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Los ciudadanos: unos sí, otros no

Operación Chamartín (VI)

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Fotonoticia 20160802132617 640

Socha (Firma Colectiva)

Ciudadanos a favor de la gran obra. Ciudadanos en contra de la gran obra. Pequeños comerciantes a favor. Ciudadanos de a pie en contra. ¿Por qué? Los unos mejorarían sus negocios. Los otros quedarían más aislados de lo que están, que ya es bastante. Sin negocio y sin servicios públicos. El capital privado va a lo suyo. El mayor negocio posible. Los estamentos públicos deben velar por el ciudadano. Por sus derechos. ¿Quién vela hoy? Parece que nadie. Más aislamiento. No hay colegios. No hay zonas deportivas. No hay centro médico. Hay comunicaciones. Hay puentes. Y torres. Muchas torres, que les ocultarán hasta el amanecer. Sin amanecer no hay día, ni futuro. Los barrios quedarán a la sombra. Temen que a la sombra de la especulación.

Que son muchos los intereses que se mueven a la sombra de la Operación Chamartín es algo evidente. Que esta operación en el norte de Madrid es necesaria es obvio. Que todos los sectores implicados en la misma quieren una solución rápida también es indiscutible. Todos van en la misma dirección, aunque no vayan en el mismo vagón. Pero en el norte de Madrid viven miles de ciudadanos. Los ciudadanos. ¿Qué piensan? A favor o en contra. ¿Se han interesado los distintos estamentos en preguntar a los ciudadanos de los barrios implicados cuál es opinión sobre la Operación Chamartín? ¿Se les ha tenido en cuenta a la hora de plasmar la Operación en los planos a desarrollar?

Muchas son las preguntas que se pueden hacer. Incluso se han publicado encuestas. Pero la realidad no está plasmada en las seudoencuestas ni en los planos. No interesa. La realidad es que hay ciudadanos a favor, muchos. La realidad es que hay ciudadanos en contra, muchos más. Veamos.

Distrito Castellana Norte (DCN) es el aspirante a ejecutar la mayor obra de Europa en estos momentos. Ganó un concurso para hacerla hace 23 años. Pero por unas causas o por otras la obra nunca ha empezado. ¿Causas? Que las digan. Pero de un día para otro les entró la prisa. Primero fue en los últimos días del gobierno de la anterior alcaldesa Ana Botella. No se hizo. Ocurrió el atentado de Atocha en la mañana en que el Pleno del Ayuntamiento iba a aprobar la continuación y no se hizo. Después, más prisas nada más comenzar a gobernar el nuevo Ayuntamiento de Carmena. Se les ha negado. ¿Falla algo? Que lo digan. Porque DCN trabaja duro en publicitar por todos los medios de comunicación y propagandísticos las bondades de la misma y consigue poco. Es más. Para convencer a los ciudadanos ha montado dos oficinas de propaganda en Fuencarral y Las Tablas. Explica al que quiere oír. Con el mismo guión, escueto; y escaso. Lo tienen memorizado. Para ellos casi todos los ciudadanos (el 90%) están de acuerdo. Entonces ¿para qué ha montado estas oficinas de propaganda? Gasto innecesario. Eso comentan los ciudadanos. Luego… no todos están de acuerdo. DCN no sabe explicarlo.

En mayo pasado el Ayuntamiento que preside Manuela Carmena anulaba la ‘Operación Chamartín’. Los vecinos habían presentado más de 2.000 alegaciones a la Operación. Al tiempo pedían una mejora para la zona, deprimida y abandonada. Todos los barrios implicados han sufrido un abandono absoluto durante las alcaldías de Gallardón y Botella. Todo parado. ¿Por qué? Los vecinos lo achacan a la influencia de quienes pretenden hacer más necesaria la actuación. Pero, mientras tanto, han sufrido un abandono del que se quejan. Imposible pasar al hospital de La Paz, ahí al lado, por ejemplo. Un ejemplo que ha pasado de ser un emblema a quedar a la sombra de las Cuatro Torres. Se han quedado sin día.

Reivindican los vecinos que DCN no da solución a los problemas de ruido de la M-30 y vía férreas (Chamartín-Ramón y Cajal), que creen de fácil solución. Al parecer, nadie les ha explicado los estudios de ruido que hay en el proyecto que encargó DCN al Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid. Ni la solución que éste propuso para impedir el aislamiento físico que sufre el Barrio de Begoña. Un Barrio que hoy es una isla. Nadie pone en duda que el proyecto de DCN es muy bonito, pero creen que es poco práctico para los ciudadanos. Nadie se lo ha explicado. Les han hablado de promesas de actuaciones que quedarán fuera de proyecto. Pero nadie se las cree. Temen que lo que quede a expensas de terceros sea simplemente humo.

Como toda la propaganda. Lo importante son los problemas no solucionados. Nadie explica cómo cubrir las vías de ferrocarril, ni habla de la M-30. Ni de los ejes para acceder al interior de los barrios, tanto nuevos como antiguos ¿Los parques? Entre rotondas y torres que temen que se los comerán. Luego hay que regar y cuidarlos, casi mejor se eliminan, deben pensar. Para qué contemplarlos. No se contempla la construcción de ningún centro cívico ni sociocultural. Ni se les ha hablado de dotación educativa y sanitaria. Se supone que dejan suelo para ello. ¿Quién los construirá? Las nuevas estaciones de metro. Hay dos hospitales al lado y no hay ningún ascensor en ninguna estación. Una forma de ayudar a los ciudadanos con poca movilidad que acuden a los hospitales. Toca esperar. ¿Y los aparcamientos? Con el tren ya es suficiente, entienden los que no conocen unos planes que nadie les ha explicado Bastante problema es el nudo Norte como para pensar en más.

La solución al cruce Nudo Norte-Colmenar.M-30 también es importante. Muy importante. Si aumentamos población, aumenta el problema. Quedaría colapsado. El diseño sólo modifica uno de los tres cruces de carreteras. ¡Ah! Que se busquen la vida, como popularmente se dice. Y de las conexiones transversales de Las Tablas, Fuencarral y Begoña ya hablaremos. Ahí vamos.

El Ayuntamiento de Madrid, mientras tanto, dicen que con soluciones ideológicas que caben en 16 folios. Ideas urbanistas sometidas a servidumbres ideológicas. Aireando.

No quedan fuera de las críticas las administraciones implicadas. No entienden los ciudadanos que los estamentos públicos, (Fomento, Comunidad y Ayuntamiento), apoyen unos y critiquen otros “con tanto descaro” el proyecto de DCN y no se preocupen de los ciudadanos a quienes representan. Porque les han hecho creer que “DCN sólo atiende a los intereses especulativos de los fondos de inversión que están detrás del BBVA”. ¿En toda la diana? ¿O error?. Piden que se contemple la renovación de los barrios de Fuencarral y Begoña, viejos y abandonados. Primero diseño de la ciudad. Luego las obras. Sin que ello implique la paralización del proyecto. No es mucho pedir.

¿Y la estación de Chamartín? ¡Ah! La Estación. Se nos había olvidado. No. A los ciudadanos, no. Porque mucho hablar de la gran estación y parece que será lo último en realizarse. ¿Sospechoso, no? Como ahora se empiezan las casas por el tejado cualquier cosa es posible. También con la Gran Estación de Chamartín, otro apartado poco claro. Que se haga. Fomento o DCN, pero que se haga. Aunque no se pueda pronosticar si el negocio es lo primero. O si es lo único que se persigue.

Además, que lo expliquen: ADIF, RENFE y Ministerio de Fomento, que hicieron un Concurso para hacer una obra que no ha empezado. DCN, al que adjudicaron un concurso que no ha sabido o podido resolver. Y el Ayuntamiento de Madrid, que ha visto pasar el tiempo y tiene el norte de la ciudad metido en una encrucijada a la que ahora tinta con tintas de colores y tintes ideológicos.

Eladio:
Creo que esto es importante:
Si optamos por un tono ‘anti’ DCN, estamos poniendo una barrera que tiene dos características: Se apoya en algo que no es veraz, porque DCN, como es lógico, intenta cumplir el contrato que le adjudicaron haciendo lo que le correspondía y ganando lo que pueda por el trabajo que contrató. Entorpece nuestras aspiraciones de cara a contar la verdad y al BBVA.

Por eso, trato de aportar lo que saqué (y sigo sacando) del estudio del proyecto de Ezquiaga para enmendar algunas inexactitudes que hay en lo que me mandas. A la vez, trataré de suavizar el tono para no echarnos encima al BBVA. Echa un vistazo y hacemos lo que resuelvas.

Cambio lo de que no hay puentes y comunicaciones porque en el proyecto sí que están, con estudios completísimos (por horas de afluencia) sobre el tráfico posible de la zona, que deducen de unos estudios demográficos que proceden de datos de la Comunidad de Madrid y que puede que estén ampliados, pero los estudios están en el Proyecto de DCN que firma Ezquiaga. Si no lo reconocemos perderemos credibilidad y respeto.

Cambio que Ana Botella se negara porque no se negó. Se encontró con el accidente de Atocha y todo quedó paralizado por lo que vino después. Si no lo reconocemos, parece que no lo sabemos y perderemos credibilidad.

Cambio lo que hay sobre DCN y BBVA por dos razones: Es más real. Así no nos perjudica. Con la nueva redacción ‘enseñamos dientes’, pero no mordemos. Eso nos permitirá poder seguir manteniendo el contacto con ‘el del desayuno’.

Corrijo la facilidad que ven los vecinos al reivindicar el tratamiento del ruido, porque no es fácil tratarlo (el proyecto de Ezquiaga le dedica miles de páginas y cientos de planos). Y además sí se trata el ruido, aunque no se les hayan explicado resultados ni los decibelios que se amortiguan.

Trato de sustituir la supuesta voracidad de DCN y BBVA, que existe aunque sea necesario inoportuno destaparla, por la incapacidad de DCN y BBVA para explicar qué hacen (y que no les queda más remedio que admitir).

Por último, echo un jarro de agua fría a ADIF, Fomento, DCN y Ayuntamiento por no saber explicar qué hay que hacer.

Operación Chamartín (VI)

Los ciudadanos: unos sí, otros no
Redacción
lunes, 23 de enero de 2017, 00:49 h (CET)

Fotonoticia 20160802132617 640

Socha (Firma Colectiva)

Ciudadanos a favor de la gran obra. Ciudadanos en contra de la gran obra. Pequeños comerciantes a favor. Ciudadanos de a pie en contra. ¿Por qué? Los unos mejorarían sus negocios. Los otros quedarían más aislados de lo que están, que ya es bastante. Sin negocio y sin servicios públicos. El capital privado va a lo suyo. El mayor negocio posible. Los estamentos públicos deben velar por el ciudadano. Por sus derechos. ¿Quién vela hoy? Parece que nadie. Más aislamiento. No hay colegios. No hay zonas deportivas. No hay centro médico. Hay comunicaciones. Hay puentes. Y torres. Muchas torres, que les ocultarán hasta el amanecer. Sin amanecer no hay día, ni futuro. Los barrios quedarán a la sombra. Temen que a la sombra de la especulación.

Que son muchos los intereses que se mueven a la sombra de la Operación Chamartín es algo evidente. Que esta operación en el norte de Madrid es necesaria es obvio. Que todos los sectores implicados en la misma quieren una solución rápida también es indiscutible. Todos van en la misma dirección, aunque no vayan en el mismo vagón. Pero en el norte de Madrid viven miles de ciudadanos. Los ciudadanos. ¿Qué piensan? A favor o en contra. ¿Se han interesado los distintos estamentos en preguntar a los ciudadanos de los barrios implicados cuál es opinión sobre la Operación Chamartín? ¿Se les ha tenido en cuenta a la hora de plasmar la Operación en los planos a desarrollar?

Muchas son las preguntas que se pueden hacer. Incluso se han publicado encuestas. Pero la realidad no está plasmada en las seudoencuestas ni en los planos. No interesa. La realidad es que hay ciudadanos a favor, muchos. La realidad es que hay ciudadanos en contra, muchos más. Veamos.

Distrito Castellana Norte (DCN) es el aspirante a ejecutar la mayor obra de Europa en estos momentos. Ganó un concurso para hacerla hace 23 años. Pero por unas causas o por otras la obra nunca ha empezado. ¿Causas? Que las digan. Pero de un día para otro les entró la prisa. Primero fue en los últimos días del gobierno de la anterior alcaldesa Ana Botella. No se hizo. Ocurrió el atentado de Atocha en la mañana en que el Pleno del Ayuntamiento iba a aprobar la continuación y no se hizo. Después, más prisas nada más comenzar a gobernar el nuevo Ayuntamiento de Carmena. Se les ha negado. ¿Falla algo? Que lo digan. Porque DCN trabaja duro en publicitar por todos los medios de comunicación y propagandísticos las bondades de la misma y consigue poco. Es más. Para convencer a los ciudadanos ha montado dos oficinas de propaganda en Fuencarral y Las Tablas. Explica al que quiere oír. Con el mismo guión, escueto; y escaso. Lo tienen memorizado. Para ellos casi todos los ciudadanos (el 90%) están de acuerdo. Entonces ¿para qué ha montado estas oficinas de propaganda? Gasto innecesario. Eso comentan los ciudadanos. Luego… no todos están de acuerdo. DCN no sabe explicarlo.

En mayo pasado el Ayuntamiento que preside Manuela Carmena anulaba la ‘Operación Chamartín’. Los vecinos habían presentado más de 2.000 alegaciones a la Operación. Al tiempo pedían una mejora para la zona, deprimida y abandonada. Todos los barrios implicados han sufrido un abandono absoluto durante las alcaldías de Gallardón y Botella. Todo parado. ¿Por qué? Los vecinos lo achacan a la influencia de quienes pretenden hacer más necesaria la actuación. Pero, mientras tanto, han sufrido un abandono del que se quejan. Imposible pasar al hospital de La Paz, ahí al lado, por ejemplo. Un ejemplo que ha pasado de ser un emblema a quedar a la sombra de las Cuatro Torres. Se han quedado sin día.

Reivindican los vecinos que DCN no da solución a los problemas de ruido de la M-30 y vía férreas (Chamartín-Ramón y Cajal), que creen de fácil solución. Al parecer, nadie les ha explicado los estudios de ruido que hay en el proyecto que encargó DCN al Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid. Ni la solución que éste propuso para impedir el aislamiento físico que sufre el Barrio de Begoña. Un Barrio que hoy es una isla. Nadie pone en duda que el proyecto de DCN es muy bonito, pero creen que es poco práctico para los ciudadanos. Nadie se lo ha explicado. Les han hablado de promesas de actuaciones que quedarán fuera de proyecto. Pero nadie se las cree. Temen que lo que quede a expensas de terceros sea simplemente humo.

Como toda la propaganda. Lo importante son los problemas no solucionados. Nadie explica cómo cubrir las vías de ferrocarril, ni habla de la M-30. Ni de los ejes para acceder al interior de los barrios, tanto nuevos como antiguos ¿Los parques? Entre rotondas y torres que temen que se los comerán. Luego hay que regar y cuidarlos, casi mejor se eliminan, deben pensar. Para qué contemplarlos. No se contempla la construcción de ningún centro cívico ni sociocultural. Ni se les ha hablado de dotación educativa y sanitaria. Se supone que dejan suelo para ello. ¿Quién los construirá? Las nuevas estaciones de metro. Hay dos hospitales al lado y no hay ningún ascensor en ninguna estación. Una forma de ayudar a los ciudadanos con poca movilidad que acuden a los hospitales. Toca esperar. ¿Y los aparcamientos? Con el tren ya es suficiente, entienden los que no conocen unos planes que nadie les ha explicado Bastante problema es el nudo Norte como para pensar en más.

La solución al cruce Nudo Norte-Colmenar.M-30 también es importante. Muy importante. Si aumentamos población, aumenta el problema. Quedaría colapsado. El diseño sólo modifica uno de los tres cruces de carreteras. ¡Ah! Que se busquen la vida, como popularmente se dice. Y de las conexiones transversales de Las Tablas, Fuencarral y Begoña ya hablaremos. Ahí vamos.

El Ayuntamiento de Madrid, mientras tanto, dicen que con soluciones ideológicas que caben en 16 folios. Ideas urbanistas sometidas a servidumbres ideológicas. Aireando.

No quedan fuera de las críticas las administraciones implicadas. No entienden los ciudadanos que los estamentos públicos, (Fomento, Comunidad y Ayuntamiento), apoyen unos y critiquen otros “con tanto descaro” el proyecto de DCN y no se preocupen de los ciudadanos a quienes representan. Porque les han hecho creer que “DCN sólo atiende a los intereses especulativos de los fondos de inversión que están detrás del BBVA”. ¿En toda la diana? ¿O error?. Piden que se contemple la renovación de los barrios de Fuencarral y Begoña, viejos y abandonados. Primero diseño de la ciudad. Luego las obras. Sin que ello implique la paralización del proyecto. No es mucho pedir.

¿Y la estación de Chamartín? ¡Ah! La Estación. Se nos había olvidado. No. A los ciudadanos, no. Porque mucho hablar de la gran estación y parece que será lo último en realizarse. ¿Sospechoso, no? Como ahora se empiezan las casas por el tejado cualquier cosa es posible. También con la Gran Estación de Chamartín, otro apartado poco claro. Que se haga. Fomento o DCN, pero que se haga. Aunque no se pueda pronosticar si el negocio es lo primero. O si es lo único que se persigue.

Además, que lo expliquen: ADIF, RENFE y Ministerio de Fomento, que hicieron un Concurso para hacer una obra que no ha empezado. DCN, al que adjudicaron un concurso que no ha sabido o podido resolver. Y el Ayuntamiento de Madrid, que ha visto pasar el tiempo y tiene el norte de la ciudad metido en una encrucijada a la que ahora tinta con tintas de colores y tintes ideológicos.

Eladio:
Creo que esto es importante:
Si optamos por un tono ‘anti’ DCN, estamos poniendo una barrera que tiene dos características: Se apoya en algo que no es veraz, porque DCN, como es lógico, intenta cumplir el contrato que le adjudicaron haciendo lo que le correspondía y ganando lo que pueda por el trabajo que contrató. Entorpece nuestras aspiraciones de cara a contar la verdad y al BBVA.

Por eso, trato de aportar lo que saqué (y sigo sacando) del estudio del proyecto de Ezquiaga para enmendar algunas inexactitudes que hay en lo que me mandas. A la vez, trataré de suavizar el tono para no echarnos encima al BBVA. Echa un vistazo y hacemos lo que resuelvas.

Cambio lo de que no hay puentes y comunicaciones porque en el proyecto sí que están, con estudios completísimos (por horas de afluencia) sobre el tráfico posible de la zona, que deducen de unos estudios demográficos que proceden de datos de la Comunidad de Madrid y que puede que estén ampliados, pero los estudios están en el Proyecto de DCN que firma Ezquiaga. Si no lo reconocemos perderemos credibilidad y respeto.

Cambio que Ana Botella se negara porque no se negó. Se encontró con el accidente de Atocha y todo quedó paralizado por lo que vino después. Si no lo reconocemos, parece que no lo sabemos y perderemos credibilidad.

Cambio lo que hay sobre DCN y BBVA por dos razones: Es más real. Así no nos perjudica. Con la nueva redacción ‘enseñamos dientes’, pero no mordemos. Eso nos permitirá poder seguir manteniendo el contacto con ‘el del desayuno’.

Corrijo la facilidad que ven los vecinos al reivindicar el tratamiento del ruido, porque no es fácil tratarlo (el proyecto de Ezquiaga le dedica miles de páginas y cientos de planos). Y además sí se trata el ruido, aunque no se les hayan explicado resultados ni los decibelios que se amortiguan.

Trato de sustituir la supuesta voracidad de DCN y BBVA, que existe aunque sea necesario inoportuno destaparla, por la incapacidad de DCN y BBVA para explicar qué hacen (y que no les queda más remedio que admitir).

Por último, echo un jarro de agua fría a ADIF, Fomento, DCN y Ayuntamiento por no saber explicar qué hay que hacer.

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