en el contexto de un confinamiento mundial, mientras la furia de la naturaleza se abre paso a través de una de las partículas de vida más pequeñas que se conocen, el nuevo coronavirus.
El Dr. Armen Henderson es médico y profesor adjunto en la Carrera de Medicina de la Universidad de Miami. Además de su trabajo clínico, el Dr. Henderson realiza pruebas de detección de Covid-19 a personas en situación de calle, como parte de un grupo de voluntarios.
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