Me llama la atención algunas noticias y artículos en las redes sociales últimamente, hablan de que las personas más brillantes, fundadoras de algunas empresas eran personas sin una carrera universitaria. La noticia venía a decir algo así como “Emprendedores con mucho éxito sin estudios universitarios“, lo cual no sólo es de alabar a cada uno de estos emprendedores de éxito, sino que además es un artículo muy visitado por una gran parte de la población.

Veo algunas noticias que dicen algo así como “En Google lo último que les importa es tu currículum”, o “9 razones por la que podrías tirar tu título universitario a la basura”.

El que es muy guay lo es hasta para estas cosas, se dan cuenta de que Steve Jobs no tenía estudios univesitarios y se cojen a ello como un ascua ardiendo. Sin embargo no se ponen a hacer dieta exclusiva de manzanas para curar el cáncer, a decorar su salón con la única compañia de una lámpara Tiffany, o a trabajar alocada e incesantemente como si no hubiera un mañana.

Lo que me da miedo de estas expresiones y artículos no es tanto la originalidad y veracidad de sus palabras, es el efecto que pueden tener en personas que inician ahora sus estudios universitarios.

Que 10, 15 o 50 emprendedores de mucho éxito hayan triunfado empresarialmente sin necesidad de estudios universitarios, es algo adrmirable y a todas luces digno de ser aplaudido. Pero no trates de copiarlo porque es mera coincidencia. Repetidos estudios nos indican que la preparación importa, que la formación es clave y que los estudios universitarios y de postgrado auguran infinitamente más éxito que no tenerlos.

¿No sirven para nada?
Considero que mis estudios universitarios no me dieron las claves del éxito para mi trabajo, pero sí que estructuraron bastante bien mi mente en lo que a procesos, esfuerzo, constancia, disciplina y forma de pensar se refiere.

No recuerdo la Transformada de Laplace, las caraterísticas de los Amplificadores Operacionales o la forma correcta de cálcular una estructura, pero todo aquel proceso de aprendizaje me preparó para tener una mente más afilada, un pensamiento más crítico y una mejor toma de decisiones.

Seguramente lo que estudies en tu carrera será poco equivalente a lo que te vas a encontrar en el mundo real (aquí el anquilosado mundo universitario tiene un reto por delante), pero lo que sí vas a conseguir con tus estudios es preparar tu mente para el futuro.

Fíjate en los números
Haz una lista de los consejos de administración de las grandes empresas, de sus fundadores, de sus directivos y mandos intermedios: Verás que el 98% tiene estudios universitarios y la mayoría de postgrado.

El 2% del que hablan muchos de estos artículos sensacionalistas es digno de admiración, pero son tan sólo uno de los extremos de la campana de Gauss. Si quieres tener éxito en algo fórmate y prepárate.

Si no tuviste oportunidad de hacerlo no pasa nada, trata de esforzarte al máximo por conseguir tus sueños y metas y si lo consigues entrarás dentro de ese 2% que sin estudios relevantes tiene mucho éxito profesional o empresarial.

El problema es cuando estas noticias llegan a muchos adolescentes y empiezan a creérselo… Todos hemos sido testigos últimamente de cómo una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad.

En estos casos, como en muchos otros (también ocurre en temas sociales y políticos) se toma la excepción y se convierte en regla. Luego llegan un grupo de iluminati que hay por las redes sociales y por cualquier lugar y te dicen cosas como “no duermas tanto, que Einstein, Edison y otros tantos inventores geniales sólo dormían 4 horas”, obviando el hecho científico de que si duermes menos de 7 horas tu vida corre serio peligro.

Así que cuando escuches esas noticias que corren por ahí diciendo “No hagas un MBA” o “Deja de estudiar y emprende”, y otras perlas que se van viendo por las redes sociales, mejor elimina tu amistad con el susodicho/a, no sea que se te vaya a contagiar una pequeña parte de su ignorancia.

Estudia y prepárate para el futuro.