Thor Hushovd, del Cervélo, venció en el día en el que Andy Schleck, del Saxo Bank, perdió a su hermano Frank por caída y alejó en 1:13 a Alberto Contador y en 2:08 a Lance Armstrong. Fabian Cancellara, otra vez líder.
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Álvaro Calleja / SIGLO XXI
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Hay ocasiones en que la vida te enseña a no cometer un error ya cometido, a aprender de lo sucedido para no volver a caer en ese fallo. Y hay veces, como hoy, como sobre los adoquines del “Infierno del Norte”, que la lección te llega enseguida, te obliga a pensar, una y mil veces, en qué hubiera sucedido si la decisión tomada ayer, esa del pacto de no agresión, esa del juego limpio, hubiera sido la que la mayoría de los aficionados esperaban, la que la mayoría deseaban.
Quizá ahora, mientras se lamentan del tiempo perdido, mientras limpian el barro de sus rostros, sacuden el de sus cuerpos y sus bicicletas, mientras revisan en qué parte, en qué zonas se encuentran los dolores, si es que existen, producidos durante la navegación, durante la aventura por el pavés, estarían alegres, felices, contentos, con un rival menos y con sus objetivos más cercanos. La vida les dio una lección en territorio del que ayer durmió la carrera, del que ayer supo manejar el volante del pelotón en beneficio de sus líderes, caídos en combate descendiendo camino de Bruselas, del que allá por el mes de abril voló, una bestia para unos, una farsa para otros, en su travesía hacia Roubaix. Fabian Cancellara condujo a Andy Schleck a la perfección para machacar a sus rivales, esos que ayer le perdonaron sus opciones, y para agarrar, de nuevo, otra vez, el amarillo regalado a Sylvain Chavanel por una protesta.
El Saxo Bank, que perdió a Frank, gafado, por caída, la misma que vio a Tony Martin, líder de los jóvenes, en el suelo, movió ficha para armar la carniceria que Lance Armstrong, uno de los perjudicados después, anunció fechas atrás. “Espartaco”, el pequeño de los Schleck, Geraint Thomas, Cadel Evans, otro de los beneficiados en la partida de la locura, y Thor Hushovd, jugada maestra la suya, se marcharon a toque de campana, a toque de corneta para acabar de explotar la guerra, para acabar de explotar una batalla en la que nadie sabía dónde estaban los líderes, dónde estaban los jefes.
Con sólo Ryder Hesjedal, el último superviviente de los valientes del día, y el polvo por delante, el quinteto de los más listos cabalgaba directo a Arenberg, mientras que por detrás, peleaban, luchaban, sufrían los que no querían perder el Tour de Francia en los adoquines. Como Alberto Contador, que acabó entrando a meta con gestos de cabreo tras perder la estela del grupo, el de Denis Menchov, el de Bradley Wiggins, el de Alexander Vinokourov, quien no ejerció de compañero en esa última recta, en el que viajó durante la parte final de la jornada por un problema en su bicicleta, el que le dejó a 1 minuto y 13 segundos de su enemigo, ayer amigo, Andy. Como Lance Armstrong, que manejó bien la situación, iba por delante del de Pinto, hasta que pinchó, Popovych explotó y se encontró, mirá qué raro, por primera vez en toda su vida, sin equipo, y dejando todas sus fuerzas para parar la pérdida de tiempo en 2 minutos y 8 segundos, igual que Samuel Sánchez. O como Ivan Basso, Joaquim Rodríguez, Robert Gesink, Carlos Sastre, Levi Leipheimer o Andreas Kloden, que llegaron 2 minutos y 25 segundos más tarde de que un noruego cruzara por la línea de meta con los brazos en alto.
Thor Hushovd, que no dio ni un relevo, bien hecho, pues esa no era su guerra, guardó fuerzas y acabó imponiendo el blanco y el gris de su Cervélo en verano, negro en invierno, mientras que Fabian Cancellara y Andy Schleck llegaban muertos, victoriosos y lamentando la baja de Frank Schleck.
Los mejores españoles |
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TOP 3 |
1. Alberto ContadorNo fue de los grandes perjudicados del día. Una avería en su bicicleta, le hizo perder 20 segundos más en la última recta. Al final, 1:13 fue el tiempo que le sacó Andy Schleck. Llegó en la 13ª posición. | |
2. Arkaitz DuránExcelente actuación del corredor de Matxin, quien acabó 16º a 1 minuto y 46 segundos. | |
3. José Joaquín RojasTrabajó para Luis León Sánchez, junto con el que llegó a Arenberg a 1:46 del vencedor. Fue 17º. | |