Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sahara | MARRUECOS
La corrupta dirigencia del Polisario consideraba a Abdelaziz un hombre imprescindible, o no lo hubiera reelecto tantas veces

Sahara Occidental y Polisario ante ausencia de Abdelaziz

|

Mientras los países democráticos habían cambiado una decena de veces sus líderes durante los últimos cuarenta años, el Polisario seguía sosteniendo en el cargo a Mohamed Abdelazis, quien dio sus últimas boqueadas hace pocos meses y falleció esta semana.

Las señales de pésame, hizo notar la prensa española, fueron mínimas para con el malogrado líder, cuya familia reside en Marruecos y cuyo mismo padre forma parte del Consejo Real para Asuntos del Sahara del Rey Mohammed VI.

Según publicaron algunos medios, los políticos españoles que se enteraron de la noticia a mediodía del martes pasado, tardaron varias horas en reaccionar ante el fallecimiento, quizás sorprendidos por la extraña noticia de la desaparición física de Abelaziz “debido a una enfermedad que se prefirió no precisar”.

Llamó la atención que pasadas varias horas de la muerte del “líder histórico”, el secretario Ban Ki Moon no había hecho ninguna declaración pública al respecto, cuando meses atrás se había mostrado muy locuaz hablando a favor de su “lucha”. Uno de los más notorios pésames lo dieron las autoridades de Marruecos al padre del extinto.

Los demás comunicados fueron, en su mayoría, fríos y distantes, a pesar de la gran cantidad de declamaciones de apoyo que había recibido la “causa saharaui” a lo largo de varias décadas. “La muerte de Mohamed Abdelaziz no es un acontecimiento desde un punto de vista político, y no tiene ningún impacto sobre el dosier del Sáhara marroquí” señalaron fuentes oficiales marroquíes.

."Marruecos ha tomado nota de la muerte de Mohamed Abdelaziz. Como cualquier muerte es lamentable, sobre todo para la familia y los allegados. Sin embargo, se trata de un no-acontecimiento desde un punto de vista político ", precisó la misma fuente en una declaración a la MAP. "El difunto, al igual que el movimiento separatista al que pertenecía, era efectivamente figurante, y no un actor del expediente, que estaba y sigue estando controlado en otra parte", agregó la misma fuente. En efecto, aunque algunos intenten minimizar el impacto de la muerte del líder en el destino que a partir de ahora correrá la “causa saharaui”, es imposible negar que la dirigencia del Polisario lo considerara un hombre imprescindible, o no lo hubiera reelecto tantas veces. Tal vez el culto al “único líder” era una forma de paliar el enorme desprestigio que aqueja a la cúpula polisarista.

El 16 de diciembre se había celebrado el XIV Congreso del Frente Polisario, cuyo resultado era predecible, por lo cual hubiera sido más sensato usar los fondos que se usaron en organizar dicho cónclave, en intentar paliar los efectos de las inundaciones que devastaron los campamentos de refugiados. Sin embargo, primó la idea de realizar una reunión de paniaguados para ratificar al único líder, cuya ausencia definitiva se enfrenta hoy.

En la misma apertura del Congreso de adulones en diciembre pasado, la vieja conducción del Frente Polisario tuvo la generosidad de reconocer la corrupción rampante que aqueja al movimiento, y que infiltra a todas las instituciones del “estado saharaui”. Reconocerlo no redimía, obviamente, a los corruptos que aceptaban cínicamente sus culpas en la devastación moral en que sumieron a su supuesto gobierno. Con más razón si se considera que poco después, anunciaban la misma lista de siempre para integrar su conducción.

Polisaristas críticos a la gestión del grupo que lidera la causa separatista señalan hace tiempo que se sienten marginados por un grupo reducido que hace cuarenta años marca la vida social y el destino que deben llevar aquellos dignos hijos del Sáhara que fueron reducidos por sus líderes a mendigos de la ayuda humanitaria internacional.

El obligado tribalismo, que jamás se pudo erradicar, impide la mentada consulta popular que ocasionalmente se escucha como una letanía para justificar un status quo que todos desean, mientras crece día a día el descontento social, en tanto la parálisis de la mayoría es aprovechada por unos pocos beneficiarios de una red clientelista que abarca casi todo el mundo, a través de un entramado perverso de ONG corruptas.

La historia se había iniciado cuatro décadas atrás, cuando Argelia entrenó a los marroquíes que integran el Frente Polisario, supuestamente para luchar por la liberación del Sahara Occidental de manos de Marruecos. Nadie insinuó antes de ello la creación de un Estado en esa zona, sólo hasta que se habló de la parte occidental del Sahara, que tiene costa Atlántica. El interés de Argelia era, evidentemente, buscar una salida al Atlántico y distraer a Marruecos con un conflicto en el sur para no hablar de las tierras marroquíes de las que injustificadamente se apropió.

La desaparición de un líder no puede ser más que un duro golpe para una causa montada sobre bases tan endebles, y crecida en un contexto hoy desaparecido como la guerra fría.

La profunda desilusión es la sensación obligada que hoy en día embarga a la mayoría de la población “saharaui”, prisionera en campamentos de Tinduf, que sigue esperando ansiosa su definitiva liberación mientras asiste a la lenta agonía y gradual desaparición de sus verdugos.

Sahara Occidental y Polisario ante ausencia de Abdelaziz

La corrupta dirigencia del Polisario consideraba a Abdelaziz un hombre imprescindible, o no lo hubiera reelecto tantas veces
Luis Agüero Wagner
viernes, 3 de junio de 2016, 01:22 h (CET)
Mientras los países democráticos habían cambiado una decena de veces sus líderes durante los últimos cuarenta años, el Polisario seguía sosteniendo en el cargo a Mohamed Abdelazis, quien dio sus últimas boqueadas hace pocos meses y falleció esta semana.

Las señales de pésame, hizo notar la prensa española, fueron mínimas para con el malogrado líder, cuya familia reside en Marruecos y cuyo mismo padre forma parte del Consejo Real para Asuntos del Sahara del Rey Mohammed VI.

Según publicaron algunos medios, los políticos españoles que se enteraron de la noticia a mediodía del martes pasado, tardaron varias horas en reaccionar ante el fallecimiento, quizás sorprendidos por la extraña noticia de la desaparición física de Abelaziz “debido a una enfermedad que se prefirió no precisar”.

Llamó la atención que pasadas varias horas de la muerte del “líder histórico”, el secretario Ban Ki Moon no había hecho ninguna declaración pública al respecto, cuando meses atrás se había mostrado muy locuaz hablando a favor de su “lucha”. Uno de los más notorios pésames lo dieron las autoridades de Marruecos al padre del extinto.

Los demás comunicados fueron, en su mayoría, fríos y distantes, a pesar de la gran cantidad de declamaciones de apoyo que había recibido la “causa saharaui” a lo largo de varias décadas. “La muerte de Mohamed Abdelaziz no es un acontecimiento desde un punto de vista político, y no tiene ningún impacto sobre el dosier del Sáhara marroquí” señalaron fuentes oficiales marroquíes.

."Marruecos ha tomado nota de la muerte de Mohamed Abdelaziz. Como cualquier muerte es lamentable, sobre todo para la familia y los allegados. Sin embargo, se trata de un no-acontecimiento desde un punto de vista político ", precisó la misma fuente en una declaración a la MAP. "El difunto, al igual que el movimiento separatista al que pertenecía, era efectivamente figurante, y no un actor del expediente, que estaba y sigue estando controlado en otra parte", agregó la misma fuente. En efecto, aunque algunos intenten minimizar el impacto de la muerte del líder en el destino que a partir de ahora correrá la “causa saharaui”, es imposible negar que la dirigencia del Polisario lo considerara un hombre imprescindible, o no lo hubiera reelecto tantas veces. Tal vez el culto al “único líder” era una forma de paliar el enorme desprestigio que aqueja a la cúpula polisarista.

El 16 de diciembre se había celebrado el XIV Congreso del Frente Polisario, cuyo resultado era predecible, por lo cual hubiera sido más sensato usar los fondos que se usaron en organizar dicho cónclave, en intentar paliar los efectos de las inundaciones que devastaron los campamentos de refugiados. Sin embargo, primó la idea de realizar una reunión de paniaguados para ratificar al único líder, cuya ausencia definitiva se enfrenta hoy.

En la misma apertura del Congreso de adulones en diciembre pasado, la vieja conducción del Frente Polisario tuvo la generosidad de reconocer la corrupción rampante que aqueja al movimiento, y que infiltra a todas las instituciones del “estado saharaui”. Reconocerlo no redimía, obviamente, a los corruptos que aceptaban cínicamente sus culpas en la devastación moral en que sumieron a su supuesto gobierno. Con más razón si se considera que poco después, anunciaban la misma lista de siempre para integrar su conducción.

Polisaristas críticos a la gestión del grupo que lidera la causa separatista señalan hace tiempo que se sienten marginados por un grupo reducido que hace cuarenta años marca la vida social y el destino que deben llevar aquellos dignos hijos del Sáhara que fueron reducidos por sus líderes a mendigos de la ayuda humanitaria internacional.

El obligado tribalismo, que jamás se pudo erradicar, impide la mentada consulta popular que ocasionalmente se escucha como una letanía para justificar un status quo que todos desean, mientras crece día a día el descontento social, en tanto la parálisis de la mayoría es aprovechada por unos pocos beneficiarios de una red clientelista que abarca casi todo el mundo, a través de un entramado perverso de ONG corruptas.

La historia se había iniciado cuatro décadas atrás, cuando Argelia entrenó a los marroquíes que integran el Frente Polisario, supuestamente para luchar por la liberación del Sahara Occidental de manos de Marruecos. Nadie insinuó antes de ello la creación de un Estado en esa zona, sólo hasta que se habló de la parte occidental del Sahara, que tiene costa Atlántica. El interés de Argelia era, evidentemente, buscar una salida al Atlántico y distraer a Marruecos con un conflicto en el sur para no hablar de las tierras marroquíes de las que injustificadamente se apropió.

La desaparición de un líder no puede ser más que un duro golpe para una causa montada sobre bases tan endebles, y crecida en un contexto hoy desaparecido como la guerra fría.

La profunda desilusión es la sensación obligada que hoy en día embarga a la mayoría de la población “saharaui”, prisionera en campamentos de Tinduf, que sigue esperando ansiosa su definitiva liberación mientras asiste a la lenta agonía y gradual desaparición de sus verdugos.

Noticias relacionadas

El cisne negro de Biden sería la protesta de los estudiantes universitarios contra la invasión de Gaza en las Universidades de Columbia y la UCLA y su violento desalojo por la policía, movimiento de protesta que por mimetismo podría extenderse al resto de Universidades de Estados Unidos, rememorando las protestas de 1968 contra la guerra de Vietnam.

Un 14 de mayo de 1935 el Comité Pro-Paz en América advertía que la guerra del Chaco era una amenaza para la democracia en todo el continente. Este comité se había constituido en la ciudad argentina de Córdoba, y lo integraban poetas e intelectuales de varias nacionalidades.

El presidente Sánchez ha hablado estos días de la necesidad de un plan de regeneración democrática, que considera “uno de los desafíos más trascendentes”, para lo que propondrá “medidas y acciones para reforzar y prestigiar la democracia”. Pero ¿de qué regeneración democrática hablamos?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto