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Cuando te crías en un hogar donde:
Es decir, cuando creces y te educas en una casa donde la #caza es pasatiempo, satisfacción y arrogancia pasan estas cosas. Lo hemos visto tantas veces que la ceguera moral de ciertos políticos (la mayoría) para permitir rifles y escopetas en manos de personajes violentos, para eximirles de un control que sí ejerce sobre otros ciudadanos y para subvencionar sus atrocidades ya no tiene justificación, y eso les convierte en cómplices de los innumerables muertos que el mundo de la caza van dejando. Innumerables no sólo los cadáveres de animales, también los de humanos.
Alfonso, hijo de cazador, experto en armas y autor de los asesinatos en Argamasilla de Calatrava, es el último de aquellos que con tanta frecuencia cruzan la línea entre rifles que pasan de disparar a corzos a cazar personas, y ese agricultor y el policía local sólo son los dos últimos cuerpos en ocupar unos ataúdes en esas circunsstancias, atravesados en este caso por un Remington de caza mayor calibre 30-06 (da igual el modelo, todas matan).
Habrá mas, muchos más, que se sumen al primero por "accidente", por arrebato o con premeditación, y habra muchos, muchísimos más, que se añadan a los segundos por ser compañero de cacería, paseante próximo a una montería, vecino que discute por una linde, particular que recrimina que cacen junto a su vivienda, pareja que quiere dejar de serlo o agente de la autoridad que trata de identificarlo.
«Un niño con un libro de poesía en las manos nunca tendrá de mayor un arma entre ellas». (Gloria Fuertes).
En 2007, cuando José Luis Rodríguez Zapatero finalizaba su primera legislatura, empezó a cuajar en la sociedad catalana una sensación de cansancio y disgusto. Los problemas crónicos en Cercanías, un aeropuerto que entonces era insuficiente para responder a la proyección de Barcelona, la baja inversión pública por parte del Estado o el acentuado déficit fiscal acabaron por engendrar lo que se bautizó como el 'català emprenyat' (catalán enfadado).
Un sistema de Monarquía Parlamentaria o República Parlamentaria que obligue a lo que, de forma concisa y clara ha manifestado el señor Javier Lambán, presidente de Aragón y secretario general del PSOE regional, terminará siempre en un fracaso social y en una realidad disimulada en la que “ordenan e imponen” los poderosos.
La denuncia del sicofante tardofranquista, el seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias", y la posterior admisión a trámite por el juez Peinado, se convirtió en todo un misil en la línea de estabilidad emocional y de resiliencia de Sánchez al dejarle paralizadas las hormonas segregadoras del arrojo político.
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