Viven en Cataluña, región española, pero dicen sentir “DESOLACIÓN” y “DESAMPARO”. Observan la “basura de los BONOS catalanes” y el silencio de los que podrían hablar. Todo es una farsa como dice el señor Gabriel Rufián: “Amnistía para sentar las bases para que haya un nuevo 1-O”.

Un pulso pseudo catalán “Estado” y un pulso del pueblo español a su presidente Pedro Sánchez.

Aquel “Oeste Americano, negacionista de la realidad india”, tan bien descrito en los libros de historia como “La Tierra llora” de Peter Cozzens o “Enterrad mi corazón en Wounded Kn” de Dee Brown , es el que, en estos momentos, viven los “españoles” residentes en Cataluña: perseguidos, maniatados, despreciados, inhabilitados...

La “inmensa y misteriosa tesorería” que mantiene todos los costes de la residencia de Puigdemont en Bélgica. La ”hipocresía del PNV”, jugando al despiste, cuando su realidad es, “Partido de derechas millonario”

En recuerdo de todos aquellos españoles que no pueden hablar su lengua en Cataluña por sentirse vigilados, controlados, desfavorecidos y en, muchos casos, agredidos. El peor recuerdo que, además perdura, es el SILENCIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, compañera disimulada de los intereses independentistas.

En “vergonzante recuerdo” de las Fuerzas del Orden del Estado Español, encajonadas como animales en camarotes de barcos retenidos. 

En memoria de tantos y tantos daños ocasionados por los CDR, con la permisibilidad de las autoridades catalanes.

En memoria de las mentiras interesadas inventadas por unos políticos que se dicen de cuna y que viven despreciando la vida de los que se sienten españoles.

En memoria, sobre todo, del maletero cobarde que ocultó al señor Puigdemont y que ahora solicita que todos nos pongamos de rodillas para poder recibir la absolución del todopoderoso bandolero.

Esperaremos a que la DIGNIDAD vuelva arrastrada por las olas, ejemplo de libertad.