Orihuela, en su apuesta por la promoción turística gastronómica, se convierte en la sede del I Campeonato de Tapas y Pinchos de la Comunidad Valenciana, a celebrarse el 20 de noviembre en el casino de la ciudad, con la participación de los mejores cocineros procedentes de las provincias Alicante, Castellón y Valencia, quienes competirán en formato 'showcooking' ante cinco reconocidos chefs y especialistas gastronómicos llegados de otras comunidades autónomas.

El jurado de este primer certamen de gastronomía en miniatura está conformado por destacados cocineros, una experta en comunicación gastronómico, junto con un sumiller.

Preside el jurado María José Meda, chef del restaurante hospedería El Batán, con una estrella MICHELIN y un Sol otorgado por la Guía Repsol, junto a ella Marco Varela, Sheila Barbeito, Irma Aguilar y Javier San Segundo.

Esta competición es iniciativa del Ayuntamiento de Orihuela, a través de las Concejalías de Comercio y Cultura, con el apoyo de Costa Blanca Alicante, el patrocinio de Mahou, José Díaz suministros de hostelería y Fornet maquinaria para hosteleros. Con la colaboración de Bodegas Castaño y productos La Constancia.

Como socios organizadores ACMO Asociación de Comerciantes de Orihuela, ACYRA Asociación de Cocineros y Reposteros de Alicante, la Universidad Miguel Hernández, FACPYME Federación de Comercio y Pymes de la provincia de Alicante, con la organización de la Academia de la Tapa y del Pintxo.

Desde el corazón de un paraje natural en Albarracín a 50 km de Teruel, la reconocida chef con una estrella MICHELIN asegura que “es un orgullo participar como presidenta del jurado de este primer Campeonato de Tapas, conocer los pinchos participantes, la gran calidad que tenéis en materias primas, y la imaginación de los concursantes plasmada en las elaboraciones”.

“Sé que lo vais hacer genial. Para los que nos dedicamos a la alta gastronomía sois fuentes de inspiración, porque a la hora de elaborar un menú degustación tenemos el reto de transformar un gran plato en uno o dos bocados máximo. Creo que este tipo de certámenes tienen que perdurar en el tiempo, no solo en la Comunidad Valenciana, sino en todas las Comunidades, porque son el futuro de la gastronomía de España, para los que nos dedicamos a este sector es una forma de conocer una Comunidad a través de pequeños bocados, por eso es muy importante difundir a través de estos Campeonatos la gran riqueza que hay en gastronomía, técnicas e imaginación que hay desde los pequeños bares de toda España; como no, en Orihuela y en la Comunidad Valenciana”.

Un jurado de laurados profesionales de la gastronomía escogerá las mejores tapas de la Comunidad Valencina

Marco Varela, jefe de cocina en el Rte Sábrego con un Sol Repsol, ubicado en el hotel de turismo Rural Casal de Arman en San Andrés Ribadavia, provincia de Ourense.

Sheila Barbeito, actual campeona de tapas y `pinchos de Galicia, jefa de cocina en el restaurante Roots, situado en A Coruña.

Irma Aguilar, periodista mexicana afincada en San Sebastián, especializada en gastronomía, colaboradora de la Guía Repsol, El País y del grupo de comunicación mexicano El Debate.

Javier San Segundo, miembro de la Asociación de Sumilleres de Palencia, de Bartenders de Castilla y León, perteneciente a la Academia de Gastronomía de CYL. Formador y consultor en hostelería, especialista en barra de bar. Productor de evento del Concurso Internacional Una De Bravas y columnista sobre hostelería profesional.

Premios de Campeonato

Los cocineros participantes podrán ganar más de 3.500€ en productos de los patrocinadores, el primer premio está dotado con 1.500€ en productos de la marca Ourense Enogastronómica.

El segundo clasificado ganará 1.000€ en productos de Conservas Vega Baja, mientras que el tercero en el podio obtendrá 500€ en destilados premium de Central Hisumer.

Entre los elementos a valorar por el jurado, se encuentran los valores gastronómicos, el tamaño de las elaboraciones máximo tres bocados, las técnicas aplicadas para la creación de la tapa, el sabor, la innovación, la sostenibilidad en cuanto al uso de aprovechamiento de recursos en la cocina, estética y la viabilidad del pincho para servirse en la barra de un bar o en un restaurante.