Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Humanismo | Poder | Pobreza | Reflexiones
¡Qué el futuro nos perdone! ¡Qué el presente nos avergüence!

Crematorios para conciencias cobardes

|

Nuestra situación actual es el resultado del desarrollo histórico de las múltiples culturas sociales universales: Antiguo Egipto, Grecia, Los incas, Los mayas, Mesopotamia, Judaísmo y cristianismo, Los aztecas, Íberos, celtas y pueblos germánicos, Roma, El islam, India, China. En todas ellas el hombre ha ocupado un lugar “señalado” por los siempre poderes fácticos, dirigentes de múltiples facetas, que han dispuesto las distintas categorías del ser humano.


Lo expresado en el párrafo anterior puede constatarse, sin error posible, en el sistema de castas en la India, en la temporalidad del mundo de la esclavitud, en el despreciable valor del hombre en las colonizaciones de África y América, en la férrea estructura sociológica de la inmensa china, en el condicionamiento religioso de la persona en el islam fanático y actualmente en el efímero valor de la persona frente al voto político.


Recorrer vía internet, telemáticamente, aquellos lugares en los que viven o, como han señalado escritores de todo tipo de ideología, mal viven, condenados a subsistir de la mano, con suerte, por personas conscientes de las inimaginables diferencias sociales humanitarias en las que “sobrevive” el famoso Homo Sapiens...


Mucho hicieron las “colonizaciones” en favor del avance social y mucho también hicieron en la degradación, “sin nombre” de la dignidad humana y sólo por motivos estrictamente económicos. Leer las historias de las diversas colonizaciones de África, de la India, del inmenso territorio amazónico, derrumba cualquier moral occidental que conserve un poco de decencia humana.


El “Homo Sapiens”, convertido en el ser “blanco” devastador de ilusiones, como señala Mario Vargas Llosa o Arturo Pérez Reverte, así como otros muchos. La historia de las auténticas “verdades” de las que se dicen conquistas sociales en el tercer mundo.


Hoy, en programas como “Misioneros por el mundo” se puede ver una pequeña realidad de la pobreza, de la indigencia humana, de la soledad ante la naturaleza salvaje...


¿Dónde están los fondos de ayuda humanitaria que los países occidentales envían a esos gobiernos? Occidente debería convertirse en “Cazador” de piratas aprovechados del futuro humano de esos países, vergüenza para cualquier persona con un mínimo de “humanidad”.


La humanidad, abrazada a esa FE llena de dioses compasivos, intenta luchar, pero la realidad es que, también occidente, mira para otro lado por no perder su cuota de riqueza y poder en esos países de miseria.


¡Qué el futuro nos perdone! ¡Qué el presente nos avergüence!

Crematorios para conciencias cobardes

¡Qué el futuro nos perdone! ¡Qué el presente nos avergüence!
Ángel Alonso Pachón
sábado, 1 de abril de 2023, 11:17 h (CET)

Nuestra situación actual es el resultado del desarrollo histórico de las múltiples culturas sociales universales: Antiguo Egipto, Grecia, Los incas, Los mayas, Mesopotamia, Judaísmo y cristianismo, Los aztecas, Íberos, celtas y pueblos germánicos, Roma, El islam, India, China. En todas ellas el hombre ha ocupado un lugar “señalado” por los siempre poderes fácticos, dirigentes de múltiples facetas, que han dispuesto las distintas categorías del ser humano.


Lo expresado en el párrafo anterior puede constatarse, sin error posible, en el sistema de castas en la India, en la temporalidad del mundo de la esclavitud, en el despreciable valor del hombre en las colonizaciones de África y América, en la férrea estructura sociológica de la inmensa china, en el condicionamiento religioso de la persona en el islam fanático y actualmente en el efímero valor de la persona frente al voto político.


Recorrer vía internet, telemáticamente, aquellos lugares en los que viven o, como han señalado escritores de todo tipo de ideología, mal viven, condenados a subsistir de la mano, con suerte, por personas conscientes de las inimaginables diferencias sociales humanitarias en las que “sobrevive” el famoso Homo Sapiens...


Mucho hicieron las “colonizaciones” en favor del avance social y mucho también hicieron en la degradación, “sin nombre” de la dignidad humana y sólo por motivos estrictamente económicos. Leer las historias de las diversas colonizaciones de África, de la India, del inmenso territorio amazónico, derrumba cualquier moral occidental que conserve un poco de decencia humana.


El “Homo Sapiens”, convertido en el ser “blanco” devastador de ilusiones, como señala Mario Vargas Llosa o Arturo Pérez Reverte, así como otros muchos. La historia de las auténticas “verdades” de las que se dicen conquistas sociales en el tercer mundo.


Hoy, en programas como “Misioneros por el mundo” se puede ver una pequeña realidad de la pobreza, de la indigencia humana, de la soledad ante la naturaleza salvaje...


¿Dónde están los fondos de ayuda humanitaria que los países occidentales envían a esos gobiernos? Occidente debería convertirse en “Cazador” de piratas aprovechados del futuro humano de esos países, vergüenza para cualquier persona con un mínimo de “humanidad”.


La humanidad, abrazada a esa FE llena de dioses compasivos, intenta luchar, pero la realidad es que, también occidente, mira para otro lado por no perder su cuota de riqueza y poder en esos países de miseria.


¡Qué el futuro nos perdone! ¡Qué el presente nos avergüence!

Noticias relacionadas

Estamos fuertemente imbuidos, cada uno en lo suyo, de que somos algo consistente. Por eso alardeamos de un cuerpo, o al menos, lo notamos como propio. Al pensar, somos testigos de esa presencia particular e insustituible. Nos situamos como un estandarte expuesto a la vista de la comunidad y accesible a sus artefactos exploradores.

En medio de los afanes de la semana, me surge una breve reflexión sobre las sectas. Se advierte oscuro, aureolar que diría Gustavo Bueno, su concepto. Las define el DRAE como “comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos”. Se entienden también como desviación de una Iglesia, pero, en general, y por extensión, se aplica la noción a cualquier grupo con esos rasgos.

Acostumbrados a los adornos políticos, cuya finalidad no es otra que entregar a las gentes a las creencias, mientras grupos de intereses variados hacen sus particulares negocios, quizá no estaría de más desprender a la política de la apariencia que le sirve de compañía y colocarla ante esa realidad situada más allá de la verdad oficial. Lo que quiere decir lavar la cara al poder político para mostrarle sin maquillaje.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto