Creo en la existencia de un ser, naturaleza pura llena belleza expandible.

Creo en la existencia de una VIDA, pletórica de FE en su origen lleno de bondad.

Creo en la existencia del HOMBRE, creyente en sus dioses, motivo de VIDA.

Creo en una NATURALEZA ejemplo de fecundidad sin egoísmos

Creo, también, por desgracia, que la FE de todos nosotros está desorientada.

Lo llamemos ISLAMISMO, CRISTIANISMO, HINDUISMO, BUDISMO, JUDAISMO...

Dios, el buen Dios, padre protector de una creación que sin ÉL no tendría sentido, está en todas ellas.

Somos, nosotros, hombres orgullosos, los que equivocamos la sinceridad del cercano ser humano, igualmente creyente en la bondad de ese SER misterioso  que llamamos PADRE y SEÑOR de todo lo existente.

El ODIO y la CONFRONTACIÓN lo genera la SOBERBIA humana, EGÓLATRA de una creación equivocada...

La auténtica está llena de CONVIVENCIA DESINTERESADA.

Nadie, NADIE, puede juzgar a ningún ser cercano o lejano de nuestro entorno, porque DIOS es el centro de una única FE que da sentido a la vida de cualquiera de nosotros.

MATAR por ASEGURAR..., como si alguien, hombre con miles de apellidos, pudiera SEÑALAR un FUTURO a medida de las bombas, de la fuerza de las armas...¡Qué mentira!

No nos engañemos... recordemos TODOS que hubo un HOMBRE, hijo de Dios, con multitud de nombres y discursos, pero sin contradicciones: la VERDAD, la JUSTICIA y la BONDAD fueron su esencia...

Solamente una vez, ese SER MARAVILLOSO EN QUIEN TODOS CREEMOS, utilizó el látigo... Cuando nosotros, los hombres fariseos, quisimos vender a precio interesado la VERDAD, la JUSTICIA y la BONDAD.