La despoblación progresiva de las zonas rurales, lo que se ha dado en llamar "la España vaciada", ha adquirido un insospechado protagonismo político. Se están poniendo en marcha diversas plataformas electorales en las zonas más despobladas, siguiendo iniciativas como “Teruel existe”, y los principales partidos han comprendido la importancia de tener en cuenta a unos votantes que han podido sentirse ignorados, y que ahora pueden verse atraídos por propuestas locales de diversa índole.
La España del campo, que vive de la ganadería y la agricultura, aspira legítimamente a tener voz e interlocución allí donde se cocina el futuro de nuestro país.
La actitud que está mostrando el Ministro de Consumo no ayuda al desarrollo de las zonas rurales, tal vez el motivo de sus críticas sea el mantener en subdesarrollo a las zonas rurales que a ellos no les votan.
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