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¿En el colegio hasta los 18 años?

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El Consejo Escolar del Estado incide en su último informe en la conveniencia de que la edad de enseñanza obligatoria llegue en España a los 18 años. Hasta ahora, como saben, es hasta los 16 años. Por otra parte, el fracaso escolar y el abandono temprano se ha disparado y la sociedad española está alarmada; bien es cierto que no en todas comunidades autónomas existe el mismo índice de abandono y fracaso: no es lo mismo Andalucía, donde sigue en aumento desde el año 1990, que Navarra, Castilla y León, Rioja,… donde está mucho más controlado y atendido ese fracaso escolar, con infinidad de programas adicionales para reinsertar a jóvenes en el sistema; estamos hablando de la EPA en sus modalidades presencial y a distancia, aulas taller, normativa de enseñanzas no formales con posibilidad de convalidación y/o capitalización de créditos,….

Dadas las fechas en que estamos, los partidos políticos van a utilizar propuestas peregrinas de las que se van a olvidar tan pronto como tengan ocasión. Dudo que sea lo más acertado eso de extender la enseñanza obligatoria hasta los 18 años. Desde mi punto de vista está bien como está, en los 16 años como obligatoria, y con la opción de estar escolarizados hasta los 18 años, si hay que repetir. Solo con ampliar las ofertas formativas de la educación de personas adultas y reestructurarla de nuevo, tendríamos un sistema más acorde con la realidad.

Debo aclarar que, los próceres de la educación, no conocen qué es eso de la educación de adultos; ni siquiera los llamados “docentes en función inspectora” conocen esta variante. Un ejemplo: recientemente un inspector, de esos que aterrizan no se sabe cómo ni para qué, acude a un centro de educación de personas adultas y suelta eso de: “No sé por qué me asignan un centro de adultos, si esto es del Ayuntamiento”. ¡Toma castaña! ¡Ahora sí que no cabe ni un tonto más en algunas ciudades! Como decía un socialista de pro: si los incompetentes volaran no nos daría el sol.

Al parecer, y volviendo a la edad máxima de obligatoriedad de la enseñanza, el máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa plasma y comparte así la sugerencia del Parlamento Europeo. Según éste, los Estados deberían ampliar la asistencia obligatoria a la escuela hasta los 18 años para reducir el fenómeno del abandono educativo temprano. Y yo digo, como técnico en educación con una experiencia de 35 años: ese no es el camino y sería un error de bulto abrir brecha. Es un planteamiento economicista, vulgar y egoísta.

¿En el colegio hasta los 18 años?

Jesús  Salamanca
miércoles, 18 de noviembre de 2015, 23:10 h (CET)
El Consejo Escolar del Estado incide en su último informe en la conveniencia de que la edad de enseñanza obligatoria llegue en España a los 18 años. Hasta ahora, como saben, es hasta los 16 años. Por otra parte, el fracaso escolar y el abandono temprano se ha disparado y la sociedad española está alarmada; bien es cierto que no en todas comunidades autónomas existe el mismo índice de abandono y fracaso: no es lo mismo Andalucía, donde sigue en aumento desde el año 1990, que Navarra, Castilla y León, Rioja,… donde está mucho más controlado y atendido ese fracaso escolar, con infinidad de programas adicionales para reinsertar a jóvenes en el sistema; estamos hablando de la EPA en sus modalidades presencial y a distancia, aulas taller, normativa de enseñanzas no formales con posibilidad de convalidación y/o capitalización de créditos,….

Dadas las fechas en que estamos, los partidos políticos van a utilizar propuestas peregrinas de las que se van a olvidar tan pronto como tengan ocasión. Dudo que sea lo más acertado eso de extender la enseñanza obligatoria hasta los 18 años. Desde mi punto de vista está bien como está, en los 16 años como obligatoria, y con la opción de estar escolarizados hasta los 18 años, si hay que repetir. Solo con ampliar las ofertas formativas de la educación de personas adultas y reestructurarla de nuevo, tendríamos un sistema más acorde con la realidad.

Debo aclarar que, los próceres de la educación, no conocen qué es eso de la educación de adultos; ni siquiera los llamados “docentes en función inspectora” conocen esta variante. Un ejemplo: recientemente un inspector, de esos que aterrizan no se sabe cómo ni para qué, acude a un centro de educación de personas adultas y suelta eso de: “No sé por qué me asignan un centro de adultos, si esto es del Ayuntamiento”. ¡Toma castaña! ¡Ahora sí que no cabe ni un tonto más en algunas ciudades! Como decía un socialista de pro: si los incompetentes volaran no nos daría el sol.

Al parecer, y volviendo a la edad máxima de obligatoriedad de la enseñanza, el máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa plasma y comparte así la sugerencia del Parlamento Europeo. Según éste, los Estados deberían ampliar la asistencia obligatoria a la escuela hasta los 18 años para reducir el fenómeno del abandono educativo temprano. Y yo digo, como técnico en educación con una experiencia de 35 años: ese no es el camino y sería un error de bulto abrir brecha. Es un planteamiento economicista, vulgar y egoísta.

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