Mark Cavendish, del Columbia, batió, como estaba previsto, al pelotón en el sprint de la segunda jornada por tierras catalanas. Una jornada de 182,6 km entre Salt y Banyoles que tuvo como segundo al argentino Juan José Haedo, del Saxo Bank, y como tercero al vizcaíno Aitor Galdós, del Euskaltel-Euskadi. Paul Voss, del Milram, sigue líder.
Álvaro Calleja / Siglo XXI
A las 12:15 partían los ciclistas de Salt, junto a Gerona, con la mente de los más rápidos, y la de sus equipos, fijada en la meta situada en Banyoles, la localidad del lago natural más amplio de la Península Ibérica, el Lago de Bañolas. Una localidad que, casi con total seguridad, iba a ser escenario de un sprint al que Mark Cavendish, el chico imbatible de Isla de Man, un territorio británico que no pertenece al Reino Unido, llegaba con el cartel de gran favorito para levantar los brazos en señal de victoria.
Un pensamiento que se cumplió allá por las 16:35, cumpliendo el horario previsto por la organización de una Volta de Catalunya que sigue teniendo como líder al alemán sorpresa que ayer derrotó a todos en Lloret de Mar, donde ganó Paul Voss.
En Banyoles, en cambio, no existió ningún Paul Voss que sorprendiera a todos, compañeros y rivales, familiares y conocidos, amigos y enemigos, periodistas y aficionados, que, tras pasar Igor Antón, el último en salir, por meta, se preguntaban quién era ese Milram que aparecía en lo más alto de la clasificación. En Banyoles sí que existió un británico que voló, que sigue volando, que seguirá volando, llamado Mark Cavendish, el Columbia que ya no sorprende a nadie. El Columbia que hoy venció, aunque parezca extraño, por primera vez en 2010, que estrena el casillero del palmarés de un año en el que su gran rival, André Greipel, está en su propia escuadra.
Greipel no forma parte del pelotón de la Volta, al que Andy Schleck dejó de pertenecer antes de la salida de la segunda etapa, pero sí que están otros velocistas que hoy intentaron, sin éxito, derrotar al más fuerte, al imbatible, al joven que parece veterano. Juan José Haedo, que tiene un hermano, Sebastián, que también está corriendo en Cataluña, hoy se tuvo que conformar con la segunda posición de una etapa en la que un vizcaíno de Ermua, de 30 años, del Euskaltel-Euskadi, ocupó la tercera.