Parece que disfrutar de lo que se tiene a la mano y ser gratis no se le da el valor que verdaderamente tiene, su valor intrínseco per se; Aristóteles define la naturaleza como "la esencia de los seres que poseen en sí mismos y en cuanto tales, el principio de su movimiento" y también como "el principio y causa del movimiento y de reposo en la cosa en que ella se halla, inmediatamente, por sí misma y no por accidente". En él encontramos dos sentidos básicos del término naturaleza. El primero entendido como la totalidad de los seres humanos y el segundo como el ser propio de las cosas, es decir, lo que las cosas son realmente. Pero sin entrar en diatrivas filosóficas, el contacto con la naturaleza es siempre gratificante, la vista se recrea con los numerosos cambios de color que nos ofrece, los distintos olores evocadores siempre, los pulmones se ensanchan al respirar el aire puro y el espíritu se relaja invitando a la reflexión, a la lectura etc., se camina con lo cual se hace ejercicio, en resumen es todo un regalo gratuito que tenemos al alcance de cualquiera.

La vegetación natural de un lugar ( árboles, matorral, etc.) depende fundamentalmente del clima que se dé en la zona y del suelo, la que se conserva desde mucho tiempo sin que nada ni nadie la destruya, embelleciendo el entorno, desempeñando un papel importante en el cambio climático por la producción de oxígeno, captación de CO2, la lluvia, la fijación del suelo para prevenir la erosión del mismo etc. y deberíamos preservarla y cuidarla más de lo que realmente se hace ya que raro es el año que los numerosos incendios, provocados unos y fortuitos, los menos, otros, asolan nuestros bosques causando innumerables daños tanto materiales como humanos.

En la isla de La Palma, llamada también la Bonita, se lucha denodadamente desde hace días por sofocar un incendio que a todas luces se podría haber evitado. Si se tuviera mayor respeto por la naturaleza, se limpiarían los bosques haciendo los llamados cortafuegos y no dejando sin recoger a su libre albedrío una gran cantidad de ramas caídas llamadas pinochas, en este caso, (las que antes se utilizaban para hacer la cama del ganado) y que lo hacían los propios interesados por su cuenta. Una vez que ya utilizan otros materiales ha quedado al descubierto la dejadez de la administración correspondiente en el tema.

Una acción un tanto irresponsable de alguien que a lo mejor, pensando bien, no quiso dejar restos sucios por el entorno y en un ejemplo de civismo alemán, prendió fuego al papel higiénico usado sin tener en cuenta el calor sofocante que hacía, la sequedad del suelo, el grado de humedad y el gran viento reinante, está dando lugar a un desastre ecológico de gran magnitud, económico y social, miles de hectáreas calcinadas reserva de la biosfera, el desalojo de más de dos mil personas de sus hogares y lo peor un agente forestal fallecido con el consiguiente dolor familiar y lo que todo ello conlleva.

Es triste comprobar cómo no se aprende de una vez para otra ya que son muchas las personas fallecidas a causa de los fuegos veraniegos sin poner remedio, primero las instituciones y luego la toma de conciencia ciudadana.

El término escatológico en su segunda acepción la RAE lo define como relativo a los excrementos y suciedades. El hecho de hablar de ello ya nos huele mal y suena feo, es más, suelo evitar siempre en mis escritos hacer uso de algo relativo a este tema, sin embargo en este caso no puedo evitar la tentación de decir que si no fuera por la pérdida del fallecido, sería cómico pensar que todo este desastre lo ha causado un papel cagao. Parece ironía un solo papel ¡con la cantidad que tenemos encima a causa de nuestros políticos!