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Los cuatro jinetes del apocalipsis no han dejado de campear destruyendo a lo largo de la historia: guerra-hambre-enfermedad-muerte

¿Choque de civilizaciones entre Islam y Occidente?

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Se habla de un “choque de civilizaciones” entre Islam y Occidente. Desde finales del siglo pasado, hemos visto como crecen los conflictos con países islámicos: Irak, Libia, pero no nos mostraban los motivos económicos que estaban detrás de esas guerras: ¿no serían guerras que tenían oscuros motivos financieros? Ahora mismo hay más de 40 guerras activas en el mundo, pero en sitios donde no hay esos grandes intereses económicos, no se nos presenta como una injusticia. En cambio, donde hay esos intereses, sean petróleo, diamantes, o donde puede promoverse esa industria bélica que mueve muchos más millones que la del automóvil, sí nos muestran esos conflictos. Además, algunos están más cerca de nosotros, como el caso del conflicto de Gaza, que colinda con la Comunidad Europea (al igual que Ucrania).


Y hay un problema antropológico: en culturas como las del islam, China o Rusia, de mentalidad colectivista, no hay una noción de persona como la tenemos en Occidente, sino que la persona está al servicio de la idea de patria (que inculcan los que mandan), y se muere por esas ideas, como si cada persona no tuviera el valor de su dignidad. De ahí que los “escudos humanos” estén a la orden del día para camuflar las acciones bélicas.


Al analizar la comparación entre Islam y Occidente, puede aparecer que hay una violencia estructural en la guerra santa islámica y la discriminación de la mujer y barbarie del código penal, frente a un humanismo y democracia tolerante. Pero en realidad, vemos que al igual que ha hecho EEUU en muchas guerras como la Irak, Israel no es tolerante y provoca acciones terroristas por parte de grupos islámicos.


Es cierto que el Islam en muchos países aparece fuera de la modernidad, mientras que Occidente tiene un humus cristiano que ha permanecido a pesar de la evolución social y cultural hacia una sociedad secularizada. Sin embargo, el problema es más complejo, y es que también las culturas orientales ignoran por principio los derechos y la dignidad de la persona individual, y sus estructuras impiden el progreso tanto individual como socialmente. Y que la situación inferior de la mujer no es solamente en el islam, sino en todo el ambiente asiático que está fuera de este humus occidental. Incluso dentro de esta cultura de Occidente, vemos que hay inmigrantes musulmanes con cultura que no son islamistas, y en cambio otros que viven de subsidios y que no participan en la economía occidental, que son carne de cañón para islamismo.


Las guerras del próximo oriente del siglo pasado (Irán en 1979, Líbano de 1977, resistencia afgana, erupciones de violencia social en Egipto y Argelia, el régimen de los Talibanes y la guerra de Chechenia) se unen a las del siglo XXI: Siria, Palestina...


El hecho religioso del Islam, sin embargo, no es violento, y se vive pacíficamente por parte de muchas personas de buena voluntad, que están dispuestas a dar la vida por sus semejantes, como de hecho ha pasado. El Islam afirma y encierra una fuerza orientada hacia el bien.


Israel es un pueblo trabajador y culto, son pocos pero con una gran influencia en el mundo a lo largo de la historia. El actual líder, es el peor para la paz, pues Netanyahu no está bien visto en su erótica del poder. No creo que haya dejado el ataque de Hamas pues su imagen también queda afectada. Buscar culpables no devolverá la vida a los masacrados en el atentado terrorista, pero es necesario para conocer la verdad.


Los peligros en que están hoy la paz y el bien común de la Humanidad son graves, lo vemos en Oriente próximo y medio, y en conflictos en África. Pero la solución no es la muerte. Los cuatro jinetes del apocalipsis no han dejado de campear destruyendo a lo largo de la historia: guerra-hambre-enfermedad-muerte.


En general, la no violencia es lo mejor. También puede haber alguna ocasión en que se precise una intervención armada, véase parar la locura de Hitler, o el genocidio de Kosovo en la guerra de los Balcanes. Por desgracia, la falta de ética de los organismos internacionales no ha parado el genocidio de Timor oriental, Rwanda, armenios y kurdos por parte de Turquía, etc. Esperemos que se vaya constituyendo algún organismo internacional fiable a partir de los que hay (ONU, OTAN, Comunidad europea…).

¿Choque de civilizaciones entre Islam y Occidente?

Los cuatro jinetes del apocalipsis no han dejado de campear destruyendo a lo largo de la historia: guerra-hambre-enfermedad-muerte
Llucià Pou Sabaté
viernes, 10 de noviembre de 2023, 09:40 h (CET)

Se habla de un “choque de civilizaciones” entre Islam y Occidente. Desde finales del siglo pasado, hemos visto como crecen los conflictos con países islámicos: Irak, Libia, pero no nos mostraban los motivos económicos que estaban detrás de esas guerras: ¿no serían guerras que tenían oscuros motivos financieros? Ahora mismo hay más de 40 guerras activas en el mundo, pero en sitios donde no hay esos grandes intereses económicos, no se nos presenta como una injusticia. En cambio, donde hay esos intereses, sean petróleo, diamantes, o donde puede promoverse esa industria bélica que mueve muchos más millones que la del automóvil, sí nos muestran esos conflictos. Además, algunos están más cerca de nosotros, como el caso del conflicto de Gaza, que colinda con la Comunidad Europea (al igual que Ucrania).


Y hay un problema antropológico: en culturas como las del islam, China o Rusia, de mentalidad colectivista, no hay una noción de persona como la tenemos en Occidente, sino que la persona está al servicio de la idea de patria (que inculcan los que mandan), y se muere por esas ideas, como si cada persona no tuviera el valor de su dignidad. De ahí que los “escudos humanos” estén a la orden del día para camuflar las acciones bélicas.


Al analizar la comparación entre Islam y Occidente, puede aparecer que hay una violencia estructural en la guerra santa islámica y la discriminación de la mujer y barbarie del código penal, frente a un humanismo y democracia tolerante. Pero en realidad, vemos que al igual que ha hecho EEUU en muchas guerras como la Irak, Israel no es tolerante y provoca acciones terroristas por parte de grupos islámicos.


Es cierto que el Islam en muchos países aparece fuera de la modernidad, mientras que Occidente tiene un humus cristiano que ha permanecido a pesar de la evolución social y cultural hacia una sociedad secularizada. Sin embargo, el problema es más complejo, y es que también las culturas orientales ignoran por principio los derechos y la dignidad de la persona individual, y sus estructuras impiden el progreso tanto individual como socialmente. Y que la situación inferior de la mujer no es solamente en el islam, sino en todo el ambiente asiático que está fuera de este humus occidental. Incluso dentro de esta cultura de Occidente, vemos que hay inmigrantes musulmanes con cultura que no son islamistas, y en cambio otros que viven de subsidios y que no participan en la economía occidental, que son carne de cañón para islamismo.


Las guerras del próximo oriente del siglo pasado (Irán en 1979, Líbano de 1977, resistencia afgana, erupciones de violencia social en Egipto y Argelia, el régimen de los Talibanes y la guerra de Chechenia) se unen a las del siglo XXI: Siria, Palestina...


El hecho religioso del Islam, sin embargo, no es violento, y se vive pacíficamente por parte de muchas personas de buena voluntad, que están dispuestas a dar la vida por sus semejantes, como de hecho ha pasado. El Islam afirma y encierra una fuerza orientada hacia el bien.


Israel es un pueblo trabajador y culto, son pocos pero con una gran influencia en el mundo a lo largo de la historia. El actual líder, es el peor para la paz, pues Netanyahu no está bien visto en su erótica del poder. No creo que haya dejado el ataque de Hamas pues su imagen también queda afectada. Buscar culpables no devolverá la vida a los masacrados en el atentado terrorista, pero es necesario para conocer la verdad.


Los peligros en que están hoy la paz y el bien común de la Humanidad son graves, lo vemos en Oriente próximo y medio, y en conflictos en África. Pero la solución no es la muerte. Los cuatro jinetes del apocalipsis no han dejado de campear destruyendo a lo largo de la historia: guerra-hambre-enfermedad-muerte.


En general, la no violencia es lo mejor. También puede haber alguna ocasión en que se precise una intervención armada, véase parar la locura de Hitler, o el genocidio de Kosovo en la guerra de los Balcanes. Por desgracia, la falta de ética de los organismos internacionales no ha parado el genocidio de Timor oriental, Rwanda, armenios y kurdos por parte de Turquía, etc. Esperemos que se vaya constituyendo algún organismo internacional fiable a partir de los que hay (ONU, OTAN, Comunidad europea…).

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