Decenas de miles de marroquíes se manifestaron el fin de semana en la capital del Sáhara marroquí, pidiendo el retiro de la MINURSO de su territorio y el fin de la Farsa montada por la ONU. La protesta popular coincide con la visita del rey Mohamed VI y un despliegue patriótico de Marruecos en defensa de su territorio.

Según reportes desde el lugar de los hechos, el mismo Rey se habría hecho presente en el seno de la protesta, donde pasaba por casualidad su automóvil, y se detuvo para saludar a los manifestantes.

El rey Mohamed VI se encuentra en El Aaiún para impulsar“proyectos sociales, médicos y educativos” en las regiones más desfavorecidas del otrora Sáhara Occidental de los españoles.

Cantando "Marruecos es uno e indivisible " y " el Sahara es marroquí ", miles de personas llamaron a la MINURSO a hacer las maletas. "Somos gente pacífica e instamos de forma pacífica a la MINURSO que se retire de Marruecos, " declararon a la prensa voceros de la manifestación."Las provincias del sur ya son parte de Marruecos, ¿por qué la MINURSO sigue ahí?" es el reclamo generalizado.

Un minoritario grupo de países gusta aparecer como soporte del Polisario, un grupo separatista y violentista que sirve los intereses argelinos creando disturbios en el Magreb. No hay que ser grandes observadores para constatar que el Polisario proporciona, a precio muy barato, una supuesta pancarta izquierdista en busca de apoyo internacional, a través de delegados parásitos dispersados por todo el orbe. En realidad, se trata de empresarios de la pobreza que lucran con la tragedia y malversan la ayuda humanitaria supuestamente dirigida a los campamentos saharauis situados en Argelia. Allí los detractores de Marruecos intentan hacer pasa por refugiados del Sáhara Occidental no sólo a sus propios erguibats sino también a decenas de miles de tuaregs, chaambas y otros nómadas procedentes de Mali y aún de Níger.

Para esclarecer la falta de coherencia de esta “lucha”, basta saber que con su apoyo al separatismo saharaui algunos supuestos “izquierdistas” defienden la misma causa que Frank Ruddy, quien fuera alto funcionario de USAID –a la que los cubanos siempre acusan de injerencia- y embajador nada menos que de Ronald Reagan, así como preclaro referente de la ultraderecha del partido republicano de EEUU.

En la Venezuela bolivariana, a la que el Polisario gusta presentar en los papeles como aliada suya, la empresa Tripoliven procesa alrededor de 100.000 toneladas de roca fosfática al año, en su mayoría comprada a Marruecos –incluyendo la de procedencia saharaui- para suministrarla a la industria de detergentes del país. Para mayor humillación del Polisario, el fosfato del Sáhara Occidental también llega a Sudamérica a nombre de una empresa de capital estatal venezolano.

La farsa se extiende a los gobiernos poderosos, donde hay consenso en torno a la idea que la independencia del Ex Sáhara Occidental español es inviable. Jacques Chirac, presidente de Francia, era considerado por la diplomacia española "más promarroquí que el rey de Marruecos” según Wikileaks. Se deduce de las filtraciones que Chirac y Nicolas Sarkozy fueron aliados incondicionales de Marruecos, al punto que los mismos marroquíes se avergonzaban.

Los mismos españoles, creadores de la ficción del Sáhara Occidental, están cansados de usar el tema sahariano como arma arrojadiza contra el gobierno de turno, y hoy se han allanado a la realidad política, histórica y económica que indican a Marruecos como legítimo poseedor de ese territorio.

Algunos detractores de Marruecos reprochan a José Luis Rodríguez Zapatero su sensatez de advertir que el problema debería ser resuelto bajo liderazgo de Marruecos, en tanto otros consideran extraño -como si fuera un dato negativo- que por tanto tiempo Madrid no tenga contenciosos con Rabat, o se coopere tan fluidamente en el combate al yihadismo. Indicadores del buen relacionamiento han sido la visita de Felipe VI a Marruecos, en julio de 2014, y la reunión entre Rajoy y Benkiran en Madrid, a mediados del año en curso.

Todos los incidentes son pasados por alto para evitar roces, se quejan algunos, y citan el accidente(¿?) sufrido por tres espeleólogos españoles en el sur de Marruecos, deportaciones o una supuesta culpa marroquí en la desaparición reciente de los militares que viajaban en el helicóptero accidentado en el Atlántico frente a las costas del Sáhara.

El premio Cervantes Juan Goytisolo había vaticinado en 1979 que la única victoria posible del POLISARIO era la informativa, o mejor dicho, la propagandística. En los últimos tiempos, se ha ido evidenciando que ni siquiera esa opción le queda.

La comunidad internacional se ha hecho más conciente de que en Marruecos, los principios éticos y jurídicos se imbrican con otros criterios y exigencias no menos apremiantes, la noción del estado histórico desmembrado por la presencia colonialista, la defensa del espacio vital, el rechazo a la creación de paisitos fácilmente manipulables por imperialismos.

Y sobre todo, ha tomado conciencia de que solo un estado nación consolidado como el marroquí puede llevar la democracia al Sáhara, mal que pese a los fantoches de Argelia, que buscan perpetuar presuntos líderes eternos, en un mundo cambiante en el cual ya no tienen lugar.