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Ser ágiles, dar respuesta, anticiparse, es uno de los temas cruciales para dirigir personas. Y motivo de despido para muchos directivos

Habilidad directiva: Coger el toro por los cuernos

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Anoche reflexionaba sobre las distintas capacidades de un líder, y se me ocurría una de ellas que no sé si tendrá nombre en los típicos diccionarios de competencias, pero que yo considero cada vez más importante: coger el toro por los cuernos. Suena raro, lo sé.

Buenos días! Ya estamos a viernes y espero que tú estés de cine. Yo estoy en el aeropuerto, hoy estaré en Santiago de Compostela y esta tarde en Pontevedra, mañana en Orense. On the road. como siempre.

Estoy muy ilusionado porque un nuevo libro sale pronto a la venta. La editorial lo está cerrando todo, y ayer yo le di el último vistazo al material y portada que me enviaron. Se trata de un libro al estilo “manual” sobre liderazgo:

Ya te contaré en cuanto salga a la venta (en dos semanas). Es mi libro número 11 y se va cumpliendo el plan.

Coger el toro por los cuernos
La expresión es muy castiza, lo sé. A un argentino/a le va a sonar muy mal, seguro. Pero como frase hecha tengo que dejarla así, es muy explicativa.

Lo que le pedimos a un directivo hoy en día es esto, que tome decisiones, rápidas y ágiles (y certeras).

Si un proyecto se va a desviar, hay que saberlo cuanto antes, y tomar decisiones.
Si una persona no está a la altura y se le ha intentado enseñar, hay que prescindir de ella.
Si un proveedor va a fallar con los plazos, hay que asegurar que no lo hace con tiempo suficiente, o fallará.
Si un proyecto tiene ciertos aspectos críticos, hay que considerarlos prioridad absoluta.


La cuestión es que he visto subir a muchos directivos, y también he visto despedir a unos cuantos. La mayor parte de los que eran despedidos era porque no cogían el toro por los cuernos, es decir, no tomaban decisiones y se ocupaban (a fondo) de los asuntos.

El otro día hablaba con un directivo que temía por su puesto de trabajo. El motivo: no estaba tomando decisiones, se estaba apartando a un lado… peligro, caution, como diría José Mota (si quieres empezar el día con alegría mira este video).

Cuando dirige, uno tiene que tener siempre la pregunta en mente “¿Qué podría hacer hoy por asegurar los resultados?”.

En mi pasado dirigiendo equipos y proyectos de todo tipo, he tenido la suerte de desarrollar algo la intuición para saber cuándo van a fallar los resultados, cuándo alguien no va a llegar al compromiso establecido, cuando un proveedor te va a fallar con los plazos y otros aspectos críticos para que un proyecto salga adelante.

Quizás me equivoque en ocasiones, pero cuando veo que algo se va a desviar, cojo el toro por los cuernos y me meto de lleno en la tarea. Hasta que aseguro que va a salir sí o sí.

Los proyectos y nuestros trabajo no es complicado de realizar, en sí mismos, no son más que ciertas tareas que hay que ir ejecutando de forma dinámica y fluida. El problema viene cuando entre esas tareas se esconden algunos aspectos críticos, posibles fallos y errores que de no ser corregidos a tiempo pasarán factura a la empresa.

El otro día hablaba con un director comercial que durante años no había considerado la posibilidad de tener un CRM para su equipo de ventas. Al final fui yo quien convencí a su jefe de esta necesidad. Bajo mi punto de vista este director comercial no había cogido el toro por los cuernos, había simplemente gestionado a su equipo, tal y cómo se lo habían dado.

Pero liderar va más allá, tiene que ver con ir por delante, con tomar decisiones y ejecutarlas. Aunque ello te haga ser la persona menos grata de la oficina. Al menos serás una de las que más valor aporte.

Pero a veces tenemos miedo…

Y cuando el miedo entra en tu vida, el brazo se te encoje, y no puedes hacer tu mejor drive (escribí sobre este síndrome del directivo aquí).

Es entonces cuando te bloqueas, y cuando empiezas a “no tomar” decisiones…
Es entonces cuando tienes miedo a no pagar la hipoteca.
A que tus hijos no puedan ir al mismo colegio.
A que no puedas hacerte cargo de tu vida tal y como la tienes hoy configurada.
… y caes…

Pero el miedo tiene el efecto contrario a lo que tú quieres. Te hace ir a peor. Y lo último que ocurre es que pasa lo que no querías que pasara.

Así que mi recomendación hoy tiene que ver con que te hagas cargo, ahora, de todo lo que tienes que hacer para lograr resultados. Busca los aspectos críticos y soluciónalos. Anticípate, ves por delante.

Que tengas un gran día.

Habilidad directiva: Coger el toro por los cuernos

Ser ágiles, dar respuesta, anticiparse, es uno de los temas cruciales para dirigir personas. Y motivo de despido para muchos directivos
César Piqueras
sábado, 7 de mayo de 2016, 11:53 h (CET)
Anoche reflexionaba sobre las distintas capacidades de un líder, y se me ocurría una de ellas que no sé si tendrá nombre en los típicos diccionarios de competencias, pero que yo considero cada vez más importante: coger el toro por los cuernos. Suena raro, lo sé.

Buenos días! Ya estamos a viernes y espero que tú estés de cine. Yo estoy en el aeropuerto, hoy estaré en Santiago de Compostela y esta tarde en Pontevedra, mañana en Orense. On the road. como siempre.

Estoy muy ilusionado porque un nuevo libro sale pronto a la venta. La editorial lo está cerrando todo, y ayer yo le di el último vistazo al material y portada que me enviaron. Se trata de un libro al estilo “manual” sobre liderazgo:

Ya te contaré en cuanto salga a la venta (en dos semanas). Es mi libro número 11 y se va cumpliendo el plan.

Coger el toro por los cuernos
La expresión es muy castiza, lo sé. A un argentino/a le va a sonar muy mal, seguro. Pero como frase hecha tengo que dejarla así, es muy explicativa.

Lo que le pedimos a un directivo hoy en día es esto, que tome decisiones, rápidas y ágiles (y certeras).

Si un proyecto se va a desviar, hay que saberlo cuanto antes, y tomar decisiones.
Si una persona no está a la altura y se le ha intentado enseñar, hay que prescindir de ella.
Si un proveedor va a fallar con los plazos, hay que asegurar que no lo hace con tiempo suficiente, o fallará.
Si un proyecto tiene ciertos aspectos críticos, hay que considerarlos prioridad absoluta.


La cuestión es que he visto subir a muchos directivos, y también he visto despedir a unos cuantos. La mayor parte de los que eran despedidos era porque no cogían el toro por los cuernos, es decir, no tomaban decisiones y se ocupaban (a fondo) de los asuntos.

El otro día hablaba con un directivo que temía por su puesto de trabajo. El motivo: no estaba tomando decisiones, se estaba apartando a un lado… peligro, caution, como diría José Mota (si quieres empezar el día con alegría mira este video).

Cuando dirige, uno tiene que tener siempre la pregunta en mente “¿Qué podría hacer hoy por asegurar los resultados?”.

En mi pasado dirigiendo equipos y proyectos de todo tipo, he tenido la suerte de desarrollar algo la intuición para saber cuándo van a fallar los resultados, cuándo alguien no va a llegar al compromiso establecido, cuando un proveedor te va a fallar con los plazos y otros aspectos críticos para que un proyecto salga adelante.

Quizás me equivoque en ocasiones, pero cuando veo que algo se va a desviar, cojo el toro por los cuernos y me meto de lleno en la tarea. Hasta que aseguro que va a salir sí o sí.

Los proyectos y nuestros trabajo no es complicado de realizar, en sí mismos, no son más que ciertas tareas que hay que ir ejecutando de forma dinámica y fluida. El problema viene cuando entre esas tareas se esconden algunos aspectos críticos, posibles fallos y errores que de no ser corregidos a tiempo pasarán factura a la empresa.

El otro día hablaba con un director comercial que durante años no había considerado la posibilidad de tener un CRM para su equipo de ventas. Al final fui yo quien convencí a su jefe de esta necesidad. Bajo mi punto de vista este director comercial no había cogido el toro por los cuernos, había simplemente gestionado a su equipo, tal y cómo se lo habían dado.

Pero liderar va más allá, tiene que ver con ir por delante, con tomar decisiones y ejecutarlas. Aunque ello te haga ser la persona menos grata de la oficina. Al menos serás una de las que más valor aporte.

Pero a veces tenemos miedo…

Y cuando el miedo entra en tu vida, el brazo se te encoje, y no puedes hacer tu mejor drive (escribí sobre este síndrome del directivo aquí).

Es entonces cuando te bloqueas, y cuando empiezas a “no tomar” decisiones…
Es entonces cuando tienes miedo a no pagar la hipoteca.
A que tus hijos no puedan ir al mismo colegio.
A que no puedas hacerte cargo de tu vida tal y como la tienes hoy configurada.
… y caes…

Pero el miedo tiene el efecto contrario a lo que tú quieres. Te hace ir a peor. Y lo último que ocurre es que pasa lo que no querías que pasara.

Así que mi recomendación hoy tiene que ver con que te hagas cargo, ahora, de todo lo que tienes que hacer para lograr resultados. Busca los aspectos críticos y soluciónalos. Anticípate, ves por delante.

Que tengas un gran día.

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