Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La buena noticia
Tengo un pariente cercano que es cirujano cardiovascular. Con mucha gracia el compara su profesión con la “fontanería fina”. Ciertamente ellos reparan las “cañerías” que trasportan el “agua” de la vida

Fontanería fina

|

Mis sufridos lectores conocen mi hipocondría radical. Pero curiosamente me encanta la medicina. Siempre cuando se trata de los otros. Por eso me gusta mucho que me expliquen los tratamientos de la cirugía moderna, que permiten desatascar arterias que otrora habrían acabado con los pacientes en los Asperones. Muelles, válvulas, arteriografías, cateterismos y otras técnicas consiguen poner en perfecto estado de revista a personas antaño candidatas a ser “palmolives” de forma inmediata. Para colmo ahora nos van a hacer las prótesis en fotocopiadoras 3 D. Huesos de plástico a la carta. Quitar y poner.

Escribo esta “buena noticia” porque lo es para mí la vuelta su hogar de uno de mis compañeros del sublime arte del dominó: “el pinturas”; un maestro en el arte de ahorcar (se autodenomina el Messi del dominó) el seis doble y de gritar sapos y culebras al mínimo error del compañero. Le ha visto las orejas al lobo y se ha chupado varios días en la UCI. Después le han cogido los “fontaneros de la vida”… y ahí está, dispuesto a dar otra clase del arte “dominero” del que se ha designado maestro de maestros.

Bendita cirugía que nos da años de vida y calidad de la misma. Benditos “fontaneros” que te dejan como nuevo cuando se estropean las “cañerías”. Dios se lo pague a Dios que nos tiene vivos. Ahora le toca a mi amigo Valentín. A él le tienen enchufado como un árbol de Navidad. Pero han frenado su mal. Ole por los médicos.

Fontanería fina

Tengo un pariente cercano que es cirujano cardiovascular. Con mucha gracia el compara su profesión con la “fontanería fina”. Ciertamente ellos reparan las “cañerías” que trasportan el “agua” de la vida
Manuel Montes Cleries
lunes, 25 de julio de 2016, 08:51 h (CET)
Mis sufridos lectores conocen mi hipocondría radical. Pero curiosamente me encanta la medicina. Siempre cuando se trata de los otros. Por eso me gusta mucho que me expliquen los tratamientos de la cirugía moderna, que permiten desatascar arterias que otrora habrían acabado con los pacientes en los Asperones. Muelles, válvulas, arteriografías, cateterismos y otras técnicas consiguen poner en perfecto estado de revista a personas antaño candidatas a ser “palmolives” de forma inmediata. Para colmo ahora nos van a hacer las prótesis en fotocopiadoras 3 D. Huesos de plástico a la carta. Quitar y poner.

Escribo esta “buena noticia” porque lo es para mí la vuelta su hogar de uno de mis compañeros del sublime arte del dominó: “el pinturas”; un maestro en el arte de ahorcar (se autodenomina el Messi del dominó) el seis doble y de gritar sapos y culebras al mínimo error del compañero. Le ha visto las orejas al lobo y se ha chupado varios días en la UCI. Después le han cogido los “fontaneros de la vida”… y ahí está, dispuesto a dar otra clase del arte “dominero” del que se ha designado maestro de maestros.

Bendita cirugía que nos da años de vida y calidad de la misma. Benditos “fontaneros” que te dejan como nuevo cuando se estropean las “cañerías”. Dios se lo pague a Dios que nos tiene vivos. Ahora le toca a mi amigo Valentín. A él le tienen enchufado como un árbol de Navidad. Pero han frenado su mal. Ole por los médicos.

Noticias relacionadas

A quienes estamos convencidos de la iniquidad intrínseca de Sánchez, no nos va a confundir la supuesta “carta de amor” de este cateto personaje a su Begoña amada, redactada de su “puño y letra” (con sus tradicionales errores y faltas gramaticales) y exceso de egolatría.

Recuerdo con nostalgia la época en la que uno terminaba sus estudios universitarios y metía de lleno la cabeza en el mundo laboral. Ya no había marchas atrás. Se terminaron para siempre esos años de universitario, nunca más ya repetibles. Las conversaciones sobre cultura, sobre política, sobre música. Los exámenes, los espacios de relajamiento en la pradera de césped recién cortado que rodeaba la Facultad, los vinos en Argüelles, las copas en Malasaña...

Tras su inicial construcción provisional, el Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, reforzado en su interior por cables de acero para así acrecentar su firmeza. Se organizó, asimismo, la denominada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto