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Entre los judíos norteamericanos, donde su comunidad ha sido «preservada de los horrores de lo que sucedió en Europa», el Holocausto se estudia y se conmemora con fervor. Cabe señalar, por ejemplo, que Washington es el lugar de un museo colosal dedicado al Holocausto. Así, el Holocausto ha sido utilizado para “justificar muchos acontecimientos políticos” contemporáneos.
Hoy quiero invitarlos a reflexionar en torno a un fenómeno recurrente en las democracias occidentales, a saber, la ilusión de una política decadente que ha logrado con éxito que ningún voto rompa ninguna cadena. La creencia inquebrantable en el sufragio como catalizador de un cambio profundo define una de las grandes ficciones perversas de nuestro tiempo.
Tras la retirada de Estados Unidos y la OTAN y el cese del apoyo al gobierno republicano, los talibanes tomaron el poder en Afganistán con poca resistencia y prácticamente sin combates. Actualmente, países de la región como Rusia, China, Irán y los estados de Asia Central han establecido relaciones activas y multilaterales con los talibanes.
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