Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Perú | Dina Boluarte | Dimisión | Protestas
No hay nada que pueda hacer para mitigar el repudio popular

Dina, di: "dimito"

|

Cuando Dina Boluarte juró como presidenta, ella dijo que su mandato iba a durar hasta el 28 de julio del 2026. Luego, este fue recortado al 2024 y ahora, en su último mensaje, demanda que ella se vaya al final del 2023. De los casi 44 meses que inicialmente demandó cumplir, ahora pide que solo le dejen gobernar 11 más.


Lo que ella debe hacer es dejar de pretender recortar su mandato como si fuera un salchichón, si no dejar este de un solo sopetón. En ningún sistema democrático (tanto en el Perú, como en Sudamérica) que se haya basado en el sufragio universal ha habido alguien quien entre a sus 8 semanas en la presidencia con un rechazo de más de 3 de cada 4 electores y con más muertos que días de gobierno.


El desacreditado Congreso que hizo una vacancia ultra-exprés contra el presidente más votado de la historia peruana no quiere discutir una vacancia contra ella. Antes sacaron a Castillo sin debate, sin derecho a la defensa, sin circular una moción escrita, con el autor de esta última como mesa nada imparcial y sin que se haya dado la cantidad de votos necesarios, como estipula el reglamento. A pesar de que Boluarte ha hecho crímenes de lesa humanidad, el parlamento la ampara, la fiscalía no le hostiga y la policía no allana su domicilio ni la detiene (como pasó con Castillo).


Dina no solo debe irse, sino también ser sometida a un proceso legal, como el que ha llevado a Jeanine Añez a la cárcel en Bolivia. Ella dice que su salida no solucionaría la crisis, pero sí ayudaría a hacer caer una dictadura policiaca militar, ilegal e inconstitucional, a que se adelanten las elecciones y a poder dar paso a una asamblea constituyente con plenos poderes, la misma que es la única que hoy puede reorganizar al país y resolver todos los problemas constitucionales pendientes.


El fujimorismo le hizo la vida imposible a Castillo, acusándolo de inepto y corrupto, pero Dina es peor. Gobierno contra el programa y el electorado con el cual ella llegó a ser vicepresidenta. Se ha subordinado a los mayores ladrones de recursos naturales. No hay nada que Dina pueda hacer para mitigar el repudio popular. Debe irse, ya.

Dina, di: "dimito"

No hay nada que pueda hacer para mitigar el repudio popular
Isaac Bigio
martes, 31 de enero de 2023, 09:48 h (CET)

Cuando Dina Boluarte juró como presidenta, ella dijo que su mandato iba a durar hasta el 28 de julio del 2026. Luego, este fue recortado al 2024 y ahora, en su último mensaje, demanda que ella se vaya al final del 2023. De los casi 44 meses que inicialmente demandó cumplir, ahora pide que solo le dejen gobernar 11 más.


Lo que ella debe hacer es dejar de pretender recortar su mandato como si fuera un salchichón, si no dejar este de un solo sopetón. En ningún sistema democrático (tanto en el Perú, como en Sudamérica) que se haya basado en el sufragio universal ha habido alguien quien entre a sus 8 semanas en la presidencia con un rechazo de más de 3 de cada 4 electores y con más muertos que días de gobierno.


El desacreditado Congreso que hizo una vacancia ultra-exprés contra el presidente más votado de la historia peruana no quiere discutir una vacancia contra ella. Antes sacaron a Castillo sin debate, sin derecho a la defensa, sin circular una moción escrita, con el autor de esta última como mesa nada imparcial y sin que se haya dado la cantidad de votos necesarios, como estipula el reglamento. A pesar de que Boluarte ha hecho crímenes de lesa humanidad, el parlamento la ampara, la fiscalía no le hostiga y la policía no allana su domicilio ni la detiene (como pasó con Castillo).


Dina no solo debe irse, sino también ser sometida a un proceso legal, como el que ha llevado a Jeanine Añez a la cárcel en Bolivia. Ella dice que su salida no solucionaría la crisis, pero sí ayudaría a hacer caer una dictadura policiaca militar, ilegal e inconstitucional, a que se adelanten las elecciones y a poder dar paso a una asamblea constituyente con plenos poderes, la misma que es la única que hoy puede reorganizar al país y resolver todos los problemas constitucionales pendientes.


El fujimorismo le hizo la vida imposible a Castillo, acusándolo de inepto y corrupto, pero Dina es peor. Gobierno contra el programa y el electorado con el cual ella llegó a ser vicepresidenta. Se ha subordinado a los mayores ladrones de recursos naturales. No hay nada que Dina pueda hacer para mitigar el repudio popular. Debe irse, ya.

Noticias relacionadas

En 2007, cuando José Luis Rodríguez Zapatero finalizaba su primera legislatura, empezó a cuajar en la sociedad catalana una sensación de cansancio y disgusto. Los problemas crónicos en Cercanías, un aeropuerto que entonces era insuficiente para responder a la proyección de Barcelona, la baja inversión pública por parte del Estado o el acentuado déficit fiscal acabaron por engendrar lo que se bautizó como el 'català emprenyat' (catalán enfadado).

Un sistema de Monarquía Parlamentaria o República Parlamentaria que obligue a lo que, de forma concisa y clara ha manifestado el señor Javier Lambán, presidente de Aragón y secretario general del PSOE regional, terminará siempre en un fracaso social y en una realidad disimulada en la que “ordenan e imponen” los poderosos.

La denuncia del sicofante tardofranquista, el seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias", y la posterior admisión a trámite por el juez Peinado, se convirtió en todo un misil en la línea de estabilidad emocional y de resiliencia de Sánchez al dejarle paralizadas las hormonas segregadoras del arrojo político.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto